Feijóo quiere "feminizar" el PP con perfiles como el de Arrimadas

Un año después de tomar las riendas del PP, Alberto Núñez Feijóo busca implantar su impronta. Lo apresurado de su llegada lo forzó a heredar buena parte de las estructuras, pero como adelantó El Confidencial, el gallego configurará el partido a su imagen y semejanza en las listas electorales de las generales. En Génova ya ha ido dando pistas del tono que busca. La incorporación de Borja Sémper fue una clara declaración de intenciones. Feijóo apuesta por un PP "moderado y transversal", aseguran en su entorno donde hay el convencimiento de que su líder es "blanco", es decir, puede atraer votante de derechas y de izquierdas.

Más allá de lo ideológico, Feijóo se ha autoimpuesto "feminizar" el PP. El dirigente popular apuesta por un partido donde las mujeres tengan mucho que decir. Desde que aterrizó en Génova ha sido una prioridad. Siempre quiso una fémina como secretaria general y ante la negativa de la exministra de Trabajo, Fátima Báñez, la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, se hizo con el cargo. Las funciones propias de su puesto las desarrolla el vicesecretario general, Miguel Tellado, y el coordinador general, Elías Bendodo, que se postuló para ser el "dos" de Feijóo.

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El gallego tiene a dos mujeres, Mar Sánchez y Marta Varela, en su núcleo de máxima confianza y está "obsesionado", asegura un barón territorial, con que el PP sea un partido en el que "las mujeres" estén representadas. Más allá de la cantera popular, Feijóo es consciente de que necesita "golpes de efecto" en la elaboración de sus listas de cara a las elecciones generales.

En el PP asumen que llegarán "paracaidistas". Feijóo está obligado a "sorprender", aseguran fuentes populares. En esta tesitura es cuándo más fuerza está tomando que la exlíder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, dé el salto al PP después de las municipales y autonómicas del 28 de mayo. La expresidenta de los naranjas ha dado un paso al lado para dejar que nuevas caras se hagan con el control del partido. Los sondeos auguran que lejos de remontar, Ciudadanos está condenado a extinguirse.

En Génova, Arrimadas siempre ha contado con las puertas abiertas. Pablo Casado le hizo una oferta formal para pasarse a las filas del PP. Ella lo rechazó. En estos momentos, según fuentes de su entorno, estaría "más receptiva". Con Feijóo ha hablado y la relación entre ambos siempre ha sido "cordial y respetuosa". Al dirigente popular le gusta este perfil de mujer. Arrimadas tiene una imagen fresca, pero a su vez está bregada en el Congreso. Su intervención en la moción de censura de Vox fue bien valorada.

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Desde que Albert Rivera dejase su cargo tras el batacazo electoral en las últimas generales, el liderazgo de Arrimadas en Cs ha sido una cuestión de supervivencia, según reconocen sus colaboradores en el partido. La "traición" de Edmundo Bal ha supuesto un punto y aparte para la política criada en Cataluña. En estos momentos está más cerca del PP que de su partido, pero hay flecos que cerrar.

Las encuestas en el mejor de los casos dan dos diputados a los naranjas y está por ver dentro de la lucha fratricida cómo se reparten los puestos con opciones de lograr escaño. La nueva dirección da por descontado el fracaso en esta cita electoral y ya trabaja a largo plazo para recomponer el partido con la única aspiración de ser una muleta para PP y PSOE alternativa a los independentistas.

La última prueba de resistencia será el 28-M. En comunidades clave como Castilla y León o Andalucía, Ciudadanos ha sido barrido y las deserciones de cargos de la formación ante la próxima cita con las urnas parecen imparables. Los últimos han sido dos concejales del Ayuntamiento de Madrid, José Aniorte, delegado de Familia en el Consistorio, y Ángel Niño, de Innovación. Ambos se han dado de baja como afiliados y se espera que fichen por el alcalde, José Luis Martínez-Almeida.

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Aquí entra en juego la vicealcaldesa, Begoña Villacís. Sonada fue su negociación con Elías Bendodo para dar el salto a las filas del PP. El entendimiento no fue posible. El propio Feijóo habló con ella, según han confirmado fuentes naranjas a El Confidencial. La oferta para la líder de los naranjas en Madrid pasaba por unirse a la lista del PP en el Congreso en puestos de salida. Feijóo consumaría así su giro al centro y daría muestras de lo que defiende desde la teoría: un PP que abarque desde la derecha más dura al centro.

Para los populares era fundamental que en la negociación con Villacís ella aceptase no presentarse en el Ayuntamiento de Madrid. Con un partido menos en la ecuación de la derecha, las posibilidades de Almeida de rozar una mayoría absoluta que le permitan emanciparse de Vox crecen considerablemente.

La vicealcaldesa rechazó cualquier vía de entendimiento. Concurrirá con Cs a las municipales y según el observatorio publicado por este medio tiene opciones de lograr representación. De hecho, Villacís es la que mejor aguanta dentro de la sangría naranja, pero no sería determinante para que Almeida volviese a hacerse con el bastón de mando. Con estas perspectivas lo que ocurra el 28-M en las urnas puede cambiar voluntades.

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Más allá de los fichajes, Feijóo cuenta en el PP con un plantel de mujeres llamadas a tener un papel protagonista en el futuro. El hecho de que el gallego no tenga escaño en el Congreso ha propiciado que los senadores, en este caso senadoras, estén continuamente bajo la lupa del líder. En general, Feijóo está contento con la labor que desempeñan y es más que probable que alguna salte a la Cámara Baja tras las generales.

Nombres como el de la secretaria general del PP por Aragón, Ana Alós, la senadora por Ávila, Patricia Rodríguez, que se ha convertido en el azote de la ministra Irene Montero, o su compañera de la Cámara Alta, Sofía Acebo, están llamados a escalar posiciones. El líder del PP sigue de cerca su trabajo y con alguna de ellas tiene una relación de confianza. No podía faltar entre las "elegidas" la cuota gallega. Aquí se sitúan la senadora, Pilar Rojo, y la diputada por Orense, Ana Vázquez.

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En un sector del PP, el tema de las "cuotas" se entiende como una concesión a las "trampas" de la izquierda. El argumento se basa en que tradicionalmente los populares han optado por dar cargos a las mujeres no por su género sino por su valía. "Luisa Fernanda Rudi fue la primera mujer en presidir el Congreso", insisten.

Con la irrupción de Yolanda Díaz en la campaña, el voto femenino será una importante variable. Feijóo lo sabe y dará la batalla. Un dato le avala. La mayoría de los electores de Vox son hombres. Entre las féminas el PP tiene recorrido.