Descubren en Murcia un pequeño arsenal de armas de la guerra de Ucrania

Los Bomberos y la Policía Nacional se movilizaron el pasado lunes, 13 de febrero, por el aviso de un incendio en un domicilio de Murcia. La casa, aparentemente abandonada, estaba ubicada en La Azacaya, donde antiguamente se hacía la Feria de Ganado. Hasta el lugar se desplazaron una decena de efectivos, que sofocaron las llamas. Además de encontrar ropa abandonada, suciedad, un colchón y una plantación de marihuana, hallaron algo inesperado: un pequeño arsenal de armas de guerra, entre ellas varios Kalashnikov.

Tras varias horas custodiando las armas, los agentes de la Policía Nacional y la Brigada Científica accedieron a la vivienda en busca de huellas, ADN y otros vestigios que pudieran llevar a identificar y posteriormente detener a los responsables de aquello. Era una especie de casa okupa en la que también había tres perros considerados potencialmente peligrosos, que presumiblemente estaban ahí para vigilar la propiedad.

Por el momento no hay rastro de los moradores, a quienes se les considera presuntos autores de, entre otros delitos, tráfico de armas, depósito de armas de guerra, tenencia ilícita de armas prohibidas, tráfico de drogas y contrabando. En la vivienda había dos AK 47, un fusil de asalto y droga. En concreto, marihuana cultivada en la propia casa.

El espacio Schengen

A la pregunta de cómo llegan estas armas prohibidas a tierras murcianas, miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado explican que estos artefactos proceden de conflictos bélicos y las mafias las introducen en España por tierra, en los maleteros de coches y furgonetas que, una vez que se encuentran en el espacio Schengen -el área que comprende a 27 países europeos que han abolido las fronteras internas- no han de pasar ningún tipo de control.

En el espacio Schegen no está Ucrania, donde, debido al conflicto bélico, se generan "armas descontroladas" que se convierten en un claro objetivo para las mafias. Lo que hacen estas organizaciones es recoger las armas que quedan abandonadas con el fin de venderlas en el mercado negro. En verano, la Interpol ya alertó de que se estaba produciendo un aumento del comercio ilegal de armas a raíz de la guerra de Ucrania y que los instrumentos letales estaban acabando en otros continentes.

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El verano pasado, la Guardia Civil llevaba a cabo la denominada operación 'Sayal', en la que se procedió al arresto de una docena de personas, una de ellas en Molina de Segura, por su presunta pertenencia a una organización dedicada al tráfico de armas y munición. Se decomisaron entonces 339 armas de fuego, 37.426 cartuchos metálicos de diferentes calibres, 13,2 kilos de pólvora y silenciadores, entre otros artefactos.