El PP ofrece romper con Vox en CyL si Sánchez deja que gobierne la lista más votada en toda España
Las posiciones entre Génova y Ferraz se enquistan. La dirección del PP reivindica una propuesta condenada al fracaso, ya que implicaría arrinconar no solo a Vox de las instituciones, sino también a Podemos e independentistas
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F4e9%2Fc79%2Fe86%2F4e9c79e8639a898ff25e8675a19769f7.jpg)
El PP obvia la petición del PSOE en Castilla y León para que levante un "cordón sanitario" a Vox y afirma que rompería con los de Abascal sin pensarlo en esta región si Sánchez aceptase un pacto global que permitiese gobernar a la lista más votada en toda España. En realidad, se trata de la propuesta que ha defendido Alberto Núñez Feijóo prácticamente desde que aterrizó en la séptima planta de Génova para arrinconar a "extremos" y "populistas" y favorecer el bipartidismo, pero que siempre ha contado con la negativa cerrada de Ferraz. No en vano, que Sánchez aceptase la oferta de Feijóo implicaría que el cordón sanitario se aplicase no solo a Vox, sino también a Podemos y otros aliados independentistas, la base en la que se sustenta el propio Gobierno de Sánchez, por lo que la oferta está condenada al fracaso.
"Desde el primer momento hemos dicho que tenemos un planteamiento global. No vale aplicarlo solo en Castilla y León para sacar a Vox, pero que en el resto de territorios el PSOE pueda seguir gobernando con Podemos. Si Ferraz aceptase un trato general, nos sentaríamos con ellos al día siguiente", resumen fuentes de la dirección nacional. Pero no es una opción que esté siquiera encima de la mesa.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F81c%2Fb94%2F7f8%2F81cb947f85af054013aa57c372c3cd9a.jpg)
El Partido Popular responde así al paso adelante que ha dado este miércoles la secretaria de Organización del PSOE en Castilla y León, Ana Sánchez, que, si bien ha rechazado facilitar a Mañueco una gobernabilidad en solitario para arrinconar a Vox, sí ha pedido en reiteradas ocasiones al PP que levante un "cordón sanitario" a la "extrema derecha", tanto en Castilla y León como en el resto de territorios. Es el último capítulo del conflicto generado entre PP y Vox a cuenta del debate del aborto y de un protocolo ficticio anunciado por Juan García-Gallardo para coaccionar a las mujeres que pretenden abortar.
"Es una manipulación burda de los hechos", reaccionaba Núñez Feijóo este miércoles, que acusaba al PSOE de "intentar opacar sus problemas con otros que no existen", en relación con el requerimiento del Ejecutivo central al Gobierno de Fernández-Mañueco en torno a un protocolo "inexistente".
La lista más votada
"Si al PSOE le preocupa Vox, sigue vigente mi oferta para que gobierne la lista más votada". Esta frase de Alberto Núñez Feijóo cuenta con meses de antigüedad. En concreto, la pronunció el líder popular durante una entrevista para El Confidencial el pasado mes de abril. Feijóo ha reiterado en múltiples ocasiones su compromiso de forjar con Sánchez un pacto global, es decir, aplicable no solo a todos los territorios en liza en las próximas autonómicas y municipales, sino también en la arena nacional, para que los dos grandes partidos de España no estén "intervenidos" por sus respectivos extremos.
Feijóo se mantiene firme en su convicción de que alumbrar un pacto de esas características ayudaría a arrinconar a los extremos y minimizar la influencia no solo de Podemos, sino también de Vox. No en vano, los pactos del PP con la ultraderecha marcarán la precampaña electoral del 28-M y también el futuro político de Feijóo. Aunque aspira a una "mayoría suficiente", el líder popular no ha cerrado aún la puerta a reeditar nuevas alianzas con los de Abascal, pese a reconocer que una coalición como la de Castilla y León "sería mala para el país".
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F9c9%2F695%2F5e2%2F9c96955e2369bdbd793e931d91271fc1.jpg)
Fuentes de la cúpula asumen que la intención del líder nacional genera malestar en algunas baronías populares, conscientes de que tienen oportunidad de ser Gobierno, aunque el PSOE resulte la fuerza más votada, por el desmoronamiento de Podemos y la resistencia de Vox. En varias comunidades autónomas, como Extremadura o Comunidad Valenciana, las encuestas internas de los populares avanzan un empate técnico, por lo que la clave estaría en la fuerza que cosechen otros partidos situados a derecha e izquierda.
Con todo, y para alivio de las baronías territoriales, el plan de Feijóo está condenado al fracaso. El PSOE, enfrascado en la estrategia de asimilar al PP con Vox y azuzar el temor a la "coalición del miedo", ya afirmó que no daría su brazo a torcer en la estrategia del líder gallego y no compraría esa iniciativa. "Es un pacto que depende de dos partes", reiteran los populares, que alejarán progresivamente ese marco conforme se vayan acercando los comicios.
El PP obvia la petición del PSOE en Castilla y León para que levante un "cordón sanitario" a Vox y afirma que rompería con los de Abascal sin pensarlo en esta región si Sánchez aceptase un pacto global que permitiese gobernar a la lista más votada en toda España. En realidad, se trata de la propuesta que ha defendido Alberto Núñez Feijóo prácticamente desde que aterrizó en la séptima planta de Génova para arrinconar a "extremos" y "populistas" y favorecer el bipartidismo, pero que siempre ha contado con la negativa cerrada de Ferraz. No en vano, que Sánchez aceptase la oferta de Feijóo implicaría que el cordón sanitario se aplicase no solo a Vox, sino también a Podemos y otros aliados independentistas, la base en la que se sustenta el propio Gobierno de Sánchez, por lo que la oferta está condenada al fracaso.