El temor a una cadena de renuncias en el CGPJ paralizó un mes la dimisión de la vocal
El vértigo a un efecto contagio entre los vocales provocó que el presidente en funciones, Rafael Mozo, aplazara la tramitación formal de la dimisión de Concepción Sáez varias semanas
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La vocal progresista Concepción Sáez comunicó de forma verbal su intención de marcharse del Consejo General del Poder Judicial hace semanas, pero no obtuvo la respuesta que esperaba. La combinación del temor al contagio de su iniciativa a otros vocales y la preocupación por los efectos en el funcionamiento normal del órgano provocaron que el presidente en funciones, Rafael Mozo, aplazara la tramitación formal de la renuncia varias semanas. La réplica que esperaba Sáez se alargó más de un mes y la empujó a enviar una carta formal que se hizo finalmente pública este miércoles.
A la vista de los últimos acontecimientos, el temor era fundado. Solo unas horas después de que trascendiera la decisión de Sáez, Álvaro Cuesta, el vocal más cercano al Ejecutivo y antiguo diputado del PSOE, ponía en marcha una iniciativa para convencer a todo su grupo de dimitir en conjunto. Con esa vía, el Consejo quedaría paralizado por falta de quorum, fijado en un mínimo de 11 miembros.
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Con las funciones reducidas, el Consejo parecía limitarse a esperar acontecimientos y nada apuntaba a que fueran a producirse. La última ruptura de las negociaciones entre el PSOE y el PP dejó una nueva herida a sumar a otras anteriores. El pasado octubre, con el acuerdo ya cercano, los dos partidos fracasaron en el enésimo intento por desbloquear el CGPJ. La dimisión de Carlos Lesmes abrió una crisis constitucional sin precedentes, y sirvió de toque de atención definitivo. La reforma del delito de sedición, reactivada por la Moncloa en los últimos días, fue la chispa que hizo saltar por los aires un pacto que estaba "muy avanzado". Distintos sectores ven una ventana de oportunidad el próximo junio, tras las elecciones autonómicas de mayo. Recuerdan que Europa no permitirá que la situación se prolongue más allá de junio.
La carta de Sáez
Este panorama desalentador se encuentra en el origen de la decisión de Sáez, que compartió horas después Cuesta. En su carta, arranca explicando que llevaba meditando mucho tiempo si tiene sentido seguir desempeñando el cargo para el que fue nombrada en diciembre de 2013. "Comprenderás que la situación se hace ya insostenible. He confiado en que la renovación de este Consejo se produciría en algún momento de las sucesivas ocasiones en que parecía inminente y por un excesivo, quizás equivocado, sentido de responsabilidad he venido aguantando el transcurrir de los meses", asegura la misiva a la que accedió El Confidencial.
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Decía también que se le ha agotado la paciencia ante la combinación de la actual incapacidad para tomar decisiones y los intentos por recuperar atribuciones impropias de un órgano que está en funciones. "En este momento, resulta difícil pronosticar cuándo y cómo se resolverá esta larga crisis que tanta deslegitimación está provocando". Terminaba asegurando que el escenario es de "radical y puede que ya irreversible degradación".
La vocal progresista Concepción Sáez comunicó de forma verbal su intención de marcharse del Consejo General del Poder Judicial hace semanas, pero no obtuvo la respuesta que esperaba. La combinación del temor al contagio de su iniciativa a otros vocales y la preocupación por los efectos en el funcionamiento normal del órgano provocaron que el presidente en funciones, Rafael Mozo, aplazara la tramitación formal de la renuncia varias semanas. La réplica que esperaba Sáez se alargó más de un mes y la empujó a enviar una carta formal que se hizo finalmente pública este miércoles.