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Tezanos infla a Sumar y le da un tercio de los votos de Iglesias en plena guerra de la izquierda
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Se lleva medio millón de votos del PSOE

Tezanos infla a Sumar y le da un tercio de los votos de Iglesias en plena guerra de la izquierda

El efecto Yolanda Díaz se pone a prueba en Barcelona, donde la vicepresidenta apoyará a Colau el mismo fin de semana que Irene Montero visita la capital catalana. En Valencia, Compromís y Podemos le han reclamado que haga campaña

Foto: Ada Colau y Yolanda Díaz. (Sergio Beleña)
Ada Colau y Yolanda Díaz. (Sergio Beleña)
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El rompecabezas magenta de Sumar empieza a tomar forma y muchas de las piezas que lo compondrán tendrán color morado. El barómetro del CIS de abril ha dado carta de naturaleza a Sumar y la institución que dirige José Félix Tezanos ha dopado al proyecto de la vicepresidenta Yolanda Díaz, con un 10,6% de los votos en unas hipotéticas elecciones generales. Esa irrupción se apoya sobre varios pilares: una transferencia nada despreciable desde el PSOE, una caída de los indecisos que hace pensar que la gallega puede movilizar a votantes apáticos y, sobre todo, un bocado a los votantes que optaron por la candidatura que encabezó Pablo Iglesias en las elecciones de noviembre de 2019.

El CIS de abril desvela que algo más de un tercio de quienes optaron por Unidas Podemos en las últimas generales (36,3%) cogería ahora la papeleta de Sumar. Son algunos más de los que mantendrían la fidelidad de voto, con un 33,7% que volverían a confiar hoy en la formación que dirige Ione Belarra. La fuga de los morados supondría el principal sustento de las posibilidades de Díaz, según barómetro del CIS, con 851.000 votantes. A estos hay que sumar 89.000 más de la confluencia gallega, Galicia en Común, y 147.000 más de En Comú Podem, así como 192.000 sufragios procedentes del espacio de Más País.

Foto: Yolanda Díaz y Pedro Sánchez en un pleno del Senado. (EFE/Mariscal)

Estas formaciones, junto a Izquierda Unida, quedarían englobadas bajo el paraguas del proyecto de la vicepresidenta, según el diseño de la encuesta de Tezanos. Pero resulta llamativo que, al contrario que pasa con los votantes de UP, los de En Comú Podem son más favorables al proyecto de Belarra e Irene Montero que al de Yolanda Díaz. La extrañeza parte de que la confluencia catalana ha sido uno de los principales apoyos de la ministra de Trabajo casi desde que fue designada por Iglesias para liderar el espacio, con el respaldo de figuras como Ada Colau o Jaume Asens.

El sondeo también predice que Díaz pescará entre los votantes del PSOE, con una fuga del 7,8% según el CIS de Tezanos. Esto significa el viraje de más de medio millón de personas que optaron por el PSOE en 2019. En la Moncloa y Ferraz, quitan hierro a esta transferencia, a pesar de que hay encuestas de empresas demoscópicas privadas que ya atisbaron una bolsa de voto socialista camino de Sumar hace unas semanas. Según esta encuesta, que se cerró apenas tres días después del lanzamiento oficial de su candidatura a las generales, Díaz sumaría más de 1.690.000 sufragios.

Foto: Pablo Iglesias e Ione Belarra. (EFE/Mariscal)

La tesis que maneja el entorno de Pedro Sánchez es que la vicepresidenta segunda tiene más posibilidades de activar a viejos votantes del PSOE desencantados con el partido, o de movilizar a abstencionistas. En ese contexto hay que tener en cuenta que los indecisos, los que aseguran no saber qué van a apoyar o no quieren desvelarlo, se han visto rebajados sensiblemente, pasando del 18% al 14% en un solo mes. Se explica así que la caída del PSOE en la encuesta de Tezanos sea de 2,3 puntos a pesar de la llegada de Sumar, lo que provoca que el bloque de la izquierda pase de aglutinar el 44,1% al 47,7% en el de abril.

También crece de forma llamativa el porcentaje de personas que creen que Díaz es la mejor opción para ser la presidenta del Gobierno, con el 13,2% de los encuestados, siempre según el CIS. Esto coloca a la ministra de Trabajo en el tercer puesto por detrás de Pedro Sánchez y a solo 1,4 puntos Alberto Núñez Feijóo. En marzo esa brecha era de 5,4 puntos. Por otra parte, en las preguntas en las que se distingue a los encuestados en función de las opciones que recuerdan haber respaldado en las últimas generales, puntuando a los líderes del 1 al 1, el porcentaje de personas que valora "muy mal" a Díaz en abril es idéntico al que respondió lo propio en octubre de 2022. Esto es, antes de que se agudizaran las tensiones entre los morados y Díaz, una fase que inauguró el propio exigiéndole "respeto". "El acoso brutal de Podemos en redes a Yolanda no tiene efecto ninguno entre los votantes de izquierdas", afirma un dirigente de Unidas Podemos.

Un dirigente de UP: "El acoso brutal de Podemos en redes a Yolanda no tiene efecto"

Distintas formaciones encuadradas hoy en el espacio de Sumar celebraban, fuera de cámara, los resultados. "Si Yolanda consigue mantenerse al margen del barro interno, entonces es inatacable. Y eso es bueno para negociar con Podemos y para llegar a elecciones en mejores condiciones", abundan desde una de estas fuerzas. "Hay consenso en que Sumar está por encima de Podemos, aunque los porcentajes del CIS sean volátiles"; "Ha tenido una buena acogida", sostienen. Interpretan, además, que estos datos no deberían empujar a la ruptura total de puentes, "no influyen, o no deberían", y hay quienes insisten en esta idea: "No es buen mensaje el de ir por separado".

Entre los morados, de hecho, alertan sobre este escenario: "El CIS sigue fomentando la idea de división, que nos viene muy mal", sostiene una dirigente. Un segundo mandatario, con escaño en el Congreso, sostiene que la foto fija de este barómetro no es representativa, porque tras el 28-M se producirá todo un "reseteo". Será entonces cuando corresponda sacar conclusiones, zanja. "Entre varios partidos, Díaz logra un 10%, y uno solo obtiene un 6%. Sin contar los que piensan que Sumar también es Podemos. La correlación de fuerzas es clara", abundan otras fuentes moradas. La conclusión es que la "magia" de Díaz se verá si concurren juntos, pero correrá el riesgo de revelarse inútil si se consuma el divorcio político.

La campaña de Díaz

El sondeo de Tezanos, el primero elaborado tras la puesta de largo de Sumar, adquiere todavía más relevancia si se tiene en cuenta que llega en medio del fuego cruzado en el espacio a la izquierda del PSOE. Yolanda Díaz y sus aliados (Más País, Compromís, IU, los comunes, Equo) mantienen una pugna con Podemos, que no acudió a la presentación de su proyecto en Madrid. La pugna está directamente relacionada con la precampaña en la que ya están inmersos los partidos y que, previsiblemente, llevará a Díaz a algunos territorios. El problema es que hay lugares, como la Comunidad Valenciana, donde los socios de Díaz se van a enfrentar a Podemos.

El triángulo político en el que se mueve Díaz alcanza especialmente a este territorio. Este jueves, el alcalde y candidato en Valencia ciudad, Joan Ribó, de Compromís, revelaba en el marco de una conferencia del Fórum Europa Tribuna Mediterránea que ha cursado una invitación oficial a la lideresa de Sumar para participar en su campaña de las municipales. “No sé si podrá venir, está en una situación peculiar que no voy a describir porque todo el mundo la conoce", señalaba el primer edil valenciano.

Por su parte, también Unidas Podemos ha incorporado plazas valencianas, tanto para locales como autonómicas, en el calendario que ha remitido a la vicepresidenta y a otros miembros del Gobierno, para que encajen sus agendas y participen en actos electorales, según explicaban fuentes moradas a El Confidencial.

Foto: Rosa Pérez-Garijo (EU), Pilar Lima y Héctor Illueca (Podemos).

Compromís cree que puede ser compatible que Díaz respalde al candidato morado a la Generalitat, Héctor Illueca, y a la vez al alcalde. De hecho, su aspirante en las autonómicas, Joan Baldoví, no ha hecho lo mismo que Ribó y ha evitado cursar invitación. Oficialmente porque su estrategia pasa por hacer una campaña en clave territorial y no tanto nacional, aunque en Podemos tienen la sensación de que Baldoví sabe que Díaz no acudirá en su apoyo porque difícilmente haría el feo a Illueca, que formó parte de su equipo en el Ministerio de Trabajo, de prestar su capital político a un candidato con el que compiten directamente tanto el conseller valenciano de Vivienda como Esquerra Unida-IU.

¿Será igual en el caso de Ribó? El dirigente valencianista se está jugando la alcaldía por muy pocas papeletas. El empujón de Yolanda Díaz podría ser determinante como elemento movilizador de la izquierda y aglutinador de votos, también procedentes de Podemos e, incluso del PSPV-PSOE, frente a la candidata del Partido Popular, María José Catalá, que llega a la cita electoral con viento de cola.

Foto: Los dirigentes de Podem y Esquerra Unida-IU, en la presentación del acuerdo.

Compromís estaba dispuesto a pactar con Esquerra Unida y cederle un puesto en la lista. Pero la coalición valencianista rechazó una oferta de Podemos, que no tiene representación en el Ayuntamiento, para concurrir conjuntamente y apuntalar así el bloque progresista. Para los morados, cuya candidata en Valencia es Pilar Lima, a su vez coordinara autonómica de Podemos, la llamada de Ribó a Yolanda Díaz es un gesto de “debilidad”. Y advierten de que Díaz tendría que explicar por qué hace campaña en Valencia por Compromís y no por Unidas Podemos, la coalición que la hizo vicepresidenta.

Díaz y Montero coincidirán en Barcelona

Entre los escasos enclaves en los que Díaz puede hacer campaña sin arriesgarse a pisar ninguna mina, Cataluña ocupa un puesto de honor, toda vez que los comunes de Colau son el referente de Unidas Podemos en este espacio, y engloban al resto de fuerzas a las que representa UP. La sintonía entre Díaz y Colau, una de sus principales valedoras, es total, y la vicepresidenta segunda la arropará en un mitin en el Palacio de Congresos, durante la mañana del sábado. Barcelona es una plaza clave, la segunda alcaldía del país, y Cataluña, desde el principio, ha sido la única región en la que siempre se ha dado por hecho que la impulsora de Sumar acudiría a hacer campaña con total tranquilidad.

Foto: Yolanda Díaz. (EFE/Chema Moya)

Este sábado, la vicepresidenta segunda coincidirá en la ciudad con Irene Montero, y ambas asistirán a la fiesta de Sant Jordi de La Vanguardia, el sábado. Durante la mañana, mientras Díaz y Colau se hacen la foto juntas, la ministra de Igualdad y número dos de Podemos acudirá a la presentación del libro Romped en caso de emergencia, escrito por la abogada Carla Vall. La distancia entre Díaz y Montero crece casi día a día, la interlocución entre ambas es muy escasa, y nada hace pensar que vayan a buscar una foto conjunta en Barcelona, cuando es muy poco habitual que lo hagan en Madrid, donde coinciden en el Congreso casi todas las semanas.

La dirección estatal de Podemos, y la propia Montero, han pedido a la vicepresidenta que haga campaña por el que todavía es su espacio político. Lo reclamaron por escrito hace días, y se quejan de no haber recibido respuesta. Desde el entorno de Díaz, por su parte, siguen sin cerrarse ninguna puerta: "Tanto Yolanda Díaz como el equipo estamos trabajando en ayudar donde sea posible. Han llegado muchas peticiones, pero todavía estamos trabajando en un calendario de presencia territorial. Lo haremos público lo antes posible", es la respuesta oficial. Varias fuerzas integradas en Sumar aseguran no haber tenido respuesta a sus reclamaciones, y navegan en un mar de dudas a poco más de un mes de unas elecciones claves para el futuro de la izquierda.

El rompecabezas magenta de Sumar empieza a tomar forma y muchas de las piezas que lo compondrán tendrán color morado. El barómetro del CIS de abril ha dado carta de naturaleza a Sumar y la institución que dirige José Félix Tezanos ha dopado al proyecto de la vicepresidenta Yolanda Díaz, con un 10,6% de los votos en unas hipotéticas elecciones generales. Esa irrupción se apoya sobre varios pilares: una transferencia nada despreciable desde el PSOE, una caída de los indecisos que hace pensar que la gallega puede movilizar a votantes apáticos y, sobre todo, un bocado a los votantes que optaron por la candidatura que encabezó Pablo Iglesias en las elecciones de noviembre de 2019.

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