Es noticia
Sánchez no es Felipe: la apuesta internacional del presidente del Gobierno no llena las urnas
  1. España
El beneficio es más político que electoral

Sánchez no es Felipe: la apuesta internacional del presidente del Gobierno no llena las urnas

El foco del líder socialista en los asuntos extranjeros ayuda a construir su imagen, pero está lejos de influir en el voto como lo hicieron la disyuntiva sobre la OTAN o la guerra de Irak

Foto: Pedro Sánchez, junto al primer ministro chino Li Qiang, en Pekín. (EFE/Wang Ye)
Pedro Sánchez, junto al primer ministro chino Li Qiang, en Pekín. (EFE/Wang Ye)

Entre los 17 temas que, según los electores, protagonizaron la campaña de las elecciones generales de noviembre de 2019 no hay ni una referencia a la política exterior del Gobierno. Lo más cercano, y le queda muy de lejos, fue la mención del 0,1% de los encuestados por el CIS para su barómetro poselectoral al terrorismo internacional. Tampoco figura entre los problemas más acuciantes en este momento, lo que da pistas sobre la escasa relevancia que tiene este asunto entre los principales ingredientes que utilizan los ciudadanos para decidir su voto. Y a pesar de estos indicios, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha puesto muchas manzanas en la cesta de su imagen internacional, con el viaje a China y la presidencia rotatoria de la UE como hitos principales de esta apuesta.

"No hay un precedente de que nadie haya ganado unas elecciones por la política internacional", apunta el analista y consultor político Ignacio Varela, que sí cree que hay asuntos foráneos que acaban teniendo repercusión electoral, sobre todo cuando pasan a formar parte de la política nacional. Andrés Medina, director general de Metroscopia, añade un matiz y es que en España suelen primar mucho más los "elementos internos". "Todo lo que pasa fuera lo interpretamos en código interno", señala el responsable de la casa de encuestas.

Foto: Macron y Sánchez, en la cumbre hispanofrancesa. (EFE/Andreu Dalmau) Opinión

Hay un asunto que es excepción, defiende Varela, y que ya ha pasado a formar parte de la agenda interna, como es la Unión Europea. Sí es cierto, recuerda, que la entrada de España en la entonces Comunidad Económica Europea fue un factor de refuerzo para la imagen de Felipe González. "Ya estaba muy fuerte y lo que hizo fue fortalecerla aún más", añade. González apostó por la integración europea hasta el punto de que trabó una suerte de amistad con el canciller alemán Helmut Kohl, pese a la diferencia ideológica, basada en esa coincidencia europeísta. Pero también saboreó la hiel con el proceso de entrada en la OTAN, uno de los acontecimientos que, según Varela, parten de lo extranjero para imbricarse de lleno en la disputa interna. "Provocó una quiebra emocional de un sector de la izquierda y parte del PSOE con Felipe González", relata el consultor político. Todavía hoy, la implicación de España en la alianza atlántica genera debate, sobre todo en las fuerzas a la izquierda de los socialistas, como ha dejado ver el papel del país en la guerra de Ucrania como parte de la OTAN.

El otro hito que irrumpió en el debate español desde fuera y tuvo influencia electoral fue la entrada del país en la Guerra de Irak al abrigo de la apuesta atlantista de José María Aznar. Para Varela, González y Aznar son los dos presidentes más marcados por su mirada hacia el exterior, aunque en sentidos opuestos. Varela considera que la participación del exlíder del PP en la foto de las Azores con George W. Bush, Tony Blair y José Manuel Durão Barroso —previa al envío de tropas al Golfo— fue el "punto de ruptura" del político castellanoleonés y su éxito electoral del año 2000.

Para Andrés Medina (Metroscopia) el beneficio de la apuesta exterior es más "político" que electoral

"Aquello era real, no cosmético", defiende el consultor político, que admite que hay una "impresión" de que la presencia internacional es uno de los puntos fuertes del mandato de Pedro Sánchez. Su manejo del inglés y su afición por la política exterior contrasta con el de sus predecesores, sobre todo con el más inmediato, Mariano Rajoy. Su implicación en la respuesta que la UE dio a la crisis provocada por el covid, que resultó en la creación de los fondos Next Generation, se considera uno de los logros del líder socialista. Aquello fue el comienzo de una ristra de gestos que continuaron con la colaboración con EEUU en la evacuación de los contingentes occidentales en Afganistán o la celebración de la cumbre de la OTAN en Madrid.

Para Andrés Medina, el beneficio o el coste de esta apuesta internacional es más "político que electoral". "Es algo que solo puede aprovechar el presidente, porque los demás son candidatos", ilustra este consultor, que considera que el jefe del Ejecutivo puede utilizar su agenda exterior como "comodín". Según desgrana Medina, un presidente puede escapar de una "semana mala" con la foto espectacular de una cumbre de jefes de gobierno, pero también puede aprovechar para defender algún aspecto concreto de sus políticas. "Puede jugar la carta de la presidencialidad", abunda el directivo de la empresa demoscópica, y contrastarla con la figura de sus adversarios, sobre todo si en la oposición cometen un error no forzado.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es recibido por autoridades de China a su llegada a Pekín. (EFE/Moncloa/Borja Puig de la Bellacasa) Opinión

Esta semana, Sánchez ha viajado a Pekín para abordar con el presidente chino la situación en Ucrania tras la invasión de Rusia, entre otros asuntos. Pero todos los focos están puestos en lo que ocurrirá en el segundo semestre del año, cuando España asumirá la presidencia rotatoria del Consejo Europeo. "Nunca tuvo una gran importancia", señala Ignacio Varela sobre este cargo "protocolario", que quedó algo desdibujado cuando la UE se hizo mayor de edad y aumentó su nivel de institucionalización. Fue en 2009 cuando se convirtió en permanente el cargo de presidente del Consejo Europeo, puesto que inauguró el belga Herman van Rompuy, compatriota del actual titular, Charles Michel.

Varela cree que el presidente tiene dos caras, una cuando cruza los Pirineos y "otra a nivel interno"

Fuentes conocedoras de la realidad europea admiten que hay cierta "sorpresa" por la forma en la que el Gobierno de Pedro Sánchez está encarando este segundo semestre de 2023. La coincidencia con el final de la legislatura convertirá la presidencia de turno de la UE de Sánchez en una suerte de campaña electoral. Y el Ejecutivo se desplegará por todo el país con una pléyade de reuniones de ministros que llegará a 25 ciudades, con Granada y la Alhambra como lugar destacado en el encuentro informal de jefes de gobierno del club comunitario. Según explican estas fuentes, el peso del semestre español está más en estos "fastos" que en marcar la agenda de los temas prioritarios para la Unión en este periodo.

El principal beneficiario de esta apuesta es Pedro Sánchez, admite Varela, que cree que el presidente del Gobierno tiene dos caras, una cuando cruza los Pirineos y otra a nivel interno. Pero, en cualquier caso, el consultor resta importancia en lo electoral a esta agenda internacional. Eso también tiene una ventaja colateral, ya que los tropezones en esta materia, como la relación con Marruecos, Argelia y la postura sobre el estatus del Sáhara Occidental, tampoco provocan, por lo general, una caída en las expectativas electorales del partido que gobierna.

Entre los 17 temas que, según los electores, protagonizaron la campaña de las elecciones generales de noviembre de 2019 no hay ni una referencia a la política exterior del Gobierno. Lo más cercano, y le queda muy de lejos, fue la mención del 0,1% de los encuestados por el CIS para su barómetro poselectoral al terrorismo internacional. Tampoco figura entre los problemas más acuciantes en este momento, lo que da pistas sobre la escasa relevancia que tiene este asunto entre los principales ingredientes que utilizan los ciudadanos para decidir su voto. Y a pesar de estos indicios, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha puesto muchas manzanas en la cesta de su imagen internacional, con el viaje a China y la presidencia rotatoria de la UE como hitos principales de esta apuesta.

Pedro Sánchez Unión Europea PSOE
El redactor recomienda