Operación Lucero: seis días para hallar en España a un "depredador sexual" de niños
El hombre detenido por agresión sexual en Barcelona actuaba desde hace más de 10 años y en el pasado fue monitor en clubes de fútbol, por lo que la Policía cree que pueden aparecer más víctimas
Lucio es un varón de 41 años de origen boliviano, pero nacionalizado español, que llevaba más de 10 años violando a menores en Barcelona. La Policía Nacional le considera un “auténtico depredador sexual” y por eso le puso las esposas el pasado 11 de enero tras una búsqueda en tiempo récord. Tan solo seis días antes, habían recibido de las autoridades australianas material de contenido pedófilo, una quincena de fotos y vídeos de entre 30 y 90 segundos. Era imposible identificar al agresor, pero los agentes dieron con un dato clave, un fotograma que les llevó hasta él. Por el momento, van al menos seis víctimas, dos de ellas ya mayores de edad. Las fuentes de la investigación consultadas por El Confidencial creen que pueden ser más en las próximas fechas.
Las pesquisas han recibido el nombre de operación Lucero y duraron prácticamente los seis días y las seis noches que van desde la recepción de los vídeos hasta la detención del presunto violador. En el marco de la cooperación internacional, Australia mandó las imágenes el 5 de enero, al sospechar de su posible relación con España. Los vídeos estaban circulando en los foros de pedófilos de la Dark Web, el internet oculto donde los criminales de medio mundo tratan de burlar los controles policiales. Él siempre se cuidaba de evitar el objetivo de la cámara. Apenas hay un fragmento en el que se le apreciaba tangencialmente. En cambio, no se preocupaba lo más mínimo en tapar la cara a los menores. Luego compartía su material, no para lucrarse, sino para intercambiarlo con otros pedófilos.
En uno de los vídeos aparecía un coche de juguete que imitaba un vehículo policial. La particularidad es que tenía la inscripción en castellano de “Policía Municipal” y una estrella como la de un sheriff, tal y como muestra la foto a la que ha tenido acceso este periódico. Los agentes identificaron el objeto y descubrieron que era un producto que comercializaba en toda España una empresa con sede en Cataluña. El cerco se iba estrechando. Además, de fondo pudieron detectar el sonido de una televisión, en concreto estaba emitiendo la película The Longest Yard. Protagonizada por Adam Sandler, trata de un exjugador de fútbol americano que acaba en la cárcel. La cinta se estrenó en 2005, no es especialmente reciente. Pero lo que llamó la atención de la Policía es que los diálogos estaban en español.
Ante la certeza de que los vídeos tenían que haber sido grabados en España, los agentes del Grupo I de Protección del Menor de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Comisaría General de Policía Judicial, con sede en Madrid, peinaron fotograma a fotograma, pixel a pixel. Hallaron más vídeos. En uno de ellos detectaron unos tejados que se asomaban por una de las ventanas de la habitación donde Lucio se grabó con uno de los niños. Esos techos del edificio de enfrente fueron el dato clave. Los policías acudieron a una lista de IP de usuarios de la Dark Web y otros datos que arrojó una nómina de sospechosos. A partir de su localización, rastrearon con un GPS convencional las vistas aéreas de su alrededor una a una. Así, hasta que dieron con un entorno en el que aparecían unos tejados iguales a los que se veían a través de la ventana.
🚩Detenido en #Barcelona un peligroso pederasta que agredió sexualmente a niños de su entorno más cercano
— Policía Nacional (@policia) January 23, 2023
El arrestado grababa las agresiones ocultando su rostro y las subía a foros de la Dark Web
Hay 6 víctimas identificadas con edades comprendidas entre los 3 y los 10 años pic.twitter.com/lmPveK6QIA
Los agentes se desplazaron entonces hasta Cataluña y contaron con el apoyo de policías locales para llegar hasta el detenido en la localidad de Sant Pere de Ribes, un municipio costero de Barcelona de unos 30.000 habitantes. Había cambiado su residencia, algo habitual en su modus operandi, siempre según las mismas fuentes. Lucio se ganaba la confianza de otras familias bolivianas con niños. Solía residir bajo el mismo techo alquilando alguna habitación dentro de la vivienda. Se mostraba siempre muy cariñoso con los menores y les hacía regalos, lo que generaba que los padres se relajaran y les dejaran solos con él. Ahí es cuando aprovechaba para agredirlos sexualmente y luego les amenazaba para que no dijeran nada.
Víctimas de entre tres y 10 años de edad
Sus víctimas tenían entre los tres y los 10 años de edad. Dos de ellas ya son mayores de edad y han podido ofrecer numerosos detalles a los policías en su relato. Sus familiares nunca supieron nada de estos hechos, que se remontan a 2012 o 2011, según calcula la Policía. Lucio estaba actualmente en paro, pero en el pasado había sido repartidor y había trabajado como monitor en clubes de fútbol con menores en la zona de Ribes y de Sitges. Esto hace temer a los investigadores que en las próximas semanas aparezcan más víctimas.
La operación no está cerrada para el Grupo I de Protección del Menor de la Unidad Central de Ciberdelincuencia. Desde su arresto, este presunto agresor sexual se encuentra en prisión por orden del Juzgado de Vilanova i la Geltrú, que hacía funciones de guardia en el momento de la detención. Se le acusa de cuatro agresiones sexuales que se pueden acreditar con los vídeos y de promoción de pornografía infantil.
En total, fue una quincena de agentes revisando minuciosamente cada segundo en busca de algún hilo del que seguir tirando. Esa revisión al detalle de este tipo de vídeos es un trabajo habitual de los expertos en perseguir delitos de pornografía infantil. No son pocos los que no se acostumbran y piden cambio de destino ante la dureza de las imágenes que sirven de base a sus investigaciones. Algunos de ellos son padres y madres de niños pequeños. Pero es un método que da resultados. Hace ahora un año, la Policía difundió una alerta para pedir colaboración ciudadana. Mostraban la imagen de una habitación por si alguien podía identificarla. Fuentes policiales afirman que aquel recurso dio resultado y también se dio con el objetivo.
Lucio es un varón de 41 años de origen boliviano, pero nacionalizado español, que llevaba más de 10 años violando a menores en Barcelona. La Policía Nacional le considera un “auténtico depredador sexual” y por eso le puso las esposas el pasado 11 de enero tras una búsqueda en tiempo récord. Tan solo seis días antes, habían recibido de las autoridades australianas material de contenido pedófilo, una quincena de fotos y vídeos de entre 30 y 90 segundos. Era imposible identificar al agresor, pero los agentes dieron con un dato clave, un fotograma que les llevó hasta él. Por el momento, van al menos seis víctimas, dos de ellas ya mayores de edad. Las fuentes de la investigación consultadas por El Confidencial creen que pueden ser más en las próximas fechas.
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