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El PP alienta un motín en UPN contra Esparza y abre sus listas en Navarra a "nuevos activos"
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ELECCIONES EL 28 DE MAYO

El PP alienta un motín en UPN contra Esparza y abre sus listas en Navarra a "nuevos activos"

Génova plantea integrar "talento" procedente de la formación foralista y de Ciudadanos, y buscará una alianza con Sayas y Adanero. Esparza niega un acercamiento al PSOE, pero recalca que "no es el monaguillo del PP"

Foto: Feijóo, junto al senador Miguel Tellado. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
Feijóo, junto al senador Miguel Tellado. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
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La ruptura entre PP y UPN a instancias del líder de la formación navarra, Javier Esparza, ha desencajado a Génova. Esparza lo hizo porque las encuestas que maneja les da más por separado que juntos y también por sentirse ninguneado. "No han querido hablar con nosotros hasta que ya ha sido demasiado tarde", reconocen en UPN. Aun así, el presidente de los foralistas insiste en que lo sucedido en Navarra no tiene por qué trastocar los acuerdos a nivel nacional, y se compromete a apoyar a Alberto Núñez Feijóo en una eventual investidura en el Congreso de los Diputados.

Pero el malestar en Génova es grande. Consideran una traición la decisión del político navarro, y dan por rota su relación. Advierten, además, de una posible rebelión interna en el partido regionalista dentro del sector que apoyó a Sergio Sayas cuando se enfrentó a Javier Esparza por el liderazgo del partido en junio de 2020. "Muchos no están cómodos en una situación de competencia electoral con el PP a cambio de tener una relación de complicidad con el PSOE", se quejan en la cúpula nacional. La "traición" de los diputados Adanero y Sayas en la votación de la reforma laboral, promovida por la anterior dirección del PP, es otro punto que tampoco olvidan en UPN.

En aquel congreso, el actual presidente de UPN venció a su contrincante con un contundente 58,3% de los votos, pero en el PP ponen negro sobre blanco que a Sergio Sayas le apoya un buen pellizco de la militancia —41,7%— y de cargos regionales que no están de acuerdo con el enfrentamiento abierto entre las dos fuerzas. Importante recordar que sobre el diputado nacional —así como a su compañero en el Congreso, Carlos García Adanero— pesa un expediente de expulsión de UPN por romper la disciplina de voto que marcó Esparza durante la aprobación de la reforma laboral del Gobierno. Si Alberto Casero no se hubiese equivocado con su voto, el proyecto hubiese caído por el sorpresivo voto en contra de los dos parlamentarios de UPN.

Foto: Los diputados Sergio Sayas (i) y Carlos García Adanero. (EFE/Villar López)

Génova sabe que la votación de la reforma laboral fue el punto de inflexión en el deterioro de sus relaciones con Javier Esparza. Desde hacía meses, en la dirección nacional del PP sobrevolaba el recelo de un hipotético acuerdo paralelo entre UPN y el PSOE en Navarra que el líder regionalista siempre ha negado. Según la versión de los populares, Navarra Suma terminó saltando por los aires porque, según las fuentes consultadas, dicha alianza era "incompatible" con cualquier otra fuerza política. "Nunca nos concretaron un rechazo expreso a pactar con el PSOE tras las elecciones, y eso era una línea roja. Han jugado con dos barajas, y nosotros solo queríamos jugar con una", lamenta.

El líder de UPN, por contra, siempre ha negado un pacto oculto con los socialistas navarros, y destacó públicamente su predisposición a seguir negociando con el PP como socio prioritario, sin descartar, eso sí, una "alternativa transversal" que lograse frenar a Bildu en la región. Esparza sitúa el origen de la ruptura en el pasado mes de agosto, cuando el vicesecretario de Organización de Génova, Miguel Tellado, aseguró en una entrevista que el PP no quería perder las siglas en Navarra y proponía una negociación "de igual a igual". Como publicó El Confidencial, el planteamiento de Génova era la fórmula de UPN+PP en Navarra y de PP+UPN de cara a las generales.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en el pleno del Senado en Madrid este martes. (EFE/Kiko Huesca)

"Si alguien cree en este país que UPN es el monaguillo del PP, esto no va así", afirmó esta misma semana Javier Esparza. El otro punto de conflicto fue la intención del PP de incluir de algún modo a los diputados díscolos de la formación, Sayas y Adanero, en el gran acuerdo que se estaba fraguando en el centroderecha navarro y que ya ha saltado por los aires. Los dos parlamentarios están abiertamente enfrentados a su exjefe Esparza, que no contemplaba en absoluto la integración de los dos dirigentes. No era el planteamiento de Génova, donde defendían una "alianza amplia sin vetos" porque "no sobra ningún voto" para intentar desbancar al bloque de la izquierda cuando vuelvan a abrirse las urnas.

Tras la ruptura con UPN, el PP confirma que se presentará en solitario a las elecciones del próximo 28 de mayo. Pero fuentes de la dirección aseguran que su objetivo pasa por abrir listas a "nuevos activos", animando incluso a los críticos con Esparza a dar el salto a las filas populares. Los regionalistas navarros recuerdan que la decisión de concurrir en solitario fue ratificada por unanimidad en la ejecutiva del partido. "Pero la ejecutiva no es la infantería de UPN", zanjan en Génova. La intención de Núñez Feijóo es integrar también a sus filas a Sergio Sayas y Carlos García Adanero, que han creado una plataforma regional que cuenta con unos 1.400 simpatizantes. Tampoco descartan incorporar "talento" de Ciudadanos en la región para neutralizar las consecuencias de la fragmentación del bloque de la derecha. "Analizaremos todos los perfiles que pueden complementarnos", aseguran.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Quique García)

Así las cosas, el PP cree estar en posición de abrir fugas en la bolsa de voto de Esparza. En las últimas elecciones autonómicas, Navarra Suma ganó las elecciones, pero la suma del bloque de la izquierda y del nacionalismo fue superior. La última vez que las dos fuerzas fueron por separado, en 2015, UPN se hizo con 15 parlamentarios frente a las 2 que logró el PP. Por eso, los foralistas quisieron hacer valer su fuerza en la región frente al PP, donde defienden que el marco es distinto al de hace un par de años con Pablo Casado: ahora, los populares son primera fuerza a nivel nacional y con perspectivas de crecimiento también en Navarra.

La ruptura entre PP y UPN a instancias del líder de la formación navarra, Javier Esparza, ha desencajado a Génova. Esparza lo hizo porque las encuestas que maneja les da más por separado que juntos y también por sentirse ninguneado. "No han querido hablar con nosotros hasta que ya ha sido demasiado tarde", reconocen en UPN. Aun así, el presidente de los foralistas insiste en que lo sucedido en Navarra no tiene por qué trastocar los acuerdos a nivel nacional, y se compromete a apoyar a Alberto Núñez Feijóo en una eventual investidura en el Congreso de los Diputados.

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