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SuperLu, una niña con movilidad reducida, denuncia la injusticia sufrida en el concierto de Aitana en El Sardinero
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SuperLu, una niña con movilidad reducida, denuncia la injusticia sufrida en el concierto de Aitana en El Sardinero

La cántabra de 8 años, muy conocida a través de su perfil de redes sociales, denuncia con un vídeo en Instagram las trabas en los accesos a espectáculos culturales

Foto: A la pequeña le toca sentarse en última fila para ver el concierto de Aitana en Los Campos de Sport de El Sardinero. (Google)
A la pequeña le toca sentarse en última fila para ver el concierto de Aitana en Los Campos de Sport de El Sardinero. (Google)

"Hoy quiero deciros que estoy muy disgustada, tenéis que ver este vídeo hasta el final". Este es el claro mensaje con el que Lucía Navarro Santamaría, más conocida en redes como 'SuperLu', comenzaba su última publicación. Se trata de una niña de ocho años que ha denunciado a través de su cuenta de Instagram (@superlu_6) la injusticia que cometen con ella, en concreto, y con todas las personas que tienen movilidad reducida para poder ver un concierto o acceder al cine o al teatro.

En este caso, la pequeña muestra la localización en la que le tocará sentarse para ver el concierto de Aitana en Los Campos de Sport de El Sardinero el próximo 24 de junio. No es el sitio que ella hubiese elegido, en última fila y a varios metros del escenario, sino el espacio que tienen habilitado para las personas con movilidad reducida en el recinto.

Además de situarla al fondo del campo, donde evidentemente no puede ver a los cantantes por la distancia y por la cantidad de gente que va a presenciar los conciertos de pie en el propio césped, solo permiten un acompañante a personas con movilidad reducida. "Y, ¿qué pasa si quiero ir con mis padres y mi hermana?", se cuestiona la menor, quien asegura que esto no es un caso puntual, sino una realidad la que se enfrenta desde hace años. "Cuando voy al cine me ponen en el peor sitio, en la primera fila, así que mis padres, para que pueda ver bien la película, me suben mucho más arriba, no es justo".

Un mundo más accesible para todos

El vídeo, que supera los cinco millones de visitas, ha llegado lejos. El vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga, no tardaba en reaccionar. "Tomo nota, la parte que me toca del Palacio Festivales la solventaremos lo antes posible. Gracias por ayudarnos a mejorar y ser más sensibles ante la necesidad de hacer de Cantabria una tierra más accesible y justa para todos y para todas". Tras este mensaje, se han puesto las manos a la obra, primero para permitir la venta on line a las personas con movilidad reducida -hasta ahora tenían que comprar los tickets en taquilla- y segundo, para mejorar los sitios que se reservan a las personas que acceden a los espectáculos en silla de ruedas.

Foto: Para acceder al ascensor de Aluche, hay que llamar al personal para que abra la puerta. (A.F.)

La niña de ocho años aprovecha su vídeo-denuncia para visibilizar otras situaciones injustas que tienen que sufrir las personas que se desplazan en su día a día en silla de ruedas a la hora de acceder a eventos y espectáculos. Superlu es muy conocida y ha logrado movilizar la solidaridad de muchas personas, entre otras, el artista cántabro Okuda San Miguel, que ha decorado su silla de ruedas.

Sus ganas y las de su familia por hacer del mundo un lugar accesible para las personas con movilidad reducida, son imparables. El pasado octubre realizaba el Camino Lebaniego junto a sus padres, su abuelo y su hermana, una experiencia que ha llegado a ser toda una odisea. Con una silla adaptada, entre seis y ocho horas diarias durante cinco días, recorrieron la distancia que separa San Vicente de la Barquera y el monasterio de Santo Toribio de Liébana, mientras su padre y su abuelo la portaban en Joelette, una silla de 27 kilogramos con una rueda que permite transportar a personas con movilidad reducida.

"Hoy quiero deciros que estoy muy disgustada, tenéis que ver este vídeo hasta el final". Este es el claro mensaje con el que Lucía Navarro Santamaría, más conocida en redes como 'SuperLu', comenzaba su última publicación. Se trata de una niña de ocho años que ha denunciado a través de su cuenta de Instagram (@superlu_6) la injusticia que cometen con ella, en concreto, y con todas las personas que tienen movilidad reducida para poder ver un concierto o acceder al cine o al teatro.

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