Un descuento para pilates, un voto: los 53 aumentos extraños del censo antes del 28-M

San Amaro es un municipio del noroeste de Orense donde viven 1.042 habitantes. Su principal peculiaridad es que, en 2014, un discípulo del Dalai Lama impulsó un monasterio budista. Pero no es la única. En este municipio gallego hay quien se ha empadronado recientemente para ahorrarse un dinero en la cuota del pilates que ofrece el Ayuntamiento. Así lo cuenta el propio alcalde, Fernando Rodríguez Redondo, que explica de esta forma la razón que hay detrás del aumento "injustificado" del censo electoral que ha detectado el INE y que ha obligado a este concello a remitir la información sobre estas nuevas altas que, según el organismo estatal, podrían alterar el resultado de las elecciones municipales del 28 de mayo.

El pilates y el budismo no tienen una relación directa, aunque es verdad que el alemán que se inventó esta forma de ejercicio el siglo pasado se inspiró en el yoga, que sí tiene alguna conexión con la religión de los lamas. Pero ha sido esta oferta del consistorio de San Amaro, que también tiene cursos de gimnasia de mantenimiento, la que ha animado a empadronarse a 4 de las 10 personas por las cuales el INE ha dado la voz de alarma, algo que se ha repetido en otros 53 municipios, la mayoría de ellos en Burgos y León. El resultado, si los alcaldes no atienden la llamada del INE, es que el censo electoral podría ser impugnado el 28-M.

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"Los empadronados pagan 5 euros al mes y los no empadronados 20", relata Rodríguez Redondo, alcalde por el PP desde el pasado 2021, cuando sustituyó al socialista Rubén Gómez por la ruptura de la anterior coalición. El regidor popular explica que el problema con el INE radica en que no han cumplido los plazos establecidos para contestar al requerimiento. "Les contestamos diciendo que estábamos haciendo los trámites, pero somos dos personas en el Ayuntamiento", admite el alcalde, que explica que el único funcionario con plaza en el concello ha acudido a los domicilios de estos nuevos vecinos para comprobar que tienen allí su residencia. Este trabajador, que se dedica habitualmente a hacer reparaciones, ha logrado encontrar "de momento" a 8 de los 10 habitantes señalados por el INE.

La situación de San Amaro se repite en otros 52 municipios, como el cercano Castrelo de Miño. La mayoría está en Burgos, con 20 localidades, y León, con 19. El resto se reparte entre Teruel (1), Jaén (1), Salamanca (1), Soria (2), Segovia (2) y Albacete (3). Y aunque normalmente se trata de fenómenos normales, hay veces en las que la bronca política entra por medio. Es lo que ha pasado en la localidad leonesa de Valdelugueros, donde hay "entre 15 y 20" personas censadas que de las que el INE sospecha. También sospecha el PSOE local, que según Europa Press, ha alertado del exceso de censados en este municipio de 501 habitantes. Los socialistas consideran que no cuadra esa cantidad de población con la existencia de "150 cartillas médicas", pero el alcalde popular, Emilio Orejas, se defiende y afirma que esa acusación "no tiene sentido ninguno". "¿Dónde tienen ellos la cartilla sanitaria", se pregunta antes de recordar que toda la población no pertenece al mismo centro de salud.

Los alcaldes de pequeños pueblos admiten que no pueden comprobar que el censo es correcto por la falta de trabajadores municipales

En el Ayuntamiento de Valdelugueros han optado por la misma fórmula que en San Amaro y tienen a un trabajador municipal —que lleva 58 años viviendo en la localidad— comprobando que los nuevos vecinos tienen su residencia en alguno de los 12 núcleos de población que forman esta localidad. "En algunos casos, si hemos detectado que la gente vivía fuera y no reside todo el año aquí", explica un trabajador del consistorio leonés, que recuerda que el censo es correcto si el ciudadano vive, al menos, 181 días al año en el municipio.

Hay veces que no ha sido así, como ocurrió en La Acebeda, un pueblo madrileño que tenía 81 habitantes en la primavera de 2019. Eran demasiados, ya que la alcaldesa de Ciudadanos, Rosa García Blanco, empadronó a 16 personas en un camping abandonado y, según denunciaron 15 vecinos, desempadronó a otros 15. Acabó ganando las elecciones por 6 votos, aunque su denuncia por fraude electoral todavía no se ha resuelto en este pueblo de la sierra madrileña.

La España cada vez menos vaciada

"Nosotros íbamos perdiendo población, pero a raíz de la pandemia hemos ganado algo, nada que llame excesivamente la atención", cuenta Isabel Martínez Arnedo, alcaldesa de Higueruela, una de las tres localidades de Albacete que también han sido señaladas por el INE. La Oficina del Censo Electoral considera que este municipio de 1.125 habitantes tiene un exceso injustificado de habitantes, a pesar de que la regidora ha remitido la información que le requirió el organismo estatal.

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Según la alcaldesa socialista, "no llega ni a 20" el número de vecinos nuevos que ha llegado en el último año". Y, además, Martínez Arnedo ha comprobado con el portavoz local del PP que no se trata de personas afines a un partido u otro. La respuesta que encuentra la alcaldesa del PSOE al crecimiento es la apuesta que ha hecho su gobierno por fijar población en este municipio de la meseta, en esa España vaciada que clama porque sus casas se están quedando sin nadie que las ocupe.

Martínez Arnedo se acuerda de alguno de los casos que han tenido que analizar. Hay "jóvenes que se fueron a estudiar fuera" y han vuelto, una madre y una hija procedentes de Perú que se han establecido en este pueblo manchego y "una familia con tres niños que buscaba una vida más tranquila". Este caso además es peculiar, ya que estos nuevos higuerolanos se han establecido en una aldea, Oncebreros, que llevaba años despoblados.

Higueruela, en Albacete, da ayudas a la natalidad y a la rehabilitación de viviendas para favorecer la llegada de nuevos habitantes

El secreto, cuenta la alcaldesa, pasa por dar ayudas a la natalidad y a la rehabilitación de viviendas, pero también por la existencia de un colegio rural, Los Molinos, que tiene clases con 8 o 9 niños, lo que permite una educación muy personalizada. El nombre del centro da pistas, además, de otro de los atractivos que han permitido a Higueruela ganar población. "Hace 23 años que tenemos energía eólica", apunta Martínez Arnedo, que rememora que Iberdrola les concedió un premio por esa apuesta y, después, incluyó a la localidad a su proyecto Somos Futuro para ayudar a fijar población en localidades como esta.