Testigos de la Manada de Castelldefels niegan el vídeo con la víctima: "Se hablaban fantasmadas"

La jueza de instrucción número 5 de Gavá que investiga a la llamada Manada de Castelldefels tomó declaración como testigos este lunes a amigos de los presuntos violadores de al menos tres chicas. Los dos jóvenes que comparecieron reconocieron que estaban en el grupo de WhatsApp en el que hablaban de sus fiestas, pero negaron que exista un vídeo de la primera denunciante que dio origen al caso. “En el grupo se hablaban muchas fantasmadas”, le dijo a la jueza uno de ellos. El otro insinuó que la presunta víctima denunció los hechos meses después de que ocurrieran por despecho debido a que uno de los implicados rompió la relación que mantenía con ella.

El sobrenombre de la Manada de Castelldefels se debe a que ellos mismos se comparaban en su chat con los cinco sevillanos condenados por una agresión sexual a una chica en los Sanfermines de 2016. En su chat bromeaban sobre ello y se definían como la Manada 2.0. Los Mossos d’Esquadra les acusan de al menos tres agresiones sexuales a chicas que conocían a través de aplicaciones de citas. Todas ellas presentaban perfiles especialmente vulnerables, según los investigadores. Una de ellas denunció una violación en noviembre de 2021 y en el marco de las pesquisas se hallaron los otros dos casos.

TE PUEDE INTERESAR

Nervios y acusaciones de traición en la manada de Castelldefels: "Algo has hecho para salvarte"

Alejandro Requeijo

Por estos hechos, hay cinco personas en prisión preventiva desde finales de diciembre de 2022. Tenían un grupo de WhatsApp llamado K-Team donde compartían sus experiencias de sexo en grupo y se mofaban de las jóvenes. Este grupo lo integraban casi una veintena de personas. Cuando se supieron investigados, comenzaron a aflorar las tensiones entre ellos y las acusaciones cruzadas de traición. Así se desprende de las conversaciones halladas por la policía autonómica una vez incautaron los móviles a los principales acusados. Los dos testigos que han declarado este lunes formaban parte de ese chat.

Los testigos

El primero de ellos declaró durante un cuarto de hora y dijo que nunca llegó a ir a ninguna de las fiestas en el piso de Castelldefels, aunque formaba parte del K-Team desde hacía años, según informan fuentes presentes en el interrogatorio. Relató a la magistrada que la primera víctima quedó con sus amigos en cuatro ocasiones y mantuvo una relación sentimental con uno de los cinco encarcelados tiempo después de los hechos.

TE PUEDE INTERESAR

Las rebajas de penas con la ley del solo sí es sí se extienden a agresores que actúan en manada

Pablo Gabilondo

La denuncia que dio origen a la investigación se presentó en noviembre de 2021 y narra una violación grupal acontecida en la primera mitad de ese año. La víctima había conocido a un chico por una web de citas. Quedó con él y con otro amigo para tener sexo consentido en una pensión de Sants. Acordaron repetir la experiencia y la segunda cita ya fue en el piso de Castelldefels. En el marco de una fiesta en la que había más gente, ella se metió en el cuarto con uno de los chicos, al que ya conocía y con el que mantenía una relación sentimental. A los pocos minutos se metió el segundo joven, quien empezó a grabarla con su móvil.

Según la denuncia, ella le dijo que no quería que la filmaran, pero el chico no solo continuó, sino que invitó a otros tres amigos a que entrasen en la habitación para tener sexo con ella. Todo ello sin el consentimiento de la víctima. Añade la joven que trataron de introducirle una botella de cerveza. El primer testigo que declaró este lunes negó la existencia de tal vídeo, del que sí se habla en las conversaciones intervenidas por la policía. “Fue todo un bulo, en ese grupo se hablaban muchas fantasmadas”, aseguró este miembro del chat en el juzgado, según las fuentes presenciales. También dijo recordar que en el grupo de WhatsApp se habló de la botella, pero no porque sucediera, sino porque era una de las agresiones que contaba la denuncia.

La importancia del vídeo

Los investigadores sospechan que ese vídeo fue borrado deliberadamente cuando supieron que estaban siendo investigados. De hecho, ellos mismos hablaron de él en el chat. Uno de los miembros del K-Team dijo que haberlo borrado ponía en entredicho su tesis de que los actos sexuales con la joven fueron consentidos. “Incoherencias como las que quieres decir tú, eh: ‘Yo sí grabé un vídeo, con su consentimiento, lo pasé al grupo y después lo borré’. Pero si era con su consentimiento, ¿por qué lo borraste? Ay, ay”, dijo uno de los miembros de este grupo a través de un mensaje de audio enviado al resto.

TE PUEDE INTERESAR

'La manada' borró archivos de sus móviles tras la presunta violación grupal

Jose Mari Alonso. Pamplona

Gracias al análisis de los teléfonos, los Mossos concluyen que es cierto que alguien grabó un vídeo de los hechos aquella noche. Lo saben porque consta un audio en el que se escucha a uno de los integrantes del grupo recordar en tono airado a otro que él sale en el vídeo: “Tú la estás intentando follar a cuatro patas, sales tú con el pantalón bajado y la polla bajada también. Eso la policía ya lo sabe, así que no me cuentes películas”.

Otros dos serán citados otro día

El segundo testigo de este lunes tampoco recordaba haber visto ningún vídeo. A la jueza le dijo que sí recordaba que sus amigos subían fotos de chicas, pero que eran de los perfiles públicos que ellas mismas subían a sus perfiles en las webs de contactos donde las conocían. Este segundo testigo afirmó que a algunos de los investigados les conoce desde hace 25 años porque fueron juntos al colegio. Coincidió con el anterior testigo en que la primera denunciante quedó cuatro veces con el grupo e insinuó que puso su denuncia por despecho. Explicó que tras la fiesta en la que se produjeron los hechos siguió saliendo con uno de los encarcelados y que fue después de que este chico cortara con ella cuando acudió a una comisaría a presentar denuncia.

Fuentes conocedoras del interrogatorio han informado a El Confidencial de que eran tres los testigos citados, pero uno de ellos no ha sido localizado. Estaban convocados desde el 18 de enero, pero los Mossos d’Esquadra acudieron el domingo a notificarle y no le encontraron. Lo mismo ha sucedido con la representante de la inmobiliaria del piso en el que los acusados hacían sus fiestas. Estaba citada para corroborar si en una de las habitaciones había pestillo, como afirma una de las víctimas, según la cual se encerró ahí después de sufrir la violación. Los agentes han ido esta misma mañana a comunicarle la cita y les ha informado de que no podía ausentarse del trabajo. La jueza fijará una nueva fecha para ambas comparecencias.