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Agente antirrumores, la profesión 'woke' que no sabías que existía en tu ciudad
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"Mira tú, como en Cuba y Venezuela"

Agente antirrumores, la profesión 'woke' que no sabías que existía en tu ciudad

Numerosos municipios han implantado 'estrategias antirrumores' para combatir bulos discriminatorios. Esta medida cuenta con algunos detractores, que denuncian un supuesto "control" de la Administración

Foto: Protesta de la Asamblea Antirracista de Madrid frente al Ministerio de Igualdad. (Europa Press/Diego Radamés)
Protesta de la Asamblea Antirracista de Madrid frente al Ministerio de Igualdad. (Europa Press/Diego Radamés)

El Ayuntamiento de Getxo, en Vizcaya, sacó a concurso el pasado 14 de marzo una licitación de 36.000 euros para el "Servicio de gestión integral de la estrategia antirrumores 2023-2025". Su objetivo es desmontar bulos y tópicos en torno a la población migrante y racializada del municipio para cuidar la convivencia. Este es uno de los numerosos consistorios y diputaciones españoles que están contratando personal para la monitorización de ciertas fake news. La iniciativa empezó en 2010 en Barcelona y la idea ha ido calando en diferentes puntos del país. Getafe, Fuenlabrada, Jerez de la Frontera, Guadalajara o Valladolid tienen propuestas similares. La cosa ha crecido tanto que este 28 de enero se celebró en Vitoria el Encuentro Anual de Agentes Antirrumores. Los profesionales de lo social imparten talleres y conferencias para formar a los vecinos en dejar de perpetuar estereotipos, especialmente sobre la población inmigrante.

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¿Están los ayuntamientos intentando controlar la opinión pública? Algunos usuarios de las redes sociales opinan que sí: “Mira tú, como en Cuba y en Venezuela. Los chivatos del régimen”. “Así es. En esa región, hay agentes antirrumores. Para que si algún vasco no dice lo que piensan el 90% de vascos, tenga consecuencias”, apunta otro.

Las instituciones impulsoras de este servicio defienden esta tarea, necesaria para atajar los rumores que dañan la convivencia. La concejala de Cohesión Social de Getxo, Carmen Díaz (PSE-EE), explica a El Confidencial que esta estrategia es un "proyecto de transformación social" para combatir algo que ha ocurrido toda la vida: los prejuicios y habladurías de la vieja del visillo. Durante el año hay encuentros, formaciones y seminarios donde "se profundiza y se da información sobre la estrategia con personas referentes".

Y son los propios vecinos "comprometidos" de Getxo quienes se involucran y ponen en marcha la iniciativa en su día a día. El concurso público que hizo saltar algunas alarmas en las redes no es nuevo y renueva el anterior. Este municipio lleva ocho años apostando por esta estrategia, al igual que otras localidades vascas como Vitoria, Bilbao y otras ciudades. "En este tiempo, han pasado diferentes entidades por la gestión del contrato. Esto se debe a que, por parte del personal municipal, no hay capacidad para destinar el tiempo que requiere la preparación, gestión y coordinación de todas las acciones que se llevan", declara la edil vasca. La idea se plasmó incluso en el plan de legislatura del equipo de gobierno de la localidad, donde uno de los 10 ejes principales era precisamente convertirse en una “ciudad de acogida” sustentada en "valores de igualdad y convivencia intercultural".

Las críticas en internet no llaman la atención a los profesionales antirrumores. “Lo vemos a diario”, señala Juande Gómez, el portavoz del proyecto Vallecas Antirrumores, que recibe financiación europea. Pero ¿en qué consisten todas estas estrategias? “Cuando hablamos de antirrumores, decimos que existen estereotipos, prejuicios e informaciones que hemos incorporado en nuestra escalada de valores y los hemos asumido. Es estructural y hemos crecido normalizándolo”. El movimiento surge para atajar situaciones de indefensión, especialmente de la comunidad inmigrante. España es un país cada vez más diverso. El padrón de 2022 registra 7.534.513 personas nacidas en el extranjero, un 2,9% más que el año anterior. Una cuestión de la que no tienen constancia la mayoría de españoles, según el CIS. La inmigración ya no es uno de los "principales problemas" de la población, como sí lo era en 2018.

Los agentes antitrolas, víctimas de conspiraciones en redes, no son una profesión regulada como tal. Son trabajadores, educadores, integradores sociales, psicólogos y demás profesionales relacionados e involucrados en el ámbito de lo social con especial incidencia en combatir la xenofobia.

El responsable en Vallecas explica que existen tres tipos de proyectos de este perfil. Aquellos completamente independientes, otros organizados por varias asociaciones o entidades jurídicas y aquellos impulsados por instituciones públicas. La localidad madrileña de Fuenlabrada lleva tiempo trabajando con programas similares y este año han dado un paso más: han formado una estrategia juvenil en centros educativos. “En febrero de 2023, se iniciaron actividades relacionadas con la creación de un grupo motor de jóvenes antirrumores, compuesto por un total de 33 chicos y chicas. Esta iniciativa consiste en formarles para saber cómo detectar los mensajes negativos que se transmiten en Fuenlabrada, relacionados con la diversidad cultural, y que pueden perjudicar la convivencia en el municipio”, explican desde el consistorio.

También en el ámbito sanitario se están desarrollando planes antirrumores. La Fundación Salud entre Culturas trabaja para desmontar los rumores racistas con fondos públicos del Gobierno de Castilla-La Mancha desde noviembre. Trabajan especialmente en Guadalajara, una provincia que integra un alto porcentaje de población inmigrante. “Tenemos mucha labor con el personal sanitario para que atiendan en igualdad de condiciones a alguien nacional y a alguien extranjero”, señala su portavoz, Ignacio Peña. La iniciativa del Ejecutivo regional se enmarca dentro del plan de humanización para "dar un paso más por la mejora de la accesibilidad de todas las personas a la atención sanitaria".

Estos agentes también actúan en hospitales de la Comunidad de Madrid. "El Ramón y Cajal nos cede un espacio para que podamos trabajar. Lo que hacemos es desmontar los bulos respecto al sobreúso de los servicios públicos de las personas migrantes", añade. Para corregir la falsa percepción de que son los inmigrantes los que más usan los servicios sanitarios públicos. De hecho, según datos de la fundación Andalucía Acoge, que gestiona la estrategia Stop Rumores desde 2014 en Andalucía, el gasto público en Sanidad empleado en el colectivo inmigrante es solo del 6,5%. Y dan otro dato. El coste farmacéutico por paciente extranjero en 2021 fue de 73,70 euros, mientras que el de un nacional ascendió a 374,01 euros.

Foto: Un repartidor, delante de una oficina de empleo. (EFE/Mariscal)

José Miguel Morales, al frente de esta última estrategia andaluza, muestra especial preocupación por el peligro de las fake news. "Los rumores son espontáneos y no están organizados. El problema son las fake news". Un ejemplo reciente que afecta de modo directo a las comunidades de vecinos es el alarmismo infundado que despertó la ciudad de los 15 minutos. La gente creía que la intención de los ayuntamientos era prohibir la libre circulación, crear guetos y que nadie pudiera moverse de su barrio.

"Cuida esa boquita"

Desde Andalucía Acoge, y a propósito de las últimas elecciones municipales de 2019, llevaron a cabo una campaña antirrumores dedicada a los grupos políticos. Básicamente, la intención era evitar que alguien se retratase como un faltón. Y hacía las siguientes recomendaciones. "Utiliza discursos que favorezcan la convivencia / haz que tus argumentos vayan en favor de los derechos humanos / que tu propuesta electoral represente la diversidad de tu comunidad" fueron algunos de los principales eslóganes de la estrategia.

El Ayuntamiento de Getxo, en Vizcaya, sacó a concurso el pasado 14 de marzo una licitación de 36.000 euros para el "Servicio de gestión integral de la estrategia antirrumores 2023-2025". Su objetivo es desmontar bulos y tópicos en torno a la población migrante y racializada del municipio para cuidar la convivencia. Este es uno de los numerosos consistorios y diputaciones españoles que están contratando personal para la monitorización de ciertas fake news. La iniciativa empezó en 2010 en Barcelona y la idea ha ido calando en diferentes puntos del país. Getafe, Fuenlabrada, Jerez de la Frontera, Guadalajara o Valladolid tienen propuestas similares. La cosa ha crecido tanto que este 28 de enero se celebró en Vitoria el Encuentro Anual de Agentes Antirrumores. Los profesionales de lo social imparten talleres y conferencias para formar a los vecinos en dejar de perpetuar estereotipos, especialmente sobre la población inmigrante.

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