Díaz eleva el pulso con Calviño para rebajar la cesta de la compra a cargo de la distribución

La escalada de precios en los alimentos ha destapado en el Gobierno un batiburrillo de diagnósticos y medidas para abaratar el coste. También un viejo pulso, intermitente y soterrado a lo largo de esta legislatura, entre la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. La líder de Unidas Podemos en la coalición ha vuelto a trasladar durante los últimos días a la parte socialista su propuesta de crear una cesta con precios limitados en concertación con las distribuidoras de alimentación, siguiendo el modelo francés que Emmanuel Macron tiene previsto implantar a partir del mes de marzo. La oposición a esta iniciativa, según fuentes conocedoras de las conversaciones, la está liderando Calviño. Así lo deslizan también desde el entorno de Díaz, al reconocer que "no es precisamente el presidente del Gobierno quien lo rechaza", sino los ministerios "más ideológicos", en velada referencia a la supuesta ortodoxia económica de la vicepresidenta primera.

Tanto Economía como Hacienda se muestran inamovibles en la toma de medidas, al menos de forma urgente, con posiciones reacias tanto a la propuesta de Díaz como a la bonificación de la cesta de la compra o la extensión de la rebaja del IVA a la carne y el pescado. Fuentes cercanas a Díaz confían que desde el Ministerio de Agricultura se empuje en la dirección que proponen durante la reunión que el próximo lunes mantendrá Luis Planas con las grandes distribuidoras de la alimentación. "Está comprometido" con combatir el alza de precios, concluyen estas mismas fuentes. Sobre la mesa, sin embargo, hay otras medidas, como generalización de la rebaja del IVA, que reclaman desde los sectores de la carne y el pescado, excluidos en el último decreto, y de forma reiterada desde el principal partido de la oposición.

El titular de Agricultura ha convocado para el próximo lunes una reunión extraordinaria del Observatorio de la Cadena Alimentaria para analizar la evolución de los precios y sondear al sector sobre diferentes propuestas. Según avanzaba la propia Calviño, este jueves en rueda de prensa, sobre la base de las conclusiones que se alcancen en este foro, "se tomará la decisión de si hace falta o no tomar otras medidas" para abaratar el precio de los alimentos. Durante las últimas horas, en la parte socialista del Gobierno sí han coincidido en intentar rebajar las prisas de sus socios a la hora de tomar decisiones orientadas a rebajar el precio de los alimentos, cuando apenas ha pasado mes y medio desde la implantación del último decreto anticrisis con medidas en esta dirección.

La propia Calviño hacía un llamamiento a que las "distintas propuestas" deben analizarse con detenimiento para calibrar su viabilidad, impacto y posibles efectos colaterales no deseados. Esto es, "tomar decisiones habiendo hecho un análisis de la situación". En esta línea, defendía que la rebaja del IVA en ciertos alimentos que entró en vigor el pasado 1 de enero ha contribuido a estabilizar los precios y que tiene margen de recorrido para "seguir desplegando sus efectos" en los próximos meses.

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Con un debate abierto dentro del Ejecutivo y a la espera de la audiencia con el sector el próximo lunes, desde el PSOE también han criticado como una estrategia electoralista que sus socios hayan sacado a la luz pública sus posicionamientos y propuestas. Medidas que difieren en el caso de Podemos y de la vicepresidenta segunda, a pesar de pertenecer al mismo espacio. La iniciativa de Díaz, a diferencia de la esbozada en las últimas horas por Podemos para bonificar el 14,4% de la cesta de la compra (correspondiente al IPC de los alimentos), busca que la rebaja de precios sea "asumida por los márgenes" de las grandes distribuidoras de la alimentación y no por bonificaciones a cargo de las cuentas públicas, como en el caso del descuento a los carburantes.

Al margen del encuentro del lunes, en el que todo el Gobierno está poniendo el foco para reservar su actuación sobre la escalada de precios, Díaz también ha mantenido encuentros bilaterales con las grandes distribuidoras. Lo comenzó a hacer desde que esbozó tras el verano pasado una propuesta que ahora ha vuelto a poner sobre la mesa alertando sobre la urgencia. Díaz considera insuficiente la supresión del IVA a los productos básicos con tipo superreducido del 4% y del 10 al 5% solo en el caso de las pastas y los aceites, y propone ir más allá "cuanto antes".

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En el marco de estas conversaciones, la vicepresidenta segunda dejó caer la posibilidad de recurrir al artículo 13 de la Ley de Ordenación del Comercio Minorista. En este, se determinan las excepciones por las que el Gobierno puede fijar los precios o los márgenes de comercialización de determinados productos. "El artículo 13 de la ley está ahí", explican las mismas fuentes de su entorno más cercano, para concluir que, frente a su aplicación, se considera más adecuada la limitación de precios en una lista de alimentos básicos seleccionados, acordada con las distribuidoras y adoptada de forma voluntaria.

Choque por las hipotecas

Un mensaje que de forma indirecta también tiene como destinataria a la vicepresidenta primera, tratando de poner en valor la voluntad de buscar acuerdos con las distribuidoras pese a contar con elementos más duros como la intervención. Desde la parte socialista del Gobierno, siempre han rechazado cualquier posibilidad de topar los precios, al considerar que va en contra de las leyes de libre mercado.

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El choque de Díaz con Calviño se extiende asimismo a las hipotecas por el alza de tipos. La vicepresidenta segunda considera que el código de buenas prácticas pactado con la banca, de carácter voluntario, no está funcionando. Frente a ello, Díaz promueve una congelación de las hipotecas variables para las familias vulnerables. Sí se admite la complejidad de esta medida —a diferencia de la cesta de la compra con precios limitados que, además de en Francia, ya se ha implantado en Grecia—, ya que sería inédita en Europa. Sí está habiendo debates interesantes, apuntan desde el equipo de Díaz, en países de nuestro entorno, y también en Bruselas, "pero los van ganando los halcones". Un extremo que la parte socialista del Ejecutivo pone en solfa por chocar con el Tratado de la UE, mientras que desde Asuntos Económicos se pide tiempo para analizar los efectos del código de buenas prácticas y las medidas que alivien a las familias "sin poner en riesgo la estabilidad financiera del país".

En Podemos, comparten con Díaz la urgencia en la aplicación de nuevas medidas, aun con propuestas diferenciadas. En el entorno de la vicepresidencia segunda, explican gráficamente estas diferencias, asegurando que "esto no va de camisetas". Hay posiciones dispares tanto dentro de Unidas Podemos como del PSOE. Eso sí, se apunta como principal punto de fricción al Ministerio de Asuntos Económicos.