La fe ciega del entorno del político ceutí detenido por abusos: “Estoy 100% con Javi”

Han pasado apenas 24 horas de la detención del exconsejero de Sanidad ceutí y líder de Ceuta Avanza, Javier Guerrero, por presuntos abusos a menores y la sensación en su entorno es de “indignación” por su arresto. María Villaverde, portavoz del proyecto político creado a imagen y semejanza de Guerrero tras abandonar el PP, responde a la llamada telefónica de El Confidencial con voz firme y serena. La fe en su líder se mantiene intacta pese a las graves acusaciones que pesan sobre él. “Hablo a nivel personal, no como portavoz del partido”, matiza antes de pronunciarse. “Estoy 100% al lado de Javi y la gente del partido con la que he hablado están también con Javi. Hay indignación, pero no solo en Ceuta Avanza, también en la calle”, responde sin dudar.

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El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Ceuta —que ha prorrogado su detención hasta este viernes que prestará declaración— acusa al político ceutí de abusos a menores. Guerrero tendrá que explicar al juez el trato que dispensaba a los chavales marroquíes tutelados por la Ciudad Autónoma. Una atención que, aseguraba Guerrero, prestaba de forma altruista pero despertó las sospechas del Servicio de Protección a la Infancia, que terminó prohibiéndole el acceso al centro de acogida y denunciando el caso ante la Guardia Civil. Su papel como médico de los adolescentes acogidos era extraño además de innecesario. Los menores extranjeros no acompañados están adscritos al Instituto de Gestión Sanitaria de Ceuta (INGESA) y son atendidos en su centro de referencia o en urgencias si fuera necesario y siempre en compañía de algún trabajador del centro en el que estén acogidos. Pero, pese a ello, Guerrero seguía recibiéndolos en su despacho del Hospital Universitario de Ceuta y en su consulta privada.

Graves acusaciones que no quiebran la confianza de la portavoz de su partido: “No tengo ninguna duda, pongo la mano en el fuego y más tratándose de Javi. En estos meses he estado 24 horas con él, he ido a su consulta, sé cómo atiende a los pacientes, veo que todo el mundo le quiere. He vivido cuatro meses con Javi, día a día, sé que esto no puede ser verdad”, insiste, negando toda posibilidad de que pueda haber algo de verdad en las acusaciones de la Fiscalía. “Han tardado un año en detenerlo, es surrealista. Si se trata de un pederasta, alguien que ha hecho tocamientos a niños como dicen, tendrían que haberlo detenido inmediatamente. ¿Han dejado a un pederasta suelto un año?”, argumenta.

Villaverde insiste además en el aval del prestigio de Guerrero como médico y el cariño que los ceutíes le profesan. Javier Guerrero es un hombre muy popular en la ciudad, tanto por su labor en su consulta privada, como en su condición de Jefe del Servicio Digestivo del Hospital Universitario. Un cariño que cosechó también en su breve paso por la política (2019-2021) como consejero de Sanidad durante el primer año de pandemia, hasta que se vio obligado a dimitir por vacunarse antes que nadie frente al covid, saltándose los protocolos de edad y prioridad.

Tampoco tiene dudas Villaverde de que detrás de la detención del ex consejero de Sanidad y líder de Ceuta Avanza hay una conspiración. “No es que lo crea, es que la hay”, corrige. “Han ido tan lejos porque querían quitárselo de en medio. Han cruzado una línea roja con Javier. Ya pueden tener muchas pruebas. Y si no las tienen, igual los que tienen que irse son ellos”. Y detrás de ese complot están, tampoco tiene duda alguna, el PP y el PSOE: “¿Por que dos partidos con tanta pasta le tienen tanto miedo a un médico?”, se pregunta.

Una opinión que no es difícil encontrar también a pie de calle o en las redes sociales. “¿Que pasa aquí, a quién esperáis?”, preguntaba curioso un viandante el miércoles al ver a los cámaras y fotógrafos apostados ante un portal del paseo del Revellín, espina dorsal del centro de Ceuta, donde tiene su domicilio el político. “Están deteniendo a Javier Guerrero”, aclaraban los reporteros. “Van a por él desde el principio”, sentenciaba el curioso sin dudar un instante. “Esto le pasa por meterse en política”, zanjaba una señora que se había acercado también para saciar su curiosidad. Una tercera mujer se interesaba en su caso por un asunto más personal y urgente: “¿Han detenido a Guerrero? Pues me tiene que operar este viernes…”.

Sombras y conspiraciones que también ven muchos comentarios de los lectores en las noticias. La larga lista de mensajes de apoyo en el diario El Faro de Ceuta, que adelantó la noticia, y en todos los medios digitales locales, son otra prueba de que las graves acusaciones no han hecho mella en sus fieles: “Mi apoyo total al doctor Guerrero. Sufre la persecución de una clase política maliciosa”; “buen médico y muy buena persona. Mi apoyo a Javier”; “Ya lo han conseguido. Se quitan un rival de en medio”; “Javier no se merece esto. Si es buen médico, es mejor persona”… Y así, decenas de mensajes de apoyo.

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Vía WhatsApp, hay incluso quien va más allá y pide poner una vela para ayudar al doctor Guerrero, fundiendo su imagen con la de otro insigne médico de Ceuta, Antonio López Sánchez-Prado, último alcalde en la República y fusilado por los sublevados poco después de comenzada la Guerra Civil. Un alcalde comunista, famoso por atender gratuitamente los necesitados en su época de médico al que aún hoy le sigue rezando gente de toda condición e ideología. Casi como a un santo del que hay hasta estampitas y escapularios y en cuya tumba no faltan nunca flores frescas. Un modelo a seguir para Guerrero, muy consciente del fervor de los ceutíes por los buenos samaritanos, una imagen que cultivaba el político y ex consejero de Sanidad.

En la escena política ceutí, en cambio, reina el silencio. El Gobierno, pese a que la denuncia inicial partió del Área de Menores de la Ciudad Autónoma, no se ha pronunciado aún y todavía estudia si personarse en la causa como acusación particular como tutor legal que es de los menores. En el resto del arco parlamentario ceutí, salvo el PSOE, que ha pedido dejar trabajar a la Justicia, el mutismo es total.

La Justicia, mientras, sigue dando sus pasos preceptivos. Este viernes, tras pasar dos noches en los calabozos de la Guardia Civil, Javier Guerrero comparecerá ante el juez de instrucción para responder a las acusaciones de un presunto delito de abusos a menores, a la espera de que poco a poco vayan saliendo a la luz detalles de una investigación que se ha llevado a cabo con la máxima discreción durante meses y que, de momento, ya ha dinamitado la carrera política de quien ya se veía como alcalde de Ceuta.