¿Qué pasó el 23-F de 1981 en el Congreso? Así fue el intento de golpe de Estado de Tejero

Este jueves 23 de febrero de 2023 se cumplen 42 años del intento de golpe de Estado perpetrado por el teniente coronel Antonio Tejero. La democracia todavía estaba tierna y en España vivíamos un contexto precario, con la banda terrorista ETA en su máximo apogeo. Adolfo Suárez, el primer presidente de esta democracia posfranquista tras unas elecciones generales, había sido elegido en 1977, pero presentaba su dimisión el 6 de febrero de 1981.

Cuatro días después, el 10 de febrero, el Rey Juan Carlos I propone a Leopoldo Calvo Sotelo como candidato a la Presidencia del Gobierno. Calvo Sotelo dispuso de una semana para redactar y exponer ante el Pleno del Congreso de los Diputados su programa de Gobierno para obtener la investidura de la Cámara, presentado el 18 de febrero. Dos días después, el 20 de febrero de 1981, se realizó la primera votación para que Leopoldo Calvo Sotelo fuese investido Presidente del Gobierno, sin obtener la mayoría necesaria, con 176 votos.

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Este es un resumen muy superficial, sin mencionar el “ruido de sables” que antecedió a la jornada días antes, del contexto en el que ocurrió el 23-F. El segundo intento de votación de investidura de Leopoldo Calvo Sotelo tuvo lugar el 23 de febrero, comenzando la ronda de votos a las 18:00 horas, con José Manuel García-Margallo como primer diputado en votar.

18:23 horas, el momento del golpe de Estado

Esta sesión se vio interrumpida 23 minutos después, a las 18:23 horas, por el asalto al Congreso de alrededor de doscientos números armados de la Guardia Civil, al mando del teniente coronel Antonio Tejero. Se escucharon gritos, voces y disparos. Tejero entonó su famoso "¡Quieto todo el mundo! ¡Al suelo!", y comenzaba un secuestro de 17 horas de todos los diputados y políticos allí presentes. Se permitió que civiles, funcionarios y periodistas saliesen del hemiciclo, no sin antes destruir el material audiovisual.

Carros de combate en Valencia

A su vez, a las 19:00 horas, con una sincronía pactada, el capitán general de la III Región Militar, Jaime Milans del Bosch, asumió en Valencia todos los poderes civiles y militares. Decretó el toque de queda y, a las 21:00 horas, 1.800 efectivos y 60 carros de combate circulaban por las calles de Valencia. Pero esta situación en la capital del Turia no duró mucho. Milans recibió a las 2:30 de la mañana un télex del Rey Juan Carlos I: "Afirmo mi rotunda decisión de mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente. Después de este mensaje ya no puedo volverme atrás", era el aviso del monarca.

Tras unas horas de reticencia, Milans del Bosch, a las 6:00 de la mañana del 24 de febrero, anula el estado de excepción y retira las tropas. Esa misma madrugada, a las 1:14 horas, momentos antes de su comunicado con Milans, Juan Carlos I dirige un mensaje a los españoles, a través de Radio Televisión Española, en el que ordena el mantenimiento del orden institucional votado por el pueblo español.

Opinión

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Por su parte, en el hemiciclo, lo que iba a ser una intervención militar de unos minutos, se convirtió en un calvario de 17 horas. Tras la rendición de Valencia, quedaba claro que el golpe de Estado era más que fallido. A las 9:48 horas, varios guardias civiles que ocupaban el Congreso se entregaron. A su vez, la cámara comenzaba a ser desalojada. “Por orden y primero las mujeres”, ordenaba Tejero. El teniente coronel Antonio Tejero se entregaba sobre las 12:30 del 24 de febrero de 1981, poniendo así fin al fallido golpe de Estado.

Antonio Tejero se entregaba sobre las 12:30 del 24 de febrero de 1981

Lo que ocurrió después es bien conocido. El 25 de febrero se vuelven a repetir, por tercera vez, las votaciones para que Leopoldo Calvo Sotelo sea investido presidente, obteniendo la mayoría necesaria. Al día siguiente, Calvo Sotelo jura su cargo como Presidente del Gobierno, un mandato que no duraría ni dos años.