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Los progresistas del TC tratan de que el recurso del PP no llegue a estudiarse
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Pleno crítico

Los progresistas del TC tratan de que el recurso del PP no llegue a estudiarse

Cuatro de los magistrados progresistas han tratado de que la decisión final sobre la admisión no se elevara a pleno

Foto: El Tribunal Constitucional. (EFE /Zipi)
El Tribunal Constitucional. (EFE /Zipi)

El Pleno del Tribunal Constitucional ha empleado toda la mañana en discutir la admisión a trámite del recurso presentado por el PP, es decir, el paso previo necesario para estudiar la reclamación de los populares de paralizar las enmiendas del Ejecutivo destinadas a acelerar la renovación del tribunal de garantías. Según informan fuentes jurídicas, cuatro de los magistrados progresistas han tratado de que la decisión final sobre la admisión no se elevara a pleno con la esperanza de forzar su rechazo. Por siete votos a cuatro, su propuesta ha sido descartada.

La polémica llega tras lo ocurrido el pasado jueves, cuando cinco magistrados progresistas ya pidieron aplazar la decisión al alegar que todavía no podían "participar en la deliberación" ante "la complejidad de la cuestión". El presidente del tribunal atendió su petición y el aplazamiento permitió que el Congreso votara la reforma del Gobierno la tarde del jueves, pero el cambio legislativo aún debe pasar por el Senado, que se reunirá en pleno el jueves. El PP confía en que el Constitucional paralice las dos enmiendas antes de llegar a la Cámara Alta. El bloque progresista, sin embargo, se mueve ahora para que el tribunal ni siquiera admita a trámite el recurso.

Foto: Los miembros del Tribunal Constitucional, durante un pleno. (EFE/Fernando Alvarado)

Los magistrados llevan reunidos desde las 10 de la mañana. De momento, la única votación se ha centrado en el mencionado intento de que la admisión a trámite del recurso no quedara en manos del pleno, sino de una de las salas del tribunal. En concreto, de la Sala Segunda, donde se produce un empate de fuerzas con tres conservadores y tres progresistas. Tras rechazarse este intento por siete votos a cuatro y, por tanto, con uno de los cinco progresistas cambiando de bloque, la votación definitiva sobre la admisión a trámite del recurso tendrá lugar esta tarde. Si termina por admitirse, aún quedará mucha tela que cortar.

Durante la mañana de este lunes, el pleno ni siquiera ha abordado uno de los puntos más sensibles del orden del día. Podemos y el PSOE han reclamado que se aparte de la deliberación a los dos magistrados que en su día fueron nombrados por el último Gobierno del PP: el presidente Pedro González-Trevijano y Antonio Narváez. Forzar su abstención es la principal baza del bloque más cercano a la izquierda. Si la recusación se rechaza, los 11 magistrados que componen el pleno—seis conservadores y cinco progresistas—pasarán a estudiar la suspensión cautelar de las enmiendas que reclama el PP.

Seis magistrados, favorables al recurso

Como ha adelantado El Confidencial, González-Trevijano y los otros cinco magistrados del denominado sector conservador se muestran favorables a que en el pleno se admita el recurso de amparo interpuesto por el Partido Popular y, además, se dicten las medidas cautelarísimas solicitadas por el recurrente para dejar en suspenso las enmiendas de adición número 61 y 62 a la proposición de ley de reforma del Código Penal, en virtud de las cuales se modifica tanto la Ley Orgánica del Poder Judicial como la del Tribunal Constitucional. Después de haber sido votadas en el Congreso, deben ser de nuevo respaldadas por la mayoría absoluta del Senado.

Igualmente, los seis magistrados rechazarían las mencionadas recusaciones que se han interpuesto contra el presidente y Narváez, ambos designados en 2013 por el Gobierno de Mariano Rajoy. A tal efecto, fuentes consultadas por El Confidencial coinciden en la existencia de abundante doctrina del Tribunal Constitucional, contenida en numerosos autos sobre recusaciones que establecen un criterio restrictivo para aceptarlas, porque podrían alterar el cuórum del órgano que —a diferencia de los tribunales jurisdiccionales— no dispone de magistrados suplentes.

Foto: Fachada del Tribunal Constitucional. (EFE/Ballesteros)

La última decisión en este sentido se produjo cuando el TC rechazó por unanimidad las hasta 33 recusaciones contra los magistrados Concepción Espejel y Enrique Arnaldo, designados por el Congreso a propuesta del PP. Estas fuentes aducen, además, que nunca en los 42 años de funcionamiento del tribunal han sido recusados —ni se han abstenido— los magistrados salientes que emitían su voto en el trámite de idoneidad de los que les iban a sustituir. Se cita como única excepción el caso de María Emilia Casas —magistrada y presidenta del TC—, que se abstuvo en la deliberación de una votación de la reforma del órgano de garantías que ella misma había propuesto.

Varios de los magistrados progresistas defienden, frente a este criterio, la necesidad de estudiar a fondo la solicitud de recusación que formuló Podemos, al dudar de la imparcialidad de los dos magistrados, que serían aquellos que quedarían automáticamente fuera del TC si las enmiendas discutidas salen adelante. Los miembros de este sector apuestan por abrir pieza separada sobre la recusación. Este paso dilataría la decisión sobre el recurso del PP más allá de la votación del Senado.

El Pleno del Tribunal Constitucional ha empleado toda la mañana en discutir la admisión a trámite del recurso presentado por el PP, es decir, el paso previo necesario para estudiar la reclamación de los populares de paralizar las enmiendas del Ejecutivo destinadas a acelerar la renovación del tribunal de garantías. Según informan fuentes jurídicas, cuatro de los magistrados progresistas han tratado de que la decisión final sobre la admisión no se elevara a pleno con la esperanza de forzar su rechazo. Por siete votos a cuatro, su propuesta ha sido descartada.

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