Yolanda Díaz se viste de líder: reparte flores al Gobierno y abronca al "profesor Tamames"

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Yolanda Díaz ha aprovechado el debate de la moción de censura para vestirse, ahora, de líder de todo su espacio político y de representante del Gobierno en su conjunto. La vicepresidenta segunda, a menudo criticada desde las dos alas del Ejecutivo por su calculada ambigüedad, ha cargado hoy con dureza contra Vox en su réplica a Ramón Tamames, y ha reivindicado los logros de Pedro Sánchez y del Gobierno en su totalidad: desde Nadia Calviño, la bestia negra del espacio Unidas Podemos, a las propias dirigentes de Podemos. "Queda Gobierno de coalición para mucho tiempo", afirmó.

Ha sido un discurso con tintes de candidata, un papel que había evitado hasta la fecha, pero con el que coquetea a apenas 10 días de lanzar su proyecto político. Díaz, que habitualmente acostumbra a centrarse a las materias que son competencia exclusiva del Ministerio de Trabajo y Economía Social, ha aprovechado hoy para hacer un repaso a los méritos de otros ministros, incluso más exhaustivo que el pronunciado por Pedro Sánchez durante su balance. Sus halagos a Ione Belarra e Irene Montero, números uno y dos de Podemos, respectivamente, llegan en un momento de máxima tensión en la relación entre Díaz y los morados; la vicepresidenta segunda no ha escatimado en gestos hacia los suyos, a las puertas del lanzamiento de Sumar, mientras lanzaba una ristra de datos intercalados con reproches al veterano "profesor Tamames".

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El propio candidato de la moción de Vox ironizaba en su réplica, agradeciéndole estas "lecciones", afeándole que se extendiera durante más de una hora —como ya hiciera con el presidente del Gobierno— y señalando el elefante en la habitación: el discurso de Díaz, afirmó, era también "la presentación del proyecto político que creo que se llama Sumar". Tras casi seis horas y media de sesión, el propio candidato rechazaba dar réplica a la vicepresidenta segunda, y reclamaba a Meritxell Batet una pausa. La presidenta acordó suspender el pleno durante apenas 40 minutos.

Montero y Díaz aplaudían sin mucho entusiasmo el discurso de la vicepresidenta segunda. Díaz citó también a Alberto Garzón, ministro de Consumo y líder de IU, por conseguir "la regulación de aquello que parecía imposible", en referencia a las casas de apuestas, pero esto no causa sorpresa: Izquierda Unida es un firme aliado, mientras que la relación con Podemos es mucho más tormentosa. Sin menciones a su predecesor, Pablo Iglesias, a Belarra le atribuyó estar cambiando "el paradigma" de la atención a la dependencia en España. A la ministra de Igualdad, por su parte, le agradeció que esté garantizando "los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres".

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Acusa a Tamames de "envilecer la democracia"

Díaz no ha escatimado en reproches al candidato de una moción que solo busca "derrocar al adversario", que persigue el "fin espurio" de "golpear al Gobierno de España". "Esto es envilecer la democracia", le afeó. También criticó que no presente "un programa", cuando la moción de censura reglamentariamente debe ser "constructiva", y no una iniciativa "destructiva", "frente al Partido Popular". Incluso le afeó sus vaivenes políticos, recordando la "lucha" del PCE por traer la democracia. "Es confuso escucharle intervenir, con su procedencia, siendo candidato de un partido como Vox". "Nunca se sale indemne de la convivencia con la ultraderecha y el extremismo"; "el programa de Vox se coloca extramuros de la Constitución", advirtió.

En esa suerte de clase magistral a Tamames, Díaz introdujo el feminismo como eje transversal, y recurrió a los ERTE desplegados durante la pandemia, a la reforma laboral y a la subida del SMI como grandes éxitos, con menciones a las becas de estudio o al ingreso mínimo vital (IMV). "Siendo una referencia en economía, como es", afirmaba, sería bueno tener en cuenta la valoración del SMI que hace el Banco de España "para combatir la pobreza y la desigualdad", sermoneaba. "Si hay una herramienta que sea feminista e igualitaria es el SMI"; "Usted combate desde el sindicalismo vertical el SMI", abroncó.

No hizo mención expresa a ninguna de las leyes del Ministerio de Igualdad, sino que, al descender al detalle, se centró en las medidas que llevan el sello de su Ministerio: con la reforma laboral cosechó carcajadas entre las bancadas de la derecha al asegurar que "se está discutiendo en las universidades mundiales": "Estamos superando el doble de contratos indefinidos de Francia"; "En Europa, hoy, cuatro de cada 10 empleos que son estables son españoles" abundó. "Sería bueno que lo pusiera en valor, esto es hablar de la Constitución Española y la democracia", zanjó. A lo largo de toda su intervención, Díaz retuvo estos dos roles: Tamames fue el "profesor" al que ella daba clase, pero también era la candidata que aún no ha armado una candidatura.