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El PP vuelve a desmarcarse de Bruselas y rechaza la prórroga del tope ibérico al gas
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SE EXTENDERÁ HASTA EL 31 DE DICIEMBRE

El PP vuelve a desmarcarse de Bruselas y rechaza la prórroga del tope ibérico al gas

Génova mantiene su crítica al mecanismo pese al espaldarazo de la Comisión Europea. Los populares ampliarán la grieta con el criterio de la UE al votar en contra de la reforma de las pensiones este jueves en el Congreso

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante una cumbre del PPE. (EFE/Tarek/PP)
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante una cumbre del PPE. (EFE/Tarek/PP)

Cada vez que Pedro Sánchez da un paso con Bruselas, el PP da otro hacia atrás. Sucedió con la decisión de la Comisión Europea de limitar los beneficios de las empresas que producen electricidad a bajo coste, que el Gobierno vendió como un aval a su impuesto a las eléctricas. Se ha repetido con el espaldarazo de Ursula von der Leyen a la reforma de las pensiones de José Luis Escrivá, que llega mañana al Congreso para su convalidación. Y vuelve a producirse con la prórroga de la excepción ibérica al gas hasta final de año. El primer partido de la oposición ya se opuso en su día a las medidas energéticas del Ejecutivo, que incluían lo que algún portavoz de Génova llegó a calificar como "timo ibérico". Y el respaldo de sus colegas conservadores europeos sigue sin mover a Alberto Núñez Feijóo de sus trece: los populares rechazan la extensión del mecanismo para limitar el precio y no apoyarán el nuevo decreto cuando llegue a la Cámara Baja.

Así lo avanzan fuentes autorizadas de Génova, que esperarán a leer al detalle el decreto que este martes se firmó en el Consejo de Ministros para tomar una decisión respecto al sentido del voto, aunque advierten de antemano de que, si nada cambia, no se posicionarán a favor. Pese a que desde el principio tildaron la medida de "fracaso", los populares se abstuvieron en la votación que facilitó la activación del mecanismo el pasado mes de junio. En la planta noble del PP estarían, de nuevo, entre volver a ponerse de perfil o apostar por el rechazo frontal a la iniciativa.

Foto: La presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen

Los populares mantienen que el tope ibérico es una herramienta "ineficiente" que "pasa factura a los españoles" y se comprometen a deshacerla o, directamente, a no renovarla si Feijóo logra a llegar a la Moncloa antes de que finalice el nuevo plazo de ejecución, previsto hasta el 31 de diciembre de 2023. El primer partido de la oposición vuelve a hacer oídos sordos al criterio de la Comisión Europea, cuya presidenta amagó incluso con extender la excepción que aplican España y Portugal al resto de países de la Unión, lo que Pedro Sánchez vendió en España como un espaldarazo sin cortapisas a su gestión energética... y como una enmienda a la postura de Alberto Núñez Feijóo.

El líder de la oposición moduló el rechazo frontal del PP a la medida semanas después de su entrada en vigor, y avaló el tope al gas solo si se aplicaba en toda la Unión Europea, alineando entonces parte su discurso al beneplácito de Ursula von der Leyen. Advirtió, no obstante, de que limitarlo a España provoca una subvención de millones de euros a los consumidores franceses que repercute en la factura de todos los españoles, ya que la actual coyuntura "la aprovecha Francia para comprar energía más barata". Ahora, los populares suman un argumento a su rechazo: la progresiva pérdida de impacto de una medida que ha quedado sin efecto desde el mes de febrero, debido a que el tope solo se aplica cuando el precio del gas en el mercado ibérico se encuentra por encima del umbral estipulado, algo que no ha ocurrido en los últimos meses.

Foto: El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, junto al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Fernando Villar)

En cualquier caso, el PP volverá a manifestar su rechazo a una medida del Gobierno que cuenta con el aval de la Unión Europea. El caso más reciente ha sido el de la nueva reforma de las pensiones, que ha recibido también el visto bueno de la Comisión. Feijóo no ocultó sus recelos sobre la excepción ibérica ante Von der Leyen en una cita del PPE cuando ya se había activado el mecanismo, y tampoco lo ha hecho con el plan sobre las jubilaciones que ha presentado Escrivá a Bruselas, y que calificó ante la presidenta de la Comisión Europea de un "parche" que no solucionará los problemas de sostenibilidad del sistema y que deberá ser revisado en 2025.

En privado, fuentes de Génova reconocían un cierto malestar con Bruselas por haber dado un nuevo espaldarazo al Gobierno de Sánchez, más con una reforma que, subrayan, no responde a los parámetros que la Comisión exigía a España para corregir el agujero de las pensiones. "Les han engañado", suscribían en el entorno de Juan Bravo, máximo responsable económico de los populares, al entender que Sánchez había conseguido dar una "patada hacia delante" para pasar la patata caliente al siguiente Ejecutivo.

Foto: Pedro Sánchez, en Bruselas. (EFE/Olivier Hoslet)

El PP asume que le corresponderá a Feijóo responder a la presión de realizar los verdaderos "ajustes", recorte del gasto incluido, para pasar el examen de la Comisión. De hecho, los populares evitan detallar en todo momento su plan alternativo, que basan en parámetros generales como la creación de empleo o la captación de talento exterior. Y tampoco avanzan si enmendarán o no el proyecto del Gobierno, que ya avanzó que lo aprobaría como proyecto de ley para que los grupos puedan presentar enmiendas a la norma.

El apoyo de la Comisión al Gobierno pesa, y mucho, en las filas de los populares. Y Génova mantuvo hasta el final la incógnita sobre el sentido de su voto a la norma que se convalidará este jueves en el Congreso, y para la que el Gobierno ya cuenta con los apoyos suficientes sin depender del PP. Este lunes, en la dirección de los populares, dieron un ultimátum al Ejecutivo, al que instaron a abrir un contacto con el primer partido de la oposición para valorar, al menos, la abstención a la reforma de Escrivá. Los de Feijóo exigían una "justificación técnica" que avalase los números de la Moncloa... que no llegó. Ni siquiera hubo una conversación formal.

La interlocución se redujo a un "correo electrónico" en el que el Gobierno envió un "PowerPoint" y "tres tablas de Excel", pero "sin ningún informe que respalde esas cifras", inciden. Así las cosas, el PP votará mañana en contra de la reforma de las pensiones, con lo que consumará su rechazo a las recetas económicas del Ejecutivo avaladas por Europa.

Cada vez que Pedro Sánchez da un paso con Bruselas, el PP da otro hacia atrás. Sucedió con la decisión de la Comisión Europea de limitar los beneficios de las empresas que producen electricidad a bajo coste, que el Gobierno vendió como un aval a su impuesto a las eléctricas. Se ha repetido con el espaldarazo de Ursula von der Leyen a la reforma de las pensiones de José Luis Escrivá, que llega mañana al Congreso para su convalidación. Y vuelve a producirse con la prórroga de la excepción ibérica al gas hasta final de año. El primer partido de la oposición ya se opuso en su día a las medidas energéticas del Ejecutivo, que incluían lo que algún portavoz de Génova llegó a calificar como "timo ibérico". Y el respaldo de sus colegas conservadores europeos sigue sin mover a Alberto Núñez Feijóo de sus trece: los populares rechazan la extensión del mecanismo para limitar el precio y no apoyarán el nuevo decreto cuando llegue a la Cámara Baja.

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