La cara B del 'candidato Tamames': Vox busca conectar con el votante más mayor, que se les escapa

Pedro Sánchez se enfrentará en las próximas semanas a su segunda moción de censura de la legislatura. Vox confirmó este miércoles que registrará el trámite el próximo lunes 27 de febrero y que Ramón Tamames, de 89 años, será finalmente su candidato. Las dudas y críticas respecto a la elección del exdirigente comunista para ser cabeza de cartel de la iniciativa comenzaron a arreciar sobre la formación de Santiago Abascal tan pronto como se formalizó la propuesta, en gran parte por la avanzada edad del economista, que deberá subirse a la tribuna del Congreso de los Diputados y encarar una larga sesión plenaria. Pero la operación Tamames tiene una cara B de la que la formación ultraconservadora tratará de sacar rédito: llamar la atención del electorado más mayor, un tipo de votante que aún se le escapa y que se estima clave para la resistencia en las urnas.

Fuentes del partido de Santiago Abascal coinciden en que su acuerdo tácito con el veterano exdirigente servirá para "conectar" con la población de mayor edad y "derribar muros" con un sector de la población que Vox no ha logrado conquistar. A juicio del partido, que Ramón Tamames se suba a la tribuna para "desnudar" al presidente del Gobierno con su patrimonio político y su "trayectoria intelectual" puede "inspirar" a personas de mayor edad que nunca han votado a Vox, pero que, como ellos, comparten la necesidad de "censurar" a un Ejecutivo "contrario a los intereses de la nación".

TE PUEDE INTERESAR

Feijóo intentó convencer a Tamames de que no liderase la moción de Vox: "Es un disparate"

Ana Belén Ramos

Las mismas voces apuntan que la elección de un perfil como el de Tamames, que militó en el Partido Comunista durante la dictadura y la Transición, puede "romper moldes" ante un electorado no adscrito a la ideología de Vox y que podría considerar impensable que un perfil de estas características esté en sintonía con la formación por un objetivo común, "dar voz a los españoles" y exigir la dimisión de Pedro Sánchez y el Gobierno "de la traición". El partido defiende con uñas y dientes la necesidad de impulsar la iniciativa pese a restar pocos meses para que se celebren las próximas elecciones generales, aunque fue anunciada en diciembre a raíz de que el Gobierno reformase el Código Penal para eliminar el delito de sedición y modificar el de malversación como guiño a sus aliados nacionalistas.

En los últimos procesos electorales, Vox ha constatado cómo, a diferencia de PSOE y PP, ha logrado encontrar un filón entre los votantes más jóvenes, una franja de edad en la que también destaca Unidas Podemos. La mayor bolsa de votos del partido de Abascal se encuentra en los jóvenes de entre 18 y 24 años. Según el último barómetro del CIS, correspondiente al mes de febrero, Vox lograría que el 8,5% de ese sector poblacional optase por su papeleta en las urnas, un porcentaje que se hunde al 5,3% en el caso de los votantes de entre 55 y 64 años, y que baja al 2,9% en los mayores de 75.

TE PUEDE INTERESAR

¿Qué es una moción de censura? Cómo funciona, qué apoyos se necesitan y casos de éxito en España

Roberto Ruiz Anderson

Se trata de una tendencia que se repite en los distintos procesos electorales y que Vox no ha logrado, por el momento, revertir. El barómetro poselectoral de las elecciones andaluzas, donde comenzó el terremoto por la fallida candidatura de Macarena Olona, reflejó cómo solo el 1,6% del electorado mayor de 75 años depositó la papeleta de Vox en las urnas, un porcentaje que vuelve a contrastar con el 10% de los votantes más jóvenes. Del mismo modo, en las últimas elecciones generales, el 12% de los votantes de entre 18 y 24 años optó por Santiago Abascal, mientras que esa cifra se situó en el 3,5% en el caso de los mayores de 65. Con Tamames, Vox quiere comenzar a ampliar esa base social, consciente de que el votante más mayor es mayoritario y decisivo en las urnas.

Un discurso independiente

Vox formalizó su acuerdo con Ramón Tamames este miércoles después de una reunión celebrada en la sede del partido, situada en la calle Bambú de Madrid. Durante semanas, el veterano profesor evidenció sus dudas respecto a la oferta de Santiago Abascal, en parte por los temas a tratar en su discurso parlamentario. Vox quiere exponer parte de su programa de gobierno por boca de Tamames, pero, al mismo tiempo, preservar la máxima de independencia que demanda el exdirigente. Tras varias citas de trabajo, ambas partes llegaron a un entendimiento. Fuentes de la dirección reconocen que la operación conlleva sus "riesgos", por la posibilidad de que el exdiputado no se adhiera a las instrucciones argumentativas. "Pero habría sido un error volver a poner a alguien del partido", añaden.

En la cita de este miércoles, estuvieron presentes, además de Abascal, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, y el portavoz parlamentario de la formación, Iván Espinosa de los Monteros. El partido comunicó también los nombres del equipo de trabajo que había conformado Tamames para la moción de censura, entre los que se encuentran Fernando Sánchez Dragó, Lorenzo Garrido o Tomás Prieto-Castro.

En realidad, Tamames oficializó su intención de liderar la segunda moción de censura contra Sánchez este martes. Para sorpresa de los presentes, el expolítico confirmó su determinación durante el debate de una ponencia sobre Velázquez durante un encuentro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, presidida por el catedrático Benigno Pendás. El economista desoye, así, las advertencias que le hizo personalmente Alberto Núñez Feijóo. "Si fueras mi padre, no te dejaría hacer esto", le espetó el líder popular a Tamames durante una conversación telefónica.

El PP no votará en contra de la moción de censura, y se quedará previsiblemente en la abstención, pese a no compartir la urgencia de la iniciativa. No en vano, en las filas de los populares advierten de que Sánchez "se frota las manos" porque le permitirá desviar el foco de la polémica por la reforma de la ley del solo sí es sí o de la ley trans a las puertas del 8-M. La moción se registrará el lunes 27 y se aprobará, previsiblemente, en la reunión de la Mesa del Congreso del martes 28. A partir de ahí, Meritxell Batet deberá fijar la fecha del debate una vez transcurran los cinco días mínimos que estipula el reglamento.