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La vieja guardia del PCE, sobre Tamames: "Es esperpéntico, frívolo. Nunca fue comunista"
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Moción de censura de Vox

La vieja guardia del PCE, sobre Tamames: "Es esperpéntico, frívolo. Nunca fue comunista"

Cristina Almeida, Julián Ariza y Félix López-Rey recuerdan cómo era el candidato de Vox a la moción de censura hace más de 40 años, antes de abandonar la izquierda. "Puso de moda la palabra "tránsfuga"

Foto: Ramón Tamames. (EFE/Kiko Huesca)
Ramón Tamames. (EFE/Kiko Huesca)
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"Uno a los 89 años intenta no hacer el ridículo, tener una vejez respetable, respetada o respetuosa, que no llame la atención, no este morbo que hay". Julián Ariza (Madrid, 1934), histórico sindicalista fundador de CCOO, ya escuchó hablar de Ramón Tamames en la década de los cincuenta. Lo consideró un "prometedor economista" cuando leyó su libro Estructura económica de España, en los sesenta… y después lo descabalgó del pedestal cuando empezó a tener más trato con él, en los setenta, y descubrió su "alta dosis de idolatría", o que algunas cosas "no se las tomaba muy en serio".

Tres históricos militantes, dirigentes y activistas de izquierdas explican a El Confidencial sus experiencias, impresiones e interpretaciones ante la evolución vital y política del candidato de Vox a una moción de censura que nace muerta. La sexta moción de censura de la democracia se ha convertido en un "esperpento", como afirman dirigentes de todos los colores políticos de ahora y de entonces, hace 50 años, cuando Tamames aún no había iniciado su particular travesía ideológica. "Fue el que puso de moda la palabra transfugismo", apunta Félix López-Rey (Toledo, 1948), activista vecinal perpetuo y hoy concejal de Más Madrid en el ayuntamiento. "¿Por qué acepta hacer esto ahora? Tiene un ego muy grande, y a veces no sabemos envejecer", dispara.

López-Rey: "Tamames fue quien puso de moda la palabra 'transfugismo"

Si este edil afirma que ya era "un señorito" hace décadas, Ariza está entre los escasos políticos y activistas con galones que coincidieron con él en sus años como dirigente comunista que no se han sorprendido por el enésimo giro de guion. Por presenciar cómo el "joven progresista, que luego fue de la dirección del PCE", haya acabado siendo candidato de Vox en una moción de censura que nace muerta. "Es una evolución singular, no creo que tenga ninguna otra matriz que no sea la vanidad, aparecer en los medios. No tiene otra explicación racional, pero la respeto. A mí no me ha decepcionado, ya apuntaba maneras".

La frialdad del sindicalista de CCOO contrasta con la "tristeza" de López-Rey, no tanto por el viraje del economista como por la "desafección" que genera entre los votantes de izquierdas. Y a esto se suma el "dolor" de Cristina Almeida (Badajoz, 1944), abogada y también histórica dirigente de izquierdas, que coincidió con Tamames en el año 79, en el ayuntamiento de la capital, cuando este era vicealcalde del Gobierno de Enrique Tierno Galván. Almeida relata que Tamames "trabajó muchísimo" en su día, con una "calidad estupenda", si bien abandonó la izquierda "hace muchos años", para ir dando "traspiés de un lado a otro", "diciendo hoy cosas contrarias de lo que opinaba". "Hay giros insospechados", afirma, como el de Fernando Sánchez Dragó, "su amigo, el que lo ha recomendado" a la dirección de Vox, y que en su día fue "de los más rojos que había". El debate que el Congreso debe acoger esta semana se anticipa "esperpéntico" a sus ojos.

Ariza: "No tiene ninguna matriz que no sea la vanidad, aparecer en los medios"

Tamames volverá al hemiciclo del Congreso 33 años después de renunciar a su escaño. Entre 1987 y 1989, fue concejal y diputado de IU, para después saltar al CDS, fundado por el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, tras dejar la UCD. El Centro Democrático y Social se integraría años después en el PP, pero Tamames no estaría ya dentro para verlo. En el 81 dejó el PCE, y ocho años después, cuando acaba de abandonar IU, las cámaras de TVE recogieron la bronca que le propinó el propio López-Rey, entonces compañero en el ayuntamiento: "Al obrero de San Blas, al obrero de Orcasitas... les has engañado, Ramón. Le has engañado, Ramón, les has traicionado. Les hablabas de giro copernicano, ¿pero qué giro copernicano era ese? No te podré creer en la vida, Ramón, a mí me has decepcionado totalmente".

Diez años antes, fue el mismísimo Tamames quien llamó por teléfono al militante vecinal del barrio de Orcasitas para informarle de que había pensado en él para ser concejal. "Le dije: '¿Ramón, con quién has contado?'. Y lo rechacé", recuerda el edil, hoy con carné de IU. Para el hombre que había pasado 24 años viviendo en una chabola, y que no conoció una bañera hasta la veintena, Tamames resultaba un hombre "muy brillante", pero eso no bastó para convencerle de ser concejal hasta varios años después, ya en el 87.

Foto: El candidato a presidente del Gobierno en la moción de censura registrada en el Congreso, Ramón Tamames. (EFE/Kiko Huesca)

"Ahí Tamames ya se había marchado del PCE y fundado la Federación Progresista, aunque cabían en un taxi", recuerda. La memoria le lleva también a un mitin en San Blas, en el que él y Julián Rebollo, también edil, se quedaron "tirados" por Tamames, que no acudió al acto. "Desapareció, y la gente le estaba esperando". También rescata los plenos en los que Tamames "intentaba que hablaran otros antes que él": "Como era brillante, intentaba que hablaran otros, cogía onda y siempre tenía salida".

Tampoco es que se vieran mucho en el ayuntamiento: "No venía más que los lunes por la mañana, un rato, y ya le empecé a calar como un 'viva la virgen". Un viernes de 1989 esperaban para ver al alcalde, pero el economista se marchó antes, "tenía prisa". Dos días después, López-Rey leyó en el periódico que Tamames había vuelto a saltar del barco, en este caso el de Izquierda Unida. "En el 79, me hinché a pegar carteles de Tamames", "luego fue cambiando". "Era un señorito de costumbres y de todo, como Sánchez Dragó o Federico Jiménez Losantos", abunda.

Foto: Santiago Abascal y Ramón Tamames, el jueves en el Congreso. (EFE/Javier Lizón)

Ariza coincidió con el actual candidato de Vox a la presidencia del Gobierno en la dirección del PCE, en los setenta: compartieron mítines, coincidieron en las reuniones de la organización… "Y después se fue del partido para crear el suyo propio, luego se alió con Gerardo Iglesias para fundar IU". Perteneció, explica el sindicalista, a la dirección de un "partido respetable, que se había comportado heroicamente, y de ahí fue saltando hasta llegar a la organización que dejó Suárez tras dinamitar la UCD". "Después, coquetea con fuerzas de izquierdas y de derechas", abunda.

"Ha tirado por tierra una juventud bastante presentable, una madurez en los ochenta, como concejal, con una trayectoria bastante digna. Le ha vencido el aparecer en los medios", agrega. Ninguno de los que le conocieron deja de reconocer su paso por la cárcel de Carabanchel durante el franquismo, su actuación en el PCE… El problema es lo que vino después. Y, sobre todo, lo que ha propiciado décadas más tarde.

Vehículo para dañar a la izquierda: "Nunca fue comunista"

Con distintas palabras, Almeida, López-Rey y Ariza coinciden en una misma lectura: el pasado como dirigente comunista del candidato de Vox, hace décadas, se está utilizando estos días para atacar a la izquierda. "Que se quiera ahora sacar su pasado progresista y poner el foco ahí me parece fatal", critica la abogada y cofundadora de IU. Más, si cabe, por todos los cambios de chaqueta que acumula Tamames desde que abandonó el PCE.

Foto: Ramón Tamames. (Alejandro Martínez Vélez)

"Me jode ver así a la gente que empaña la lucha de los que lo han dado todo por la gente trabajadora de este país", censura López-Rey. "Llegó a estar en la cárcel, pero ha sido un frívolo, no puedes traicionar a los trabajadores, porque de ahí nace el discurso de que todos los políticos son iguales", abunda. El concejal de Más Madrid lamenta esta "ridiculización de la democracia", y alerta de que un escenario así siempre perjudica "a la gente de a pie", de que genera "desafección política". "La derecha está encantada, siempre va a votar", si bien en los barrios de la periferia de Madrid "el 40% de la gente no vota". "Tenemos que hacer más por dignificar la política", sostiene.

"Esto sirve para desacreditar a la izquierda", añade el cofundador de CCOO. "Que Vox, que es anticomunista hasta la médula, heredero afectivo sentimental de lo que pasó en nuestro país durante medio siglo, lo designe para esto… El papel que asume para desacreditar a la izquierda, a la política, entiendo que al Gobierno, es un papel penoso". Ariza presume que el PCE "era y me sigue pareciendo" un partido "serio, valiente y luchador". "Es posible que Tamames no fuera comunista", concede, pero esto no evita el daño que se está haciendo a la izquierda recordando su paso por el PCE. "Pudo ser un joven inconformista", concede López-Rey. Puede ser que Tamames entrase en el PCE cuando "la dictadura molestaba a la gente con un mínimo de sentido común, no solo de izquierdas. Hubo democristianos que pasaron por el PCE, pero porque era lo único organizado. Él nunca fue comunista".

El discurso: el "testamento político" de un hombre "frívolo"

Ariza reconoce "curiosidad" ante el discurso de Tamames; aún no ha leído la filtración del borrador, pero asegura que acabará haciéndolo. López-Rey ironiza: "Cómo es tan frívolo, de aquí al martes o miércoles puede ni acudir, puede salir por cualquier lado. Solo le guía su ego". Incluso en esta tesitura, admite que es probable que se vea tentado de escucharle.

Almeida, por su parte, reconoce que le resulta "curioso" lo que tenga que decir, sin que eso disimule el "dolor" por el daño causado a la izquierda. "Depende de lo que haga ese día, lo veré, depende de si tengo a mano una tele". En cualquier caso, la abogada recuerda que, una vez arranque la moción, el candidato de Vox tendrá la batuta y podrá actuar como guste. "Dirá lo que le dé la gana, y se meterá con quien quiera. Va a ser su testamento político". Sus tres excompañeros de filas en el PCE se plantean asistir a su lectura.

"Uno a los 89 años intenta no hacer el ridículo, tener una vejez respetable, respetada o respetuosa, que no llame la atención, no este morbo que hay". Julián Ariza (Madrid, 1934), histórico sindicalista fundador de CCOO, ya escuchó hablar de Ramón Tamames en la década de los cincuenta. Lo consideró un "prometedor economista" cuando leyó su libro Estructura económica de España, en los sesenta… y después lo descabalgó del pedestal cuando empezó a tener más trato con él, en los setenta, y descubrió su "alta dosis de idolatría", o que algunas cosas "no se las tomaba muy en serio".

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