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Los dos bloques del CGPJ se culpan mutuamente de retrasar la renovación del TC
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Los dos bloques del CGPJ se culpan mutuamente de retrasar la renovación del TC

La larga negociación entre conservadores y progresistas desemboca en un cruce de recriminaciones mutuas en las que tratan de endosar al contrario la responsabilidad del largo parón

Foto: Pleno extraordinario del CGPJ del 20 de diciembre.
Pleno extraordinario del CGPJ del 20 de diciembre.
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El Consejo General del Poder Judicial volverá a intentar este martes desbloquear el nombramiento de dos candidatos para el Tribunal Constitucional con pocas opciones de conseguirlo. La larga negociación entre los bloques conservador y progresista del órgano ha desembocado en la última etapa en un cruce de recriminaciones mutuas a través de las que, unos y otros, tratan de endosar al contrario la responsabilidad del largo parón. Las consecuencias de que el Consejo no haya decidido en los últimos seis meses dos nombres para el TC subieron varios grados a raíz de la última reforma del Gobierno para empujar la designación y de la posterior intervención del TC paralizándola.

Las tornas han cambiado en las últimas semanas. De septiembre a noviembre, eran los progresistas los que acusaban a los conservadores de poner trabas a la designación. Este último bloque, mayoritario, pedía tiempo para escoger candidatos con idoneidad contrastada y, en esa búsqueda, fueron pasando las semanas sin que los nombramientos se efectuaran. Los progresistas, por su parte, se decidieron pronto por un candidato oficial: José Manuel Bandrés. El nombre, que no gusta al bloque contrario que interpreta que es un perfil impuesto por el Gobierno, ahondó en el retraso y sigue siendo a día de hoy el núcleo de la discrepancia entre unos y otros.

Foto: Fachada del Tribunal Constitucional. (EFE/Ballesteros)

En diciembre, todo cambió. Hasta el momento, la renovación del Tribunal Constitucional se realizaba en función de unas reglas de elección que implican mayorías y controles. El TC se renueva por tercios, cuatro miembros cada vez de forma cíclica. El actual recambio, atascado desde hace seis meses, implica que el Gobierno elija a dos personas y el CGPJ a otras dos. Los dos del Consejo deben contar con el apoyo de tres quintos de los vocales, es decir, 11 de ellos. Una vez escogidos los cuatro, se procede al nombramiento efectivo de todos ellos a la vez, previo aval del propio Constitucional en un pleno de verificación.

A principios de mes y tras escoger y proponer a sus dos candidatos (el exministro Juan Carlos Campo y Laura Díez), el Ejecutivo diseñó una reforma legal dirigida a evitar tanto las mayorías del Consejo —que hacen imprescindible el apoyo del bloque conservador— como el control del TC, también de mayoría conservadora de momento, y, por ello, capaz de paralizar la entrada de sus elegidos. La urgencia de la Moncloa viene provocada porque esta renovación cambiará el equilibrio de fuerzas en el TC que pasará así a ser mayoritariamente progresista y a contar con un presidente de la misma sensibilidad.

Foto: El último pleno del CGPJ. (EFE)

El efecto se dejó sentir de forma inmediata en el CGPJ. La prisa de los progresistas se apagó y los conservadores cogieron el testigo y pasaron a tener la urgencia que hasta ese momento no tenían. Los primeros prefieren elegir con las nuevas reglas del Ejecutivo, que le garantizan la designación efectiva de Bandrés, y los segundos quieren sortear las nuevas normas. Tras la intervención del TC que ha paralizado la tramitación de la reforma, se abren ahora unas semanas en las que aún seguirá en vigor el anterior sistema, mientras la Moncloa tramita su aprobación por una vía distinta.

La estrategia del bloque conservador del Consejo se basa en tratar de evidenciar que son los de la izquierda los que dilatan ahora el plazo. Lo están ejecutando mediante el sistema de proponer para votación a renombrados candidatos progresistas que, sin embargo, se rechazan por este bloque. Así sucedió con su primera propuesta, el magistrado del Supremo Pablo Lucas, que en el último pleno recabó 10 votos, los 10 de los conservadores, pero ninguno de los ocho de los progresistas.

Foto: El presidente del CGPJ, Rafael Mozo (c), preside el pleno extraordinario. (EFE/CGPJ)

El segundo intento se llevará a cabo este martes. Los conservadores proponen ahora a María Luisa Segoviano, también progresista y, durante años, presidenta de la Sala Cuarta del TS. Los de izquierda han vuelto a plantear a Bandrés. El bloque mayoritario incide en que un solo voto de los contrarios acabaría con el bloqueo y también con la crisis institucional desatada por la reforma del Gobierno. Los progresistas defienden que el apoyo a Bandrés provocaría el mismo efecto.

"Unos por otros, la casa sin barrer", resumen fuentes jurídicas consultadas. Es muy improbable que el bloqueo desaparezca en este pleno.

El Consejo General del Poder Judicial volverá a intentar este martes desbloquear el nombramiento de dos candidatos para el Tribunal Constitucional con pocas opciones de conseguirlo. La larga negociación entre los bloques conservador y progresista del órgano ha desembocado en la última etapa en un cruce de recriminaciones mutuas a través de las que, unos y otros, tratan de endosar al contrario la responsabilidad del largo parón. Las consecuencias de que el Consejo no haya decidido en los últimos seis meses dos nombres para el TC subieron varios grados a raíz de la última reforma del Gobierno para empujar la designación y de la posterior intervención del TC paralizándola.

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