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Un código QR para volver a casa, el drama vecinal en Puerto Naos y La Bombilla: "Quiero entrar"
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Un código QR para volver a casa, el drama vecinal en Puerto Naos y La Bombilla: "Quiero entrar"

Estas dos zonas de La Palma tienen vetado el acceso desde 2021, aunque un sistema de citas permite ir cada cierto tiempo. Los gases tóxicos han invadido el área y varios residentes se cuelan en sus viviendas pese a las prohibiciones

Foto: El núcleo turístico de Puerto Naos, evacuado desde el comienzo de la erupción, registra niveles de gases incompatibles con la vida tras el volcán. (EFE/Luis G Morera)
El núcleo turístico de Puerto Naos, evacuado desde el comienzo de la erupción, registra niveles de gases incompatibles con la vida tras el volcán. (EFE/Luis G Morera)

Era de esperar. Año y medio después de la erupción del volcán de La Palma, en septiembre de 2021, las zonas de Puerto Naos y La Bombilla siguen siendo inaccesibles. Como consecuencia del estallido, los gases tóxicos asolaron ambas áreas hasta hacerlas incompatibles con la vida. A día de hoy, más de 1.000 vecinos aún no pueden entrar a sus casas por culpa de lo ocurrido en Cumbre Vieja. Su lucha ha llegado incluso a los tribunales, con el anuncio el pasado noviembre de un recurso frente al decreto del Cabildo palmero que prohíbe su vuelta a las viviendas. Además, pedirán compensaciones individuales por Responsabilidad Patrimonial. Es decir, por daños y perjuicios.

El 16 de enero, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) admitió a trámite la denuncia e indagará en la legalidad de la norma. Los afectados celebraron esta victoria inicial, y pidieron esclarecer si hubo dejación de funciones por parte de la Administración. En la misma fecha, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) denunció un supuesto ataque a uno de los nodos que miden los niveles de dióxido de carbono (CO2) que tienen en Puerto Naos. Desde entonces, advierten que los datos de contaminación por este gas "no son consistentes", pues su capacidad de medición se ha visto afectada.

Foto: Volcán de La Palma. (Alfonso Escalero)

Varios vecinos advirtieron en reiteradas ocasiones tener dudas de la peligrosidad extrema de los gases, cuestionando la base de la norma que veta su acceso. Ciertos de ellos durmieron incluso en sus casas en alguna ocasión, según publicaron medios locales en los últimos meses. La situación es desesperanzadora para estos residentes, que al no haber perdido totalmente su vivienda –pese a no poder entrar– quedan fuera de la mayoría de las ayudas que el Estado, el Gobierno de Canarias y el Cabildo prestan a los damnificados por el volcán.

"Es cierto que los niveles de gases han bajado, pero los informes de Salud Pública y los estudios científicos aún advierten que estas zonas no son compatibles con la vida", reconoce el presidente palmero, Mariano Hernández Zapata. Indica que las áreas más bajas ya se están abriendo, pero que es en las altas donde se concentra el gas. "Hemos abierto algunas zonas, como la de los colegios o la carretera que va hacia La Bombilla, por donde hay unas 40 viviendas a las que sí pudieron volver sus vecinos", matiza. En estos momentos, buscan alternativas para hacer lo mismo con el término de Los Lajones. Allí se han instalado, dice, medidores en las viviendas y los datos llevan tiempo mostrando índices bajos.

placeholder El núcleo turístico de Puerto Naos, en enero de 2022. (EFE/Luis G Morera)
El núcleo turístico de Puerto Naos, en enero de 2022. (EFE/Luis G Morera)

La idea es ir permitiendo el reacceso de forma gradual, en función de cómo evolucionen los niveles de gas en cada zona. Como telón de fondo está la denuncia contra el Cabildo de La Palma que el TSJC acaba de admitir a trámite, y que cuestiona la propia legalidad de la norma que prohíbe la vuelta a Puerto Naos y La Bombilla. Desde la institución palmera se defienden esgrimiendo que en este tiempo "se han sentido solos". Que ni desde el Gobierno de Canarias ni en el propio Estado, aseguran, se han facilitado medidas de acompañamiento que "den certezas" a los residentes. "No podemos seguir así muchos meses más", predice.

En la plataforma de afectados, que reúne a ciudadanos perjudicados por la situación, cuestionaron a la alcaldesa de Los Llanos de Aridane, Noelia García Leal, que se pueda prohibir un derecho esencial como el que es abastecer de agua a una población. Los vecinos acusaron a la regidora de negarles agua potable, asegurando haber recibido un comunicado desde el área de Salud Pública afirmando que no consta en ninguno de sus informes la ordenación restrictiva de no dotar de este recurso a Puerto Naos y La Bombilla. Así que, en consecuencia, dejan caer la responsabilidad sobre los hombros del Ayuntamiento.

Foto: Foto: EFE/Luis G. Morera.

Estamos exactamente igual que al principio", lamenta Fernando Hernández, uno de los vecinos que lleva más de año y medio sin poder vivir en su casa, en el centro de Puerto Naos. Con el dinero de sus ahorros, compró una vivienda en Los Llanos de Aridane y gracias a eso no paga alquiler en el municipio. "Que está carísimo", dice. Fernando recibió ayudas al poco de la erupción, pero a día de hoy –y pese a no tener acceso a su domicilio– no percibe nada por ello. Sobre si realmente hay residentes que se cuelan en sus hogares a expensas de la ley, no sabe "si es cierto o no". Pero sí que él "no lo haría" por muchas razones. "Hasta qué punto son letales lo desconozco, pero que hay gases tóxicos en el aire es una realidad. Y yo no me arriesgo", razona. "Pero claro que quiero entrar".

Un sistema de citas para entrar

Según la zona y el edificio en el que esté el inmueble, se ofrece una fecha aproximadamente cada mes para hacer visitas. Fernando, que explica este mecanismo, no fue a su casa de Puerto Naos en Navidades, así que ahora le toca el 9 de febrero. "Hay un código QR que escaneamos para ver el calendario, y es ahí donde te citan un día para que puedas pasar un rato, un par de horas", añade. Cuándo podrán volver de forma definitiva es una pregunta a la que no encuentra respuesta. "Los períodos de la naturaleza no son los mismos que para los humanos", reflexiona. "Si para nosotros mil años es una eternidad, para un volcán eso es ayer".

En eso coincide Carmen Castro, una empresaria de Puerto Naos cuyo negocio quedó aislado por los gases. Es hostelera, y también cree que es imposible ir en contra de los tiempos naturales. "Esto no depende de una persona física, ni de una institución: va más allá", expresa. También duda de quienes cuestionan siquiera el peligro: "Yo he estado allí, y solo en unas horas sales con sabor a metálico en la boca o un dolor de cabeza que te dura toda la tarde". No solo su local, sino la casa de sus padres, sus hermanas o la vivienda de su hija han quedado inhabitables tras el volcán. Al menos, de momento.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la ministra de Sanidad, Carolina Darias. (EFE/Fernando Calvo)

Cree que a las empresas sí que les han ayudado como corresponde, y es su caso. Su negocio recibió dinero para subsistir, aunque para las viviendas la cosa se complica. Afirma que los afectados obtienen bonificaciones de 590 euros para el alquiler, pero que el precio no ha parado de subir ante el aumento de la demanda, con tanta gente desalojada. "El mismo apartamento que antes de esto costaba 300 o 400 euros ahora vale entre 750 y 800", estima.

Para sobrevivir mentalmente al desastre de perder, al menos temporalmente, una casa tiene un consejo: "Hay que cambiar el chip". Ella misma se compara con la gente a la que le ocurrió definitivamente con sus propiedades bajo la lava. Y, aunque sabe que está afectada, siente que no lo ha perdido todo. También ha oído los rumores que apuntaban a que había vecinos adentrándose en inmuebles y saltándose las prohibiciones del Cabildo. "No sé si son ciertos, pero aquí se habla de eso", concluye.

"Todas las decisiones que tomamos se basan en informes científicos", se escudó Zapata

Esta es la situación para los vecinos de Puerto Naos y La Bombilla año y medio después tras el inicio de la erupción del volcán. Queda esperar a ver, en el horizonte más próximo, en qué se traduce la admisión a trámite de una denuncia que cuestiona el propio veto al acceso. Sobre esto, el presidente de La Palma es claro: "Estamos encantados, para nosotros sería positivo que pudieran volver", sostiene Hernández Zapata, que asegura que el Cabildo acatará cualquier resolución judicial, sea la que sea. Pero resalta que "todas y cada una de las decisiones que hemos tomado se han basado en informes científicos y técnicos que lo desaconsejaban". Así que dice estar agradecido de sumar un nuevo filtro al debate, y que sea un juez el que evalúe el panorama.

Era de esperar. Año y medio después de la erupción del volcán de La Palma, en septiembre de 2021, las zonas de Puerto Naos y La Bombilla siguen siendo inaccesibles. Como consecuencia del estallido, los gases tóxicos asolaron ambas áreas hasta hacerlas incompatibles con la vida. A día de hoy, más de 1.000 vecinos aún no pueden entrar a sus casas por culpa de lo ocurrido en Cumbre Vieja. Su lucha ha llegado incluso a los tribunales, con el anuncio el pasado noviembre de un recurso frente al decreto del Cabildo palmero que prohíbe su vuelta a las viviendas. Además, pedirán compensaciones individuales por Responsabilidad Patrimonial. Es decir, por daños y perjuicios.

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