Cambio al horario de verano en 2023: ¿dormiremos una hora más o una hora menos?
Llega el momento de mover las manecillas y dar la bienvenida al verano, una larga tradición en los países de la Unión Europea, que se repite cada año, pero no está exenta de polémica
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Se acerca el primer cambio de hora de 2023 que anuncia la llegada del verano. Estas modificaciones horarias tienen una larga tradición en los países de la Unión Europea, pero no están exentas de polémica. Muchos países del mundo, incluyendo España, utilizan esta medida principalmente por el ahorro enérgico que supuestamente supone, ya que así usamos durante más tiempo la luz natural, pero hay quienes, como los expertos de la Sociedad Española del Sueño han advertido en numerosas ocasiones de los efectos perjudiciales de adelantar y atrasar las manecillas. Indican que estos cambios "retrasan el reloj interno produciendo un desajuste".
Un asunto que se está discutiendo a nivel mundial y sobre el que aún no se ha tomado una decisión clara. Pero, por el momento, España seguirá atrasando y adelantando el reloj durante los próximos cuatro años. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó en marzo de 2022 la fecha de los cambios de hora que se producirán hasta 2026.
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Este cambio horario se produce siempre en España la madrugada del último domingo de marzo. De este modo, cuando las agujas del reloj marquen las 02:00 de la madrugada, se tendrán que adelantar a las 03:00 durante la noche del sábado al domingo, es decir, del 25 al 26 de marzo. Por lo que sí, efectivamente dormiremos una hora menos. Como lo más lógico es que a esa hora estés durmiendo, lo más cómodo será adelantar los relojes antes de ir a dormir para levantarte el domingo con la hora real.
No está en la agenda del Consejo Europeo
Quienes están a favor del cambio de hora, centran sus argumentos en el ahorro. Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el potencial de ahorro en iluminación podría alcanzar en torno a 300 millones de euros, el equivalente al 5% del total. De esa cantidad, 90 millones de euros corresponde al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 euros por hogar y los 210 millones restantes se ahorrarían en los edificios del terciario y en la industria.
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Sin embargo, cuando la Comisión Europea propuso abolir el cambio de hora en septiembre de 2018 tras una consulta pública, la gran mayoría -el 80%- de los 4,6 millones de ciudadanos europeos que participaron pidieron que se pusiera fin a esta práctica. De acuerdo con el CIS, el 64% de los españoles está a favor de acabar con el cambio de hora. Aun así, para que se retome el asunto debe ser incluido en la agenda por el país que ostenta la presidencia de turno del Consejo Europeo. Y no lo está.
Si nos centramos en España, la primera vez que se aplicó este cambio fue en 1918, con el objetivo de mantener las fábricas abiertas durante una hora más. Dada la escasez de carbón, "se vieron obligados a intensificar la producción, reducir el consumo y armonizar el horario con el de los países vecinos", según revela el Instituto Geográfico Nacional. A pesar de ello, se produjeron interrupciones en el tiempo. No hubo cambio horario entre los años 1920 y 1925, exceptuando el 1924; y entre 1930 y 1936, exceptuando el 1931. Con la llegada de Franco al poder, se decidió igualar el horario español al de Alemania, pero esto solo duró hasta 1949. Desde 1950 hasta 1973, la hora de verano dejó de aplicarse.
Se acerca el primer cambio de hora de 2023 que anuncia la llegada del verano. Estas modificaciones horarias tienen una larga tradición en los países de la Unión Europea, pero no están exentas de polémica. Muchos países del mundo, incluyendo España, utilizan esta medida principalmente por el ahorro enérgico que supuestamente supone, ya que así usamos durante más tiempo la luz natural, pero hay quienes, como los expertos de la Sociedad Española del Sueño han advertido en numerosas ocasiones de los efectos perjudiciales de adelantar y atrasar las manecillas. Indican que estos cambios "retrasan el reloj interno produciendo un desajuste".