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Pumpido promete "devolver prestigio al TC" en la recta final de su lucha por la presidencia
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Disputa con Balaguer

Pumpido promete "devolver prestigio al TC" en la recta final de su lucha por la presidencia

En las horas previas a la votación decisiva, Pumpido y Balaguer expusieron su proyecto ante sus compañeros y ante Segoviano, la magistrada que tiene en sus manos la elección

Foto: Cándido Conde-Pumpido. (EFE/Mariscal)
Cándido Conde-Pumpido. (EFE/Mariscal)
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La presidencia del Tribunal Constitucional quedará en vilo hasta el último momento. Tras fracasar el intento de una parte del grupo progresista de magistrados de acudir al pleno en que se decidirá quién tomará las riendas de la institución durante los próximos tres años con un candidato único, el cara a cara entre Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer es definitivo y se escenificará durante la mañana de este miércoles. En las horas previas a la votación decisiva, los dos aspirantes expusieron ante sus compañeros su proyecto. Pumpido se comprometió a "devolver el prestigio" al órgano lastrado, según defendió, por retrasos intolerables e incomprensibles, como el que arrastra el recurso contra la ley del aborto de la etapa Zapatero.

Las cartas quedaron sobre la mesa en ese intenso encuentro donde, frente a este programa, Balaguer exhibió talante. Habló de transparencia, fluidez en la comunicación interna y en la que se ofrece a la sociedad sobre la actividad del tribunal. Entre los magistrados que escuchaban, se encontraba María Luisa Segoviano, que tiene en su mano conceder la victoria a uno u otro. Pumpido también se comprometió al diálogo, al consenso y la unificación del criterio de los miembros de su bloque, que cuenta ya con una cómoda mayoría para una prolongada etapa. Algunos le han reprochado un excesivo personalismo, que él rechaza.

Foto: María Luisa Balaguer y Cándido Conde-Pumpido. (EFE/J. P. Gandul)

El primero de sus compromisos en la intensa actividad de puesta al día de los asuntos del tribunal. La premisa básica, afirman fuentes conocedoras de la reunión, es que los amparos se resuelvan en un plazo razonable sin que se produzcan efectos ya familiares como las sentencias dictadas cuando el asunto abordado ha perdido la trascendencia inicial que motivó el recurso.

Frente a las dudas de los progresistas y la incógnita Segoviano —que no desveló el sentido de su apoyo en esta cita—, los conservadores lo tienen claro. Su candidata es, sin margen de duda, Balaguer. La postura sirve de continuación a la estrategia que desplegó el sector conservador del Consejo General del Poder Judicial durante meses. En los cálculos de los vocales del órgano de gobierno de los jueces, siempre estuvo muy presente Pumpido, a quien trataron de dificultar el camino con apoyos a candidatos ajenos a su círculo de confianza. El empeño se debe a la convicción de este sector de que el magistrado es el preferido por el Gobierno para el puesto y al temor de que conduzca el tribunal siguiendo sus dictados.

Dualidad

Las tres horas de reunión del sector de la izquierda sirvieron para apurar el último tramo hasta la elección definitiva. En votación secreta, los 11 magistrados deben decidir entre Pumpido y Balaguer. Las cifras colocan a Segoviano en el centro, como voto decisivo, ya que cada uno de los aspirantes reúne cinco apoyos. Nadie sabe con seguridad por quién se inclinará, puesto que, pese a ser progresista, fue propuesta por los mismos conservadores del Consejo que huyeron durante semanas de nombres que favorecieran al ex fiscal general del Estado.

Foto: María Luisa Balaguer y Cándido Conde-Pumpido. (EFE/J. P. Gandul)

Si en la primera ronda una persona reúne mayoría absoluta, se convierte de forma automática en el nuevo presidente, pero, en caso contrario, la votación se repite y ya solo resulta necesaria la mayoría simple. Si ambos empatan, la balanza se inclinaría entonces a favor de Conde-Pumpido, por ser el de mayor edad. Además de la presidencia, los magistrados votarán para el puesto de vicepresidente. Todas las quinielas sitúan como favorito al conservador Ricardo Enríquez, aunque si los componentes del TC votan divididos, se abre la posibilidad de que el candidato progresista descartado para presidir asuma esta plaza. La decisión que se adopte, salvo atrasos como el producido en estos meses, se mantendrá hasta la próxima renovación, prevista para marzo de 2026.

La presidencia del Tribunal Constitucional quedará en vilo hasta el último momento. Tras fracasar el intento de una parte del grupo progresista de magistrados de acudir al pleno en que se decidirá quién tomará las riendas de la institución durante los próximos tres años con un candidato único, el cara a cara entre Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer es definitivo y se escenificará durante la mañana de este miércoles. En las horas previas a la votación decisiva, los dos aspirantes expusieron ante sus compañeros su proyecto. Pumpido se comprometió a "devolver el prestigio" al órgano lastrado, según defendió, por retrasos intolerables e incomprensibles, como el que arrastra el recurso contra la ley del aborto de la etapa Zapatero.

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