Es noticia
La incógnita de Yolanda Díaz para el 28-M: irá a Cataluña, duda en Valencia y teme Madrid
  1. España
Tensión con Podemos

La incógnita de Yolanda Díaz para el 28-M: irá a Cataluña, duda en Valencia y teme Madrid

La vicepresidenta obvia las presiones de Podemos y mantiene silencio sobre sus planes. En su espacio, esperan que acuda a los lugares donde haya acuerdos amplios entre los morados, IU y otros actores

Foto: Alberto Garzón, Yolanda Díaz y Ada Colau. (EFE/Toni Albir)
Alberto Garzón, Yolanda Díaz y Ada Colau. (EFE/Toni Albir)

"A la gente le preocupa llegar a fin de mes, no las elecciones". La frase textual es de hace tres semanas, pero sintetiza lo que responde Yolanda Díaz cada vez que afronta preguntas sobre el futuro de su plataforma Sumar, sobre su candidatura a las generales o sobre su hoja de ruta para la campaña de las autonómicas y municipales del 28 de mayo. La vicepresidenta segunda centra todas sus intervenciones públicas en vender la acción del Gobierno, en sus cabos sueltos, y rechaza despejar las incógnitas sobre sus planes para dentro de seis meses. Sí hay algunas certezas en ese horizonte, como el hecho de que los comunes esperan contar con su apoyo en Cataluña, pero la mayor parte de territorios se ven sobrevolados por un signo de interrogación.

Esta misma semana, la secretaria general del partido morado y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, intensificó la presión pública sobre Díaz, pidiéndole que haga campaña "por Podemos y Unidas Podemos" en esos comicios, a través de una entrevista en elDiario. Hasta el momento, como acostumbra, la titular de Trabajo ha obviado el llamamiento de Belarra, que se suma a una larga lista de reclamos, más o menos duros, por parte de su formación. En la cúpula de Podemos, aseguran desconocer por completo sus intenciones para la campaña, y el equipo de la impulsora de Sumar responde que hoy no toca, que ni siquiera están pensando en eso. Díaz ya advirtió de que su proyecto no estaría listo para mayo y se desvinculó de esa campaña, pero como líder del espacio político todos los ojos están puestos en sus movimientos.

Foto: Consejo Ciudadano estatal de Podemos. (EFE/Fernando Alvarado)

La versión oficial es que acudirá a los territorios donde las perspectivas sean favorables, o donde se puedan revalidar gobiernos. Distintos dirigentes territoriales morados, sin embargo, interpretan que entrará en campaña donde haya acuerdos de peso entre Podemos, IU y otras fuerzas, siempre que el clima sea propicio. Previsiblemente, apunta un dirigente, "elegirá los lugares y candidaturas que se acerquen a lo que viene diciendo". Esto es: candidaturas plurales, con incorporación de "perfiles independientes de la sociedad civil" y superación de la mera "suma de siglas". La cuestión es que llevar esta teoría a la práctica se antoja complicado en muchos casos.

Esos dirigentes territoriales aseguran que ni siquiera han esbozado esta cuestión, ni en los actos de escucha de Sumar que puedan haber acogido —las direcciones territoriales participan en la organización y acuden a estos encuentros, aunque contraste con la crispación que se transmite desde Madrid—, ni tampoco por otros canales: "Ni una palabra", sostiene una dirigente morada en una comunidad autónoma en la que Podemos puede jugar un papel importante.

Y, aunque Díaz no quiera abrir este melón hoy, para los comunes está claro que acudirá a hacer campaña en Barcelona, probablemente también en otros municipios. Al menos, en los más destacados, donde los actores del espacio político estén unidos tras sus siglas, bajo la batuta de Ada Colau. "Donde no hay acuerdo es difícil", apuntan, pero donde existe "se da por hecho" que estará muy presente.

Foto: La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social de España, Yolanda Díaz. (EFE/Matías Martin Campaya)

Junto a Izquierda Unida, los comunes se han erigido en puntal del proyecto de Díaz. Josep Vendrell, jefe de Gabinete de la vicepresidenta, su hombre fuerte en las negociaciones de mayor calado político, es también exdiputado de este espacio e histórico de ICV; Jaume Asens, presidente del grupo Unidas Podemos en el Congreso, es uno de sus afines con mayor visibilidad dentro del espacio. El peso de los comunes en su entorno es innegable.

El problema es que este mismo esquema sería de difícil aplicación en territorios como la Comunidad Valenciana, donde Compromís y Podemos, dos potenciales aliados, concurrirán por separado, y donde ambos enarbolan un largo historial de agravios mutuos. En lo que toca a la Generalitat, ambos forman parte del Ejecutivo del Botànic, y Díaz tiene buena relación con sus respectivos líderes, Joan Baldoví y Héctor Illueca.

Equilibrio delicado

Las miradas están puestas en el ayuntamiento de Valencia, en manos de Joan Ribó (Compromís), con el que la sintonía es también evidente, y que compite con Pilar Lima (Podemos). No hay dudas del apoyo de la coalición valenciana al proyecto de Díaz, como tampoco las había antes de la salida de Mónica Oltra. Pero corresponderla abiertamente sería incompatible con nadar y guardar la ropa, soliviantaría a los morados; el equilibrio será delicado.

La Comunidad de Madrid también se antoja un laberinto de difícil salida: Podemos e IU ya han cerrado un preacuerdo para concurrir juntos, y competirán con Más Madrid, otro de los potenciales aliados de Díaz. En lo que toca a la comunidad y al ayuntamiento de la capital, Mónica García, líder de la oposición a Isabel Díaz Ayuso, ha descartado la confluencia con Unidas Podemos, que ya se quedó fuera del consistorio en los últimos comicios. Puede haber excepciones en casos como el de Rivas Vaciamadrid, feudo histórico de IU en el que Podemos secunda la coalición de Alberto Garzón, pero tampoco Más Madrid se atreve a aventurar qué ocurrirá fuera de este marco. Las respuestas las tendrá la impulsora de Sumar.

Feudos menos hostiles

En cualquier caso, también hay feudos mucho menos hostiles para Díaz. Es el caso de Galicia, donde hace escasos días el candidato avalado por la vicepresidenta segunda, Borja San Ramón, se hizo con la dirección regional, garantizando que la organización seguirá en la órbita de la impulsora de Sumar. Juan Carlos Monedero, cofundador del partido, muy cercano a Belarra o Irene Montero, acudió a Galicia para respaldar a la candidatura de la dirección estatal (Gonzalo Busqué), que tuvo que conformarse con un 33% de los votos, frente al 63,8% cosechado por San Ramón.

En Canarias, el exdiputado de Podemos Alberto Rodríguez confirmó esta misma semana que se presentará a las autonómicas con su proyecto Drago. Con Podemos indicándole públicamente desde Madrid que deberá "adaptarse" a la candidatura de Noemí Santana si quiere unir fuerzas, y con Rodríguez empeñado en concurrir en solitario, en el anuncio de su candidatura se vio acompañado por Héctor Morán, uno de los hombres de confianza de Díaz, que también estuvo desde el principio junto a Rodríguez. La versión oficial es que Morán, a quien se suele ver junto a la vicepresidenta en el Ministerio de Trabajo o en el Congreso, participa en el proyecto de Rodríguez a título personal. Las piezas se van alineando en el tablero.

Foto: La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz (c), presenta Sumar Navarra. (EFE/Villar López)

Además de Madrid, ya hay acuerdo entre Podemos, IU y otras fuerzas en Navarra; también apuran estos días las negociaciones para concurrir juntos en comunidades como Extremadura o Asturias. El escenario es volátil, la tensión entre Díaz y la dirección en Madrid, máxima, y son muchas las variables que pueden influir en las decisiones de la vicepresidenta segunda de aquí a finales de mayo.

La también ministra de Trabajo se resiste a desvelar jugadas. Por un lado, no casa con sus tiempos: formalmente, Sumar no es una plataforma electoral —aunque Díaz ya destaca que es "imparable"—; por otro, ella aún no es candidata, y en su equipo aseguran que no hay decisiones tomadas, que no están en esto. Conforme pasan las semanas, se anuncian acuerdos o se constatan desencuentros, la presión va creciendo. Los tiempos se acelerarán aún más en enero: el ciclo electoral que arrancó con el nuevo curso político, en septiembre, ya ha tenido impacto hasta en los ritmos del Congreso. Ahora se acerca el esprint hasta la campaña; el escenario puede dar aún una y mil vueltas.

"A la gente le preocupa llegar a fin de mes, no las elecciones". La frase textual es de hace tres semanas, pero sintetiza lo que responde Yolanda Díaz cada vez que afronta preguntas sobre el futuro de su plataforma Sumar, sobre su candidatura a las generales o sobre su hoja de ruta para la campaña de las autonómicas y municipales del 28 de mayo. La vicepresidenta segunda centra todas sus intervenciones públicas en vender la acción del Gobierno, en sus cabos sueltos, y rechaza despejar las incógnitas sobre sus planes para dentro de seis meses. Sí hay algunas certezas en ese horizonte, como el hecho de que los comunes esperan contar con su apoyo en Cataluña, pero la mayor parte de territorios se ven sobrevolados por un signo de interrogación.

Yolanda Díaz Compromís Ada Colau
El redactor recomienda