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El paso adelante de Yolanda Díaz vuela los puentes de Unidas Podemos en el Congreso
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División por la presentación de Sumar

El paso adelante de Yolanda Díaz vuela los puentes de Unidas Podemos en el Congreso

El número tres del grupo, Txema Guijarro, y la vicepresidenta tercera de la Cámara, Gloria Elizo, siguen la estela de IU, comunes y Alianza Verde y asistirán al acto del 2 de abril. Fuentes parlamentarias anticipan que habrá más adhesiones

Foto: Pablo Iglesias, Irene Montero y Gloria Elizo. (EFE/Javier Lizón)
Pablo Iglesias, Irene Montero y Gloria Elizo. (EFE/Javier Lizón)

El grupo Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados siempre tuvo fecha de caducidad, pero la implosión efectiva de este espacio se ha adelantado casi un año a la crónica de una muerte anunciada. La presentación de Yolanda Díaz como candidata, el 2 de abril, ha visibilizado la voladura de los últimos puentes. Dos figuras de peso en la maquinaria parlamentaria, el secretario general del grupo, Txema Guijarro, y la vicepresidenta tercera de la Cámara Baja, Gloria Elizo, asistirán al acto de Díaz, en el que anunciará por fin que quiere ser candidata a La Moncloa. IU, los comunes y Alianza Verde harán lo propio. Coexisten dos bloques entre los morados y estos evidenciaban de forma clara sus diferencias durante toda la semana. El último ejemplo fueron sus diagnósticos sobre la crisis en el CGPJ. Nadie disimula ya sus divergencias.

Fuentes parlamentarias apuntan, además, que conforme se acerque esta fecha, incluso en esa misma jornada, habrá nuevas adhesiones al proyecto de la vicepresidenta segunda. "Hay gente del grupo que sopesa dar el paso", abundan. Desde que Díaz tomó el relevo de Pablo Iglesias, en 2021, la dirección del grupo ha estado operando en un equilibrio precario, repartido casi en dos mitades. Por un lado, los dirigentes de Podemos y, por otro, los representantes de IU, comunes y Juantxo López de Uralde, diputado de Alianza Verde.

Foto: Yolanda Díaz, arropada por Alberto Garzón, Joan Subirats y Jaume Asens. (EFE/Chema Moya)

De esta dirección solo han dejado de confirmar su asistencia a esta cita los que tienen carnet de Podemos. Y no todos. Guijarro fue parte de la cúpula morada, Jaume Asens, presidente del grupo, aún está en la dirección de Podemos, aunque el alejamiento entre el portavoz de los comunes y los morados tampoco se esconde. El diputado Antón Gómez-Reino también se sienta en la dirección, y forma parte de la esfera de confianza de la vicepresidenta, como Enrique Santiago (PCE). La soledad de los morados es cada día más evidente.

En esencia, los defensores de la vicepresidenta segunda sostienen que toca cerrar filas, porque es la única capaz de contribuir a revalidar el Gobierno de coalición tras las generales de finales de año. Elizo explica a El Confidencial que Díaz es quien puede garantizar un mejor horizonte electoral para la izquierda, y rechaza seguir hablando "de la interna", en un contexto político "preocupante" por el auge de la derecha. Sostiene que su adhesión al acto no sustenta ambiciones personales, sino que cree que es el momento de arropar a la impulsora de Sumar como líder y candidata. La vicepresidenta tercera de la Cámara Baja, jurista de profesión, es una de las tres representantes moradas en la Mesa, la más experimentada de entre sus filas en un puesto clave. Comparten asiento en el órgano de gobierno del Congreso, Gerardo Pisarello y Javier Sánchez Serna. El primero es de los comunes y solo Sánchez Serna, también coportavoz del partido, se mantiene en las tesis moradas.

La vicepresidenta tercera, otrora integrante del núcleo duro, brazo y puño de Iglesias al frente de la Comisión de Garantías morada, lleva años fuera de la cúpula, y se ha desmarcado de los suyos en varias ocasiones, incluso con su voto en el Congreso. Guijarro ha sido más discreto en su alineamiento con Díaz, pero a la interna, los morados ya les habían retirado su confianza, encuadrándolos en el grupo de fieles a la impulsora de Sumar.

Foto: Ada Colau y Yolanda Díaz. (EFE/Quique García)

El secretario general del grupo tiene un papel clave en el día a día parlamentario, aunque no sea tan visible como el del portavoz, Pablo Echenique, y, en líneas generales, nadie cuestiona la labor desempeñada por Guijarro estos años. Y otros diputados con menos responsabilidades y foco mediático, o que han jugado un papel más ambiguo, sopesan ahora dar un paso en favor de Díaz, explican distintas fuentes del grupo.

La entrada triunfal de la vicepresidenta en el pleno, escoltada por los ministros Alberto Garzón (IU), Joan Subirats (comunes), y los propios Asens y Guijarro, así como la campaña en redes con dirigentes de izquierdas adhiriéndose a su causa, ya anticipaba más movimientos. El grupo, apuntan distintas fuentes, seguirá funcionando, aún roto, si bien la actividad parlamentaria quedará reducida a su mínima expresión a partir de la próxima semana, dada la cercanía de las elecciones del 28-M. Hace meses que la separación en bloques era evidente.

Foto: La vicepresidenta Yolanda Díaz, en el Congreso. (EFE/Mariscal)

Estas fisuras se hicieron más profundas y visibles con la batalla por el fiasco con la derogación parcial de la ley mordaza, si bien las diferencias a cuenta de temas como la reforma de la ley del solo sí es sí también habían quedado a la vista. A finales de la semana, con la enésima crisis del Consejo General del Poder Judicial sobre la mesa, nadie se esforzaba demasiado por guardar las apariencias.

Ante la amenaza de varios vocales progresistas de dimitir en bloque, elevando la presión para que el PP acceda a renovar el CGPJ, Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, ponía el foco en el PSOE: "Tiene la llave para poner fin a esta situación de una manera inminente", afirmó. Se refería a la modificación legal que en su día abanderaron ambos partidos que sustentan al Gobierno, y que pasaba por rebajar las mayorías para elegir a los 20 vocales de este órgano, de la que se descolgaron los socialistas.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), junto a sus vicepresidentas, tras la votación de la moción de censura. (EFE/J.J. Guillén)

El mismo viernes, también durante la mañana, Asens pedía la dimisión de los vocales progresistas, reclamándoles que no participasen "del secuestro del PP" a este órgano constitucional. Ambos culpaban al PP de que el CGPJ lleve cuatro años y cuatro meses operando con su mandato caducado, pero, mientras Asens se alineaba con las tesis del PSOE, Belarra decía estar "preocupada" porque se esté "responsabilizando a los vocales actuales" del bloqueo.

Con la ley mordaza se rompieron moldes, con su discurso en la moción de censura subió la tensión, pero con la cercanía de la presentación de Díaz, a la que Podemos asegura que no asistirá si antes no llegan a un pacto de mínimos, casi todos los actores del espacio han reafirmado sus posiciones. Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común ya no puede ocultar sus grietas.

El grupo Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados siempre tuvo fecha de caducidad, pero la implosión efectiva de este espacio se ha adelantado casi un año a la crónica de una muerte anunciada. La presentación de Yolanda Díaz como candidata, el 2 de abril, ha visibilizado la voladura de los últimos puentes. Dos figuras de peso en la maquinaria parlamentaria, el secretario general del grupo, Txema Guijarro, y la vicepresidenta tercera de la Cámara Baja, Gloria Elizo, asistirán al acto de Díaz, en el que anunciará por fin que quiere ser candidata a La Moncloa. IU, los comunes y Alianza Verde harán lo propio. Coexisten dos bloques entre los morados y estos evidenciaban de forma clara sus diferencias durante toda la semana. El último ejemplo fueron sus diagnósticos sobre la crisis en el CGPJ. Nadie disimula ya sus divergencias.

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