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Cae el mayor clan de la droga en la Cañada Real que escondía dinero hasta en el lavavajillas
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Operación Andrómeda

Cae el mayor clan de la droga en la Cañada Real que escondía dinero hasta en el lavavajillas

Los miembros del clan Saavedra provocaron un incendio al tratar de quemar los billetes en una estufa cuando detectaron la llegada de los 200 agentes que intervinieron en los arrestos

Foto: Material incautado en la operación Andrómeda. (Policía)
Material incautado en la operación Andrómeda. (Policía)

Los miembros del clan Saavedra corrieron a quemar los billetes que les incriminaban como la principal organización de narcotraficantes de la Cañada Real Galiana, tradicional supermercado de droga de la Comunidad de Madrid. Tal era la cantidad de fajos que tenían que provocaron un incendio mientras 200 agentes de la Policía Nacional irrumpieron en su cuartel general para practicar 24 detenciones y desarticular a este grupo dominante en la llamada operación Andrómeda. Tenían dinero hasta en los lavavajillas o en escondites habilitados en los coches. En uno de los vehículos aparecieron 25.000 euros.

El nombre de la operación tiene que ver con ese liderazgo que ejercía este clan, integrado también por los rescoldos y supervivientes de otros grupos desarticulados en operaciones anteriores. Eran herederos de otros nombres históricos de ese territorio siempre en disputa como el clan de los Gordos o el de los Kikos. “Si tenemos que destacar una particularidad respecto a los anteriores, es el nivel de conocimiento que habían adquirido de las investigaciones policiales. En la Cañada, o eres consumidor, o estás en un punto de venta o eres policía. Cuando detectaban una cara que no les era conocida, directamente interactuaban con nosotros para detectarnos. Venían a buscarnos, las vigilancias allí son difíciles”, dice un responsable del operativo.

Tenían armas de fuego —incluido un bolígrafo-pistola— para defenderse de otras bandas rivales o, en caso de necesitarlo, abrir fuego contra los uniformados; por eso se contó con la intervención de los GEO. Hallaron siete kilos de cocaína, dos kilos de heroína —una cantidad elevada para el mercado actual—, habían puesto en circulación centenares de miles de dosis. Cuando los uniformados entraron en una de las instancias, había hasta una treintena de toxicómanos consumiendo. Desde su punto de venta, el más importante de la zona, suministraban 500 dosis al día. De los 24 arrestados —10 mujeres y 14 hombres—, 13 de ellos están ya en libertad provisional, pero la Policía Nacional considera “imposible” la reorganización de este clan que ya espera sucesor.

La operación liderada por el Grupo Operativo de Investigación Zonal (GOIZ) contó con nueve registros en Alcalá de Henares y Morata de Tajuña, se incautaron 11 vehículos, más de 125.000 euros en efectivo y casi 700 cartuchos de munición. El punto de venta se encontraba totalmente bunkerizado con fuertes medidas de seguridad tales como un laberinto de puertas blindadas, rejas, puertas falsas tapiadas y vigilancia permanente funcionando las 24 horas al día. La investigación se inició en el año 2021, cuando los agentes tuvieron conocimiento de que podría existir una organización criminal que regentaba el tráfico de sustancias estupefacientes en la Cañada Real. Tras las primeras averiguaciones, pudieron constatar que se trataba del punto de venta y consumo más activo, según la Policía.

Contaba, además, con una ubicación estratégica, lo que les permitía un gran trasiego de personas durante todo el año. Avanzada la investigación, constataron que la organización tenía una estructura piramidal con una clara distribución de tareas. En el exterior de la parcela, se encontraban los aguadores encargados de alertar la presencia policial y acomodar a los clientes que acudían con sus vehículos al aparcamiento.

En la puerta de la finca había otras personas para decidir si permitían la entrada o no de los consumidores o compradores. Otros integrantes proporcionaban seguridad en el interior del inmueble que daba acceso a la sala donde se suministraba la droga, siendo este el lugar más protegido y, además, aislado y sin contacto con el exterior. Los investigados contaban con un enorme patrimonio de propiedades inmobiliarias y vehículos que no concordaba con sus trabajos o ingresos.

Los miembros del clan Saavedra corrieron a quemar los billetes que les incriminaban como la principal organización de narcotraficantes de la Cañada Real Galiana, tradicional supermercado de droga de la Comunidad de Madrid. Tal era la cantidad de fajos que tenían que provocaron un incendio mientras 200 agentes de la Policía Nacional irrumpieron en su cuartel general para practicar 24 detenciones y desarticular a este grupo dominante en la llamada operación Andrómeda. Tenían dinero hasta en los lavavajillas o en escondites habilitados en los coches. En uno de los vehículos aparecieron 25.000 euros.

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