Por qué el Valle de los Caídos ahora se llama Valle de Cuelgamuros

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Desde que en octubre de 2022, se aprobara definitivamente la Ley de Memoria Democrática, el Valle de los Caídos pasó a recuperar su antigua designación: el Valle de Cuelgamuros. Una de las muchas medidas que el gobierno de Pedro Sánchez y Unidad Podemos sacaron adelante con la aprobación de la nueva Ley, pero no la única.

Además del cambio de nombre del conjunto arquitectónico creado por Francisco Franco como seña y santo de su dictadura, PSOE y Podemos pactaban la mejora de los protocolos para la exhumación de fosas; la creación de una Oficina de Víctimas del Franquismo y el refuerzo del Fiscal de Sala de Derechos Humanos y Memoria Democrática.

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El Confidencial

Uno de los hechos que más se recordarán de la legislación de Sánchez, será probablemente la exhumación del cuerpo del dictador del Valle de Cuelgamuros el 24 de octubre de 2019. Ahora es el turno de José Antonio Primo de Rivera, cuyos restos abandonarán la basílica del Valle este lunes 24 de abril de 2023.

Además, el pasado mes de marzo, el Tribunal Supremo ratificó la luz verde a las exhumaciones del Valle de Cuelgamuros, inadmitiendo los recursos que la Fundación Francisco Franco y la Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica habían iniciado y por los que solicitaban la paralización cautelar de dichas exhumaciones. De esta forma, el Valle que en su día resultaba un reclamo de la dictadura y sus vestigios, vuelve a ser noticia por la exhumación del que fuera hijo del dictador, Miguel Primo de Rivera y fundador de la Falange.

Así es el conjunto arquitectónico creado por Franco

El Valle de Cuelgamuros (cuya designación era la originaria del terreno sobre la que se construyó), se encuentra ubicado en una parcela de 1.377 héctareas en la madrileña localidad de San Lorenzo de El Escorial, a 58 km de la Puerta del Sol y durante más de 50 años, se erigió como el mayor monumento al franquismo y al dictador. Es más, cuando en 1940 Francisco Francó firmó un decreto por que cual quedaba iniciada la creación de este conjunto, la intención era, en palabras del dictador, la de glorificar a las víctimas de "su gloriosa cruzada".

Se trataba de un proyecto por el que se llevaría a cabo la construcción de una basílica,monasterio y cuartel de juventudes. Las obras se realizaron durante más de 18 años y los encargados de su planificación y ejecución fueron los arquitectos Pedro Muguruza y, posteriormente, Diego Méndez. En lo que respecta a la decoración del conjunto arquitectónico, fue Juan de Ávalos el responsable de las muchos elementos decorativos de este.

Para las obras, finalizadas en 1958, fueron necesarios los trabajo de unos 20.000 presos políticos bajos las órdenes del Patronato Central de Redención de Penas por el Trabajo, con lo que aquello significaba a la hora de evaluar las condiciones de estos presos en el momento de trabjar en la construcción de dicho monumento. Un trabajo que, entre los muchos que se realizaron en esos 18 años de ejecución, supuso la excavación de más de 250 metros en la roca en la que se creó la basílica, principal reclamo en el conjunto y en la que, hasta ahora, habían estado enterrados Primo de Rivera y Franco.

Otro de los principales elementos de la construcción es la gran cruz que corona el conjunto con más de 150 metros de altura y brazos de 24 metros cada uno. Una cruz que, para muchos resulta, aún a día de hoy, un claro símbolo del franquismo a eliminar y por la que piden que esta sea demolida.