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La venganza de Alberto Rodríguez contra Podemos: se alía con Errejón en Canarias
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Malestar de los morados

La venganza de Alberto Rodríguez contra Podemos: se alía con Errejón en Canarias

Los morados, que ya habían criticado la "beligerancia" del impulsor del proyecto Drago, ven "incomprensible" este paso. Más País y Compromís niegan que este hermanamiento tenga carácter electoral, pero sí es un acercamiento

Foto: El exsecretario de Organización de Podemos Alberto Rodríguez. (EFE/Ángel Medina G.)
El exsecretario de Organización de Podemos Alberto Rodríguez. (EFE/Ángel Medina G.)

"Nunca nos hubiéramos imaginado que Alberto acabaría con Errejón y Baldoví, pero máximo respeto". La frase de Pablo Echenique, portavoz parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso y dirigente morado, evidenciaba el enfado de su formación con el que fuera diputado y secretario de Organización hasta ser condenado por el Tribunal Supremo. "Se comenta por sí sola", espetaba la ministra de Igualdad y número dos de Podemos, Irene Montero, al ser preguntada por esta alianza, pocas horas después.

La entrada del proyecto Drago, la iniciativa de Alberto Rodríguez en Canarias, en el marco del acuerdo del Turia, alianza que incluye a Compromís, Más País y otras fuerzas de naturaleza fundamentalmente regional, ha caído como un jarro de agua fría sobre el partido morado. Este martes, Joan Baldoví e Íñigo Errejón, líderes de Compromís y Más País, se han apresurado a afirmar que la entrada del exdiputado de Podemos en este pacto no lleva aparejado, hoy por hoy, un acuerdo electoral, sea de cara a las municipales del 28-M, sea a las elecciones generales, previstas para finales de año.

Foto: El exsecretario de Organización de Podemos Alberto Rodríguez (centro). (EFE/Ángel Medina G.)

Es un pacto de no agresión y colaboración, cuyo alcance aún está por concretar, e irá tomando cuerpo en los próximos meses; las fuerzas firmantes, de la Chunta Aragonesista a Mes, en Aragón y Baleares, pasando por Más País o Compromís, se comprometen a no presentarse contra sus formaciones hermanadas el 28 de marzo, aunque el futuro de este espacio de cara a las generales aún está por determinar, y los movimientos de Yolanda Díaz y Sumar van a tener un papel fundamental para despejar las incógnitas. No saben aclarar qué impacto tendrá este pacto en la mesa de negociación entre Podemos, IU y Más Canarias para concurrir juntas el 28-M, en la que no ha participado Rodríguez, pero insisten: a nivel electoral no determina ningún escenario.

Sí evidencia que ha habido un acercamiento; que el exdiputado de Podemos se aproxima a Compromís, otrora aliado electoral de los morados.También al exnúmero dos del partido casi desde su nacimiento y hasta el congreso en el que se batió con el líder histórico de la formación, Pablo Iglesias, que permaneció en el partido hasta enero de 2019, cuando anunció de forma sorpresiva que había sellado un tique electoral en Madrid con Manuela Carmena. Ni los morados perdonaron a Errejón, ni se explican esta suerte de "venganza" de Rodríguez, a quien hasta hace poco reconocían cierto tirón electoral entre sus bases, especialmente en Canarias; fue secretario de Organización, número tres del partido y un emblema para ellos desde la suspensión de su acta. Ahora se acerca al líder de Más País, con el que tampoco tuvo buena relación durante su etapa como secretario de Organización.

Foto: El líder de Más País, Íñigo Errejón. (EFE/Fernando Alvarado)

"Es incomprensible", reconocen. No conciben que el exdiputado, que "sufrió en su cuerpo las traiciones de amigos y compañeros alimentadas por las mentiras de los medios", acabe aliándose "precisamente" con estos exsocios de los morados, con los que hoy mantienen una relación tensa, con intercambio de dardos entre ambas partes. "La política hace extraños compañeros de cama", aseguran fuentes de la formación. "Más que en común, es lo que tienen en contra", resume un diputado al referirse a esta alianza. Tampoco contribuye a apaciguar sus recelos que Rodríguez se viera acompañado por un asesor muy cercano a Díaz, Héctor Morán, en la presentación de su proyecto -aunque Morán siempre ha defendido que su participación en este espacio es estrictamente personal.

Desde que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, le retiró el acta de diputado tras su condena en firme por parte del Tribunal Supremo por agredir a un policía en una manifestación, en octubre de 2021, el escaño de Rodríguez ha permanecido vacío, como gesto de protesta.

Foto: Alberto Rodríguez. (EFE/Ramón de la Rocha)

Podemos, ya dentro del Gobierno, amenazó con llevar a Batet a los tribunales -después explicó que no lo haría por decisión del propio Rodríguez-, y desde entonces sus portavoces no dejan pasar la ocasión de reclamar al Tribunal Constitucional que resuelva de una vez el recurso presentado por el exparlamentario canario contra la decisión de la presidenta de la Cámara Baja. Además, Batet actuó bajo la presión del Supremo y en contra del criterio expresado en un informe jurídico por los letrados del Parlamento.

A lo largo de sus intensos 9 años de vida, la cúpula de Podemos se ha enemistado con varios de sus exdirigentes, figuras determinantes para su historia y acción política que se han visto repudiados por el que fuera su partido. En el caso de Rodríguez, sin embargo, y a pesar de que este afirme haberse visto abandonado a su suerte, ni los primeros espadas actuales, ni algunos de los anteriores, entienden sus movimientos. Los morados, además, han defendido la inocencia de Rodríguez, criticando al Supremo por condenarle "sin pruebas".

Foto: El exsecretario de Organización de Podemos Alberto Rodríguez. (EFE/Ángel Medina G.)

Tampoco la condena de 45 días de cárcel e inhabilitación al exdiputado canario, como han recordado algunos dirigentes desde que comenzaron las hostilidades, es comparable a la que recayó sobre Isa Serra, del núcleo duro morado, también por agredir a policías durante un desahucio. Serra fue condenada a 19 meses de cárcel y de inhabilitación para ostentar un cargo público, decidió no tomar posesión de su escaño como diputada en la Asamblea de Madrid en mayo de 2021. Distintos dirigentes han comparado su forma de actuar con la del exdiputado en el Congreso, del que aseguran que decidió tomar distancia de forma progresiva.

Hasta ahora, su sucesora como responsable de Organización morada y secretaria de Estado para la Agenda 2030, Lilith Verstrynge, había lamentado la "beligerancia" de Rodríguez con el que fuera su partido, y desde Podemos le habían reclamado que se integrase en la lista que liderará Noemí Santana. Rodríguez ha descartado este escenario, y previsiblemente competirá con Podemos. También este martes, Montero, que viajará este fin de semana a Canarias para hacer campaña, abogó por "seguir trabajando" para que su formación, que es "una fuerza de gobierno en Canarias, siga gobernando con fuerza". La fragmentación del voto en la izquierda no va a hacerlo más fácil. La decisión de Rodríguez les ha descolocado.

"Nunca nos hubiéramos imaginado que Alberto acabaría con Errejón y Baldoví, pero máximo respeto". La frase de Pablo Echenique, portavoz parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso y dirigente morado, evidenciaba el enfado de su formación con el que fuera diputado y secretario de Organización hasta ser condenado por el Tribunal Supremo. "Se comenta por sí sola", espetaba la ministra de Igualdad y número dos de Podemos, Irene Montero, al ser preguntada por esta alianza, pocas horas después.

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