La impasible reacción de Tamames ante el discurso de Abascal tras dos horas de moción

• Moción de censura de Vox y Ramón Tamames contra Pedro Sánchez, en directo

Más de dos horas desde que comenzó la sexta moción de censura de la democracia española y su protagonista no ha pronunciado aún una sola palabra. El candidato de Vox para expulsar a Pedro Sánchez de la Moncloa a dos meses de las elecciones autonómicas y locales, Ramón Tamames, permanece sentado en el Congreso de los Diputados, en la silla del hombre que lo propuso para liderar este día: Santiago Abascal. Pero, aunque su intervención está entre las más esperadas —pese a que hace días que se tiene una idea aproximada de su contenido—, se hace esperar el momento de conocer si hubo o no cambios finales.

El primero en hablar, tal y como dictan las normas parlamentarias que rigen este tipo de mociones, fue el presidente el grupo proponente, Vox. Abascal subía a la tribuna ante la mirada de Tamames, al que definió en varias ocasiones con dos palabras muy concretas: "independencia" y "prestigio". En el foco de sus críticas estuvieron primero el PP, y luego el PSOE. Contra los del Alberto Núñez Feijóo reprochó que su líder no estuviera presente en el hemiciclo, y, por lo tanto, "no haga oposición" como le correspondería. Luego llegó el turno del PSOE, ante el que se desplegaron toda una serie de críticas desde todos los frentes: economía, feminismo, inmigración, polémicas legislativas o referentes a la crisis energética.

TE PUEDE INTERESAR

Abascal, a Feijóo: "Votemos juntos hoy y entendámonos mañana para ofrecer una alternativa"

A. B. Ramos L. Barragán

Solo hubo momentos muy escasos en los que Ramón Tamames pareció recoger alguno de los guantes que Abascal le lanzó durante su discurso. Fue en la segunda intervención del líder de Vox, instantes después de que el presidente del Gobierno saliese a hacer su primera réplica. En ese momento, el representante de la ultraderecha volvía a hacer mención a las diferencias con su candidato a esta moción. Esta contradicción los persiguió en numerosas ocasiones durante las últimas semanas. En todas ellas, la respuesta fue la misma: que hay "objetivos comunes" mucho más importantes. Desde la silla, se veía como el exmiembro del PCE sí asentía con convicción.

Las primeras dos horas de debate se han convertido en un pase de balón continuado entre Vox y el PSOE. Ninguna de las partes tiene limitaciones de tiempo ni de intervenciones antes de que comparezca Tamames. Él hablará desde la silla de Abascal, sin acudir a la tribuna. Esta decisión se tomó antes del debate para evitar que el candidato, que aspira a presidir el Gobierno de España cuando roza ya los 90 años, tenga que subir y bajar las escaleras durante la jornada. El miércoles, último día del debate parlamentario, será el turno del resto de grupos de la Cámara Baja, que intervendrán en orden de menor a mayor representación.

La clave: rehuir a Tamames

Que el candidato oficial de la moción de censura pierda protagonismo encaja con los planes de Ferraz para salir airosos de la misma. Sánchez sabe que Ramón Tamames tiene una trayectoria por la que debe ser respetado y trata de no confrontar directamente con él, sino con Vox y, en menor medida, el PP. Prácticamente, fue solo en los primeros minutos de su réplica inicial, tras la apertura del debate con Abascal, cuando el presidente del Gobierno habló de un "candidato de circunstancias" para referirse al nonagenario que le escuchaba atento desde la grada.

Aunque Vox trató de frustrar sus planes. "Usted vino aquí a censurarme a mí, pero yo no soy el candidato, es Tamames", ironizó Abascal en una de sus declaraciones. Así, instaron al presidente a "tomar nota" de todo lo que diga su oponente en esta moción de censura. Finalmente, llegó el esperado turno del contrincante propuesto por la ultraderecha para disputar a Sánchez la presidencia, justo después de un inesperado receso a media mañana.