"Un señor muy popular en Ceuta": radiografía del político detenido por abuso de menores y tramposo con las vacunas

Es la segunda vez que Javier Guerrero, detenido este miércoles por abusos a menores, salta a la palestra mediática nacional a su pesar. Alcanzó la fama en enero de 2021, cuando se supo que se había vacunado -siendo consejero de Sanidad- contra el covid saltándose el protocolo junto al resto de su equipo. Compareció el 20 de enero al borde de la lágrima, alegando que se había vacunado contra su voluntad — “no me gustan las vacunas”— y negándose a dimitir insistiendo en que había actuado de forma correcta.

Menos de una semana después, forzado por el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas (PP), Guerrero presentaba su dimisión poniendo lo que parecía el punto final a una breve carrera política que había empezado en 2019 con su nombramiento como titular de Sanidad. Pero no fue así.

Guerrero anunció poco después el que era su plan de venganza, se postuló a la presidencia del Partido Popular de Ceuta, dispuesto a arrebatarle el cetro a Vivas. Un reto al que pronto renunció, consciente de la dificultad, acusando a los populares de poner trabas a su candidatura. Abandonó el partido con una docena de fieles para crear ‘Ceuta Avanza’, una nueva formación “de centro”, hecha a su medida para alcanzar su sueño de ser presidente de la ciudad autónoma, desbancando de paso a Juan Vivas, a quien culpa de su defenestración.

Una caída en desgracia que no se quedó en el terreno político. En verano de 2021, un truculento rumor empezó a circular por las redes sociales en Ceuta, alertando de su extraño comportamiento con los menores extranjeros que entraron en Ceuta en la crisis de mayo de aquel año. Guerrero recibía a los chavales marroquíes en su consulta o los visitaba en el albergue provisional habilitado para ellos y presuntamente les hacía regalos. Él mismo citó a los medios locales para desmentirlo y señalar a una conspiración “de las altas esferas" para deshacerse de él: “Son capaces de todo”.

Pero con el tiempo empezaron acumularse indicios y más rumores en su contra y hasta la confianza de los suyos empezó a resquebrajarse. La Ciudad le prohibió el acceso a los centros de menores y muchos de sus fieles abandonaron ‘Ceuta Avanza’ por las sospechas de comportamientos inapropiados. Una desconfianza que este miércoles se ha hecho realidad con su detención en su domicilio. Lo curioso es que dicho arresto ha sido público. El propio Guerrero escribió en su cuenta de twitter que después de una publicación sobre el caso en prensa, estaba siendo "detenido" en "su casa" delante de "su mujer y sus hijas".

Pero, ni vacunarse antes que nadie ni la detención por presuntos abusos a menores han sido las únicas polémicas en una corta carrera política que empezó en 2019. La polémica le acompaña desde sus primeros pasos como consejero, cuando logró compaginar su condición de consejero de Sanidad por la mañana con su consulta privada por las tardes. Y le volvió a salpicar durante el confinamiento, esta vez de refilón, con una sospechosa compra de mascarillas muy por encima del precio de mercado.

Pese a todo, Guerrero seguía siendo extraordinariamente popular entre los ceutíes. Su fama de buena persona y mejor médico le avalaba en una ciudad con una especial devoción por los galenos metidos a políticos. Tanto es así que a nadie hubiese extrañado que lograra los votos necesarios para al menos sacar un diputado en la Asamblea de Ceuta en las próximas elecciones locales. Un escaño que podría haber sido determinante en un escenario electoral que amenaza con un triple empate entre PP, PSOE y Vox. Ahora, con su líder detenido por abusos a menores, esa posibilidad se difumina y el sueño de Guerrero de ser presidente de Ceuta es más que nunca un imposible.

De momento, ha evitado ser fotografiado esposado. La Guardia Civil lo ha sacado por una puerta trasera que solo conocen los vecinos tras más de 8 horas de registro domiciliario.