Marlaska acusa a la oposición del caso Cuarteles: "Es corrupción del PP, una más"

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha comparecido este lunes en el Congreso de los Diputados para dar cuenta del fraude masivo en obras de instalaciones de la Guardia Civil. El ministro se ha sacudido cualquier responsabilidad en el llamado caso Cuarteles y ha pasado a la carga para acusar al PP de entorpecer la investigación cuando estaba en el Gobierno: “Es un caso de corrupción que afecta al PP, uno más”. Los grupos minoritarios le han afeado su tono “político” y le han pedido que sea “más humilde” al tiempo que le han recordado otros escándalos que han sacudido al Instituto Armado en las últimas semanas.

El PSOE y sus aliados parlamentarios pactaron que el ministro hablase solo de los contratos en obras de 13 comandancias de la Guardia Civil. Los socialistas lograron así que la Junta de Portavoces del Congreso diera carpetazo a la pretensión del PP de abrir una comisión de investigación sobre el llamado caso Mediador. Es la trama que afecta a un exdiputado del PSOE por favorecer a empresarios a cambio de comisiones y en cuyo sumario constan imágenes de los implicados en clubes de alterne.

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Grande-Marlaska aprovechó para desplegar un relato basado en vincular al PP con la corrupción: “Su paso por Interior se describe con tres palabras, autoritarismo, corrupción u chapuza”. Se basó para ello en repasar la cronología de los hitos que han marcado el caso Cuarteles. Por estos hechos están imputados, entre otros, un teniente general jubilado, Pedro Vázquez Jarava, y el constructor canario Ángel Ramón Tejera de León, alias Mon. Este último aparece citado también en el caso Mediador por lo que existe cierto vínculo entre ambas investigaciones.

Grande-Marlaska ha explicado que el caso Cuarteles se inició en 2016 y el 18 de abril de 2017 el que fuera director adjunto operativo de la Guardia Civil, Pablo Martín Alonso, recibió un informe de Asuntos Internos donde se pedía su remisión a la Fiscalía con base en las graves irregularidades. “Y aquí empiezan las graves anomalías”, ha aseverado el ministro. Según ha dicho, se decidió que fuera el propio Vázquez Jarava —el principal sospechoso— quien respondiese al informe de Asuntos Internos. “En mayo de 2017 contestó pidiendo que no fuese remitido a la Fiscalía”, ha denunciado.

"Una resolución impresenta,ble"

A continuación, todavía con el PP en el Gobierno, el director de la Guardia Civil emitió “una resolución impresentable en el Estado de Derecho” a juicio del ministro. Consistió en ordenar el archivo de las actuaciones de Asuntos Internos “por no ser necesarios nuevos elementos de juicio” dando por suficientes las explicaciones de Vázquez Jarava. “El responsable político de la Guardia Civil ordena parar una investigación de Asuntos Internos”, ha reiterado Grande-Marlaska. No fue hasta 2018, ya con el Ejecutivo de Pedro Sánchez, cuando se reactivó el caso al hallar Asuntos Internos nuevos indicios.

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A estos hechos, el ministro ha añadido sus sospechas por la trayectoria del principal implicado en el caso Cuarteles, el ya jubilado Vázquez Jarava. Lo ha descrito como “la carrera más meteórica en la historia del Cuerpo”. Fue ascendido en 2012 a General de División y “solo ocho meses después” a teniente general por el exministro Jorge Fernández Díaz, quien luego le nombró al frente de mando de apoyo “donde tuvo acceso a los fondos que desvió presuntamente y cometió los delitos que ahora se le atribuyen”. A este mando se le acusa de adjudicar obras al empresario Mon en toda España a cambio de dádivas.

El ministro ha comparado la manera de actuar del Gobierno socialista con sus antecesores del PP, a los que ha relacionado con “la policía patriótica, la elaboración de pruebas falsas, casos de corrupción o el espionaje a los profesionales de los medios de comunicación”. Antes de empezar, Grande-Marlaska ha dedicado un “merecido reconocimiento” a la ya exdirectora general de la Guardia Civil María Gámez, quien presentó su dimisión la semana pasada al conocer la imputación de su marido en un caso de desvío de dinero de la Junta de Andalucía.

El PP le acusa de "sectarismo galáctico"

La diputada del PP Ana Vázquez ha descrito al ministro como “un hooligan”. Tanto ella como otros portavoces han hecho alusión a la continuidad de Grande-Marlaska en el Ejecutivo tras la renovación provocada por la salida de dos ministras para concurrir a las elecciones municipales de mayo. A juicio de los populares, el presidente Sánchez es incapaz de cesarle a pesar de su negativa valoración ciudadana. “Su intervención es de un sectarismo galáctico”, ha censurado Vázquez al tiempo que le ha afeado que se parapete tras la Guardia Civil. Cree el PP que desde el Ministerio han alimentado el caso Cuarteles para evitar dar explicaciones sobre el caso Mediador que le costó el escaño al disputado Juan Bernardo Fuentes, bautizado en la trama como Tito Berni.

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La diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, también se ha mostrado muy crítica con el tono mostrado por el ministro. “Yo había pedido la comparecencia en el caso Mediador”, ha lamentado antes de reprochar la intervención inicial: “No se puede echar de mierda sobre la clase política”. A su entender, ni el caso Mediador es achacable al PSOE ni el caso Cuarteles sería atribuible al PP. Oramas se ha detenido en el cese del responsable de la Comandancia de Tenerife este mes, solo después de que el caso del fraude en las obras se hizo público a través de los medios. “No entiendo por qué no le ha cesado antes”, le ha reprochado.

Por su parte, el portavoz del grupo Unidas Podemos, Enrique Santiago, se ha preguntado por qué el ministerio no suspende de sus cargos a otros mandos imputados en el caso Cuarteles que siguen en activo. Santiago ha pedido que las pesquisas, repartidas en varios juzgados, se agrupen en la Audiencia Nacional para evitar que se alarguen en el tiempo.