El nuevo agresor sexual tiene menos de 18 años: "Hemos fallado al transmitir el mensaje feminista a los chicos"

El escándalo de una violación grupal a una niña en Badalona hizo saltar las alarmas a principios de este mes de marzo. Una menor de 11 años denunció haber sido atacada por parte de otros críos de 14, inimputables para la justicia, en un centro comercial de la localidad catalana. No es un caso aislado. Los últimos días han salido a la luz otros casos de esta índole que involucran a menores de 18 años. Cinco jóvenes fueron identificados en El Vendrell por un presunto caso de abusos sexuales en el instituto del municipio. Además, los Mossos d’Escuadra detuvieron a otro adolescente por agredir a una chica en un domicilio de Esparreguera. En apenas dos semanas se han producido tres episodios llamativos solo en Cataluña. “Por muchos protocolos o recursos que pongamos [en los colegios], continuará habiendo violencias sexuales (...) La escuela no deja de ser un reflejo de la sociedad”, señaló el conseller de Educación de la Generalitat, Josep Gonzàlez-Cambray. ¿Qué está ocurriendo para que los más jóvenes sean los nuevos protagonistas de estas violencias?

Carmela Del Moral, responsable de políticas de infancia en Save the Children, considera que el asunto transciende más allá de la cuestión pornográfica. "Hemos fallado a la hora de transmitir el mensaje del feminismo a los chicos. Llevamos mucho tiempo hablando de esto, lo que ha provocado también un discurso negacionista de la violencia de género que hace que muchos crean que no exista. Tampoco hemos conseguido demostrar modelos de masculinidad atractivos para ellos y para ellas fuera de la faceta del chico malo. No les hemos enganchado, y si también falla la educación sexual, lo que se produce es que no hay filtros", subraya.

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Básicamente, lo que ocurre es que como sociedad no se les ha dado las herramientas necesarias. Alba Alfageme, psicóloga especializada en violencias machistas, argumenta que "hay un problema estructural y debemos trabajar esa masculinidad". "Se ha hecho poco trabajo en eso porque nos hemos centrado en las mujeres, en salvarnos la vida. Y ahora el quid de la cuestión es concienciar de que la violencia no es atractiva", añade Alfageme.

Las cifras oficiales hablan por sí solas. La Fiscalía General del Estado registró en 2021 hasta 2.625 casos de delitos sexuales realizados por menores, lo que implica un aumento de 58% con relación al año anterior. De hecho, los procedimientos por violaciones subieron un 22,7% y los abusos sexuales perpetrados por menores incrementaron un 75%. No es la primera vez que los datos alarman al Ministerio Público. La Fiscalía de Menores de Barcelona ya tachó de “preocupante” en 2020 el aumento de delitos sexuales entre adolescentes. En cualquier caso, los números deben ser tomados con precaución. No es lo mismo un aumento de denuncias que un aumento de casos reales. “Es normal que nos alarmemos al ver estos datos, pero también hay más sensibilización y menos tolerancia hacia determinadas conductas que antes no salían a la luz”, señala Del Moral.

En los últimos 10 años, ha aumentado un 70% la violencia sexual hacia niños y adolescentes

Esta organización lleva meses estudiando el fenómeno. El último informe de Save the Children, que data de mayo de 2022, reflejaba que, en los últimos 10 años, ha aumentado un 70% la violencia sexual hacia niños y adolescentes en España. De 3.322 denuncian que se interpusieron al respecto en 2010, en 2020 la cifra asciende a 5.685 víctimas menores de edad. De estas, cuatro de cada cinco eran niñas y chicas adolescentes. Y hay ciertos patrones que se repiten. Entre un 20 y un 30% de los agresores menores han sido víctimas de múltiples violencias o viven en entornos complejos. "También hay que reflejar que en el caso de las agresiones en grupo, el conjunto ayuda. Seguramente solos no lo harían", continua la psicóloga.

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Inma García, presidenta de la Asociación Contra los Abusos Sexuales en la Infancia (Acasi), reconoce a El Confidencial que están percibiendo un aumento de agresores menores de edad. “Tenemos la teoría de que es porque se tiene acceso a internet muy pronto”, señala. “Hay que tener un control sobre lo que ven los niños en las tablets, como la pornografía”, continúa. En esta percepción coincide Gregorio Gómez Mata, cofundador de la Asociación ALMA contra la Violencia de Género. “Esto lleva pasando mínimo un año. Lo de ahora ya está descontrolado. Estamos hablando de una falta de educación de todo tipo. Sin educación sexual en el hogar y en el colegio, la única a la que tienen acceso es el porno. Y si encima se dan cuenta de que no pueden ser juzgados… hay que buscar responsabilidades. Lo que no puede ser es que no pase nada”.

¿Y el porno? La punta del iceberg

Los expertos coinciden en la cuestión pornográfica, pero esta es solo la punta del iceberg. El fiscal de Sala Coordinador de Menores, Eduardo Esteban, señaló a Europa Press que el acceso al contenido sexual en internet de población cada vez más joven tiene un “efecto criminógeno” entre los adolescentes. Por su parte, la Fiscalía Superior de Andalucía alertó de un crecimiento “exponencial” de estos delitos y que los jóvenes denunciados "se alimentan de la información a través de las redes sociales, con visionados de material pornográfico que provocan un aprendizaje viciado".

"No les estamos ofreciendo educación sexual y su libro de instrucciones son estos videos", señala Alfageme, psicóloga especializada

Culpar al porno como único culpable del aumento de delitos sexuales es un error. Más que la causa, es la consecuencia de la ausencia de educación. “Nos encontramos ante una doble circunstancia porque además de la cuestión sexual, la edad temprana es un factor de riesgo”, señala Del Moral. En el informe (DES)Información sexual, pornografía y adolescencia, Save The Children concluyó que casi la mitad (48%) de adolescentes que consumen pornografía la valida como fuente de aprendizaje sobre sexualidad, los chicos un 12% más que las chicas. “No podemos tener datos exactos, y no es que la pornografía sea la culpable de todo, pero sí preocupa. La mitad de los adolescentes decían consumir porno para sacar ideas para sus relaciones sexuales”.

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¿Qué ocurre? Que no existe alternativa. "La pornografía está colonizando espacios. Los niños y las niñas encuentran el porno de forma casual, y a los 12 ya lo buscan. No les estamos ofreciendo educación sexual y su libro de instrucciones son estos videos. En Finlandia incorporan este tipo de educación desde una edad muy temprana y eso lo que genera es una mirada crítica", continúa Alfageme.

En la misma línea, los últimos datos del informe de criminalidad del Ministerio el Interior señalan que en 2022 se han cometido 17.389 delitos contra la libertad sexual, casi un 30% más que en 2019 y un 13% por encima del año anterior. De estos, los referidos a agresión sexual con penetración han aumentado un 53,2% en los últimos tres años.

Además de la figura del agresor, casi el 50% de las víctimas de delitos sexuales son menores, según el informe Delitos contra la libertad e indemnidad sexual, de 2021, del Ministerio. “Hay que destacar la gran proporción de las victimizaciones de menores por estos hechos. En la actualidad representan el 48,8% del total, situándose a gran distancia del segundo grupo de edad con mayor número [18 a 30 años]”, describe el estudio. El total de víctimas de entre cero y 17 años fue de 8.317, y los casos en las niñas triplican las cifras de los niños.