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Sin elecciones anticipadas y el espaldarazo a Ferrovial: las claves del discurso de Tamames
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Sin elecciones anticipadas y el espaldarazo a Ferrovial: las claves del discurso de Tamames

El candidato de Vox toma al fin la palabra en una jornada histórica. Su intervención, ya filtrada, sucede sin grandes sobresaltos: la crisis energética, la vivienda o los problemas que afrontan las pequeñas y medianas empresas

Foto: El profesor Ramón Tamames (i) conversa con el líder de Vox, Santiago Abascal (d), durante el debate de la moción de censura de su partido contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Chema Moya)
El profesor Ramón Tamames (i) conversa con el líder de Vox, Santiago Abascal (d), durante el debate de la moción de censura de su partido contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Chema Moya)

Llegó el momento. Ramón Tamames, el candidato de Vox a la moción de censura contra Pedro Sánchez, tomaba la palabra tras más de dos horas de silencio. Su discurso vino después de varios cruces de reproches entre el líder del grupo proponente, Santiago Abascal, y el presidente del Gobierno. Pero el político nonagenario y exmiembro del PCE pronunció tras el receso un relato de la España que se encontró al final de su carrera. "Lo confieso, el acto de hoy es para mí una secuencia inesperada, una clara esperanza del propio guion de mi vida", llegó a reconocer. Incluso esas palabras de emoción estaban ya plasmadas, en un discurso que hacía días que pasaba de mano en mano. Aunque no todo estaba en la filtración.

Parte 1. Sin giros de guion

Tamames siguió el texto inicial, salvo algunos cambios sin importancia para reducir tiempo. Había dudas de si alteraría o no el mensaje, sobre todo después de hacerse público por sorpresa. Aunque él mismo adelantó que no habría cambios sustanciales. Como se esperaba, pidió un adelanto electoral para las generales, de forma que coincidan con las autonómicas y municipales del 28 de mayo. En un principio están previstas para finales de año, aunque aún no fueron convocadas. También hubo guiños a Ferrovial, la multinacional española dedicada a la construcción y las infraestructuras que anunció su idea de abandonar España. La compañía recibió un claro espaldarazo por parte de Tamames, que no cedió en críticas al Gobierno. Sobre todo, por el impuesto a las grandes fortunas.

"Usted, señor Sánchez, sigue considerando a los empresarios como defraudadores fiscales", le recriminó, aludiendo a una Administración que a su juicio recauda en exceso y ha quedado "más que obsoleta". En más de una ocasión dijo que la vuelta al Congreso era para él como un retorno "a casa", pues fue allí donde vivió muchos de los grandes momentos que marcaron su carrera política. Pero el país que hoy le escucha es muy distinto de aquel en el que un día participó de manera activa. El propio Sánchez reconoció que coincide con su contrincante en el diagnóstico que hace de la España actual, pero no en las soluciones.

Foto: El candidato a presidente del Gobierno en la moción de censura registrada en el Congreso, Ramón Tamames. (EFE/Kiko Huesca)

Uno de los momentos más llamativos llegó cuando Tamames cuestionó que no hubiera salido aún adelante la ley de vivienda. Esta es una de las grandes espinas clavadas del Ejecutivo de coalición, sobre todo de la facción morada. Unidas Podemos fue su principal impulsor, y este mismo mediodía salía la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, a pedir en los pasillos del Congreso que se llevara a efecto de una vez por todas.

Por lo demás, todo transcurrió casi sin sobresaltos. El candidato presentado por Vox manifestó sus miedos ante la situación que viven las pequeñas y medianas empresas en un contexto de crisis económica, sobre todo por las "barreras regulatorias" que les impone el Estado. También del reto demográfico —"un suicidio demográfico", lo calificó— y la despoblación que afecta cada vez más a las zonas rurales; del deterioro de la sanidad pública o las cuentas pendientes en materia de educación, para la que pidió impulsar las universidades y el panorama científico español en el resto del mundo.

Foto: Zafra (Extremadura), en la Vía de la Plata. (CC/Jocelyn Erskine-Kellie)

Sobre la reciente reforma de las pensiones, que mencionó hablando de aquellas medidas recientemente adoptadas por el Ejecutivo, no dudó en tildarla de "parche" mientras ve un rumbo claro: que en el futuro estas deberán "cofinanciarse" en un modelo de tintes público-privados. Se cuestionó también el cambio de postura del Gobierno español respecto al Sáhara Occidental, en línea con los deseos de Marruecos tras una crisis diplomática entre ambos países, España y el reino alauí, con las entradas masivas de inmigrantes a Ceuta en mayo de 2021.

La inmigración, otro asunto peliagudo en el que saltan las diferencias ideológicas entre Tamames y Vox, fue abordada casi de puntillas por el político nonagenario. Más que hablar de un efecto llamada o arremeter directamente contra el presidente, el candidato de la moción de censura miró a Europa para concentrar las críticas ante lo que llamó una "pereza legislativa" al organizar los flujos migratorios. La guerra del agua, que en los últimos meses cobró protagonismo por los enfrentamientos que supone entre comunidades tras el recorte en el trasvase del Tajo-Segura, logró colarse en el discurso: "Necesitamos un órgano regulador nacional con verdaderos poderes", exigió, denunciando que no ocurre así con el actual Consejo Nacional del Agua.

Parte 2. Lo que faltó por hablar

Antes de dar paso a la segunda charla de Tamames, Pedro Sánchez centró su contestación en aquello que menos daño electoral podía hacerle: exponer al candidato frente a sus propias contradicciones. Cuando el nonagenario volvió a tomar la palabra, lo primero que hizo fue ironizar con el tiempo de intervención del presidente en su respuesta, que estimó en una hora y 40 minutos. Aprovechó para poner en duda que la normativa parlamentaria no limite estas comparecencias, pues cree que así solo se logran "discursos reiterativos" en los que nadie va al fondo del asunto: "Esta moción de censura debe ser útil", deseó, a la vez que pedía reformar los sistemas de la Cámara que derivan en situaciones como esta.

De manera insólita, Sánchez y su equipo tuvieron tiempo de revisar la primera intervención del candidato a disputarles la Moncloa. Aun así cabía opción a que hubiera cambios, que finalmente no se dieron de manera sustancial. Pero todas las represalias que llegaron después fueron una sorpresa para los espectadores del debate. Entre las más significativas, Tamames cuestionó al presidente por haber incluido en su respuesta al discurso principal "ninguna referencia" ni a la "lengua española", ni a las leyes electorales actuales que permiten la "sobrerrepresentación" de los separatistas. Tampoco a las complicadas relaciones de un Gobierno Frankenstein, o a la sedición y a la malversación, pese a las polémicas reformas del Código Penal que coparon las portadas hace solo unos meses.

Tamames, sobre Vox y el cambio climático: "Mi esperanza son sus votantes"

Tamames respondió a las críticas por postularse como candidato de Vox en la moción pese a sus diferencias respecto a la crisis climática. En este sentido, son el día y la noche: si el primero ve aquí uno de los grandes retos actuales de la humanidad, si no el mayor, los segundos se caracterizaron siempre por un discurso negacionista y el rechazo a este tipo de debates. "Mi esperanza son sus votantes", reflexionó el profesor. El discurso del candidato en la segunda moción de censura contra Pedro Sánchez no ignoró sus propias limitaciones. Incluso reconoció sin tapujos que era poco probable sacarla adelante, por falta de apoyos. Pero también dejó entrever que su idea era otra: influir en el debate público y marcar la agenda.

Llegó el momento. Ramón Tamames, el candidato de Vox a la moción de censura contra Pedro Sánchez, tomaba la palabra tras más de dos horas de silencio. Su discurso vino después de varios cruces de reproches entre el líder del grupo proponente, Santiago Abascal, y el presidente del Gobierno. Pero el político nonagenario y exmiembro del PCE pronunció tras el receso un relato de la España que se encontró al final de su carrera. "Lo confieso, el acto de hoy es para mí una secuencia inesperada, una clara esperanza del propio guion de mi vida", llegó a reconocer. Incluso esas palabras de emoción estaban ya plasmadas, en un discurso que hacía días que pasaba de mano en mano. Aunque no todo estaba en la filtración.

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