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Sánchez se inclina por una "minicrisis de Gobierno" para proteger a Grande-Marlaska
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LOS SOCIOS PONEN EN DUDA SUS INTENCIONES

Sánchez se inclina por una "minicrisis de Gobierno" para proteger a Grande-Marlaska

El presidente del Gobierno ya ha trasladado su intención de limitarse a lo que denomina una "minicrisis de Gobierno". Se descarta aplazar hasta abril los cambios obligados por el salto de ministros a las municipales

Foto: Los miembros del Gobierno, en la escalinata del Congreso, durante su asistencia al acto institucional del Día de la Constitución. (EFE/Kiko Huesca)
Los miembros del Gobierno, en la escalinata del Congreso, durante su asistencia al acto institucional del Día de la Constitución. (EFE/Kiko Huesca)
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El presidente del Gobierno no prevé una remodelación amplia de su Gobierno para encarar el último año de mandato. Tampoco aprovechar esta ventana, por el salto de ministros a candidaturas municipales, para sustituir al cuestionado ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la tragedia en la valla de Melilla ocurrida el pasado mes de junio. Pedro Sánchez ya ha trasladado su intención de limitarse a lo que denomina una "minicrisis de Gobierno". Esto es, obligada por las salidas de las ministras de Industria, Reyes Maroto, y Sanidad, Carolina Darias, para ser candidatas en las elecciones municipales en Madrid y Las Palmas, respectivamente.

A falta de decidir cuándo, lo que sí descarta el jefe del Ejecutivo es aplazar estos cambios hasta abril, como había deslizado la titular de Industria, para apurar al máximo el límite permitido a las puertas de la campaña electoral. La intención de Sánchez pasa por no realizar más cambios al frente de los ministerios, según ha avanzado, a pesar de que voces del espacio de Unidas Podemos desconfían de su decisión final, acostumbrados a que el presidente del Gobierno utilice estas crisis para dar un golpe de efecto. Una de las principales razones para que en esta ocasión no vaya a sorprender con grandes cambios es proteger al titular de Interior.

Foto: El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (EFE)

Ni los morados ni el resto de socios parlamentarios entenderían que se llevase a cabo una remodelación amplia que excluyese a Marlaska, acorralado por todos los grupos del Congreso y con reiteradas peticiones de dimisión por parte de la oposición. Eso sí, todo podría precipitarse, tanto el alcance de la crisis de Gobierno como su urgencia, si finalmente la Fiscalía decide imputarlo en la investigación que tiene abierta por las muertes en Melilla.

Marlaska cuenta con "todo el respaldo" de Pedro Sánchez, quien además concluye que su imputación "es una hipótesis que no me planteo". A pesar de que las investigaciones de diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales y el propio Defensor del Pueblo contradicen la versión del ministro de Interior, apuntando a la falta de auxilio y al menos a una muerte en territorio español, el mensaje de la Moncloa es claro: proteger a Marlaska. Se desliza que protegiendo al ministro lo que se hace es también proteger a la Guardia Civil. "Marlaska y la Guardia Civil hicieron bien las cosas en un contexto muy complicado", concluía Sánchez en conversación informal con los periodistas el pasado martes, coincidiendo con el 44 aniversario de la Constitución.

Para la parte socialista del Gobierno, las últimas investigaciones no aportarían nada nuevo a sus explicaciones sobre la tragedia. A diferencia de lo sucedido en 2014 en la tragedia del Tarajal, bajo el Gobierno de Mariano Rajoy, fuentes de la Moncloa defienden que "nosotros no hemos escondido nada ni manipulado ninguna imagen".

Marlaska cuenta con "todo el respaldo" de Sánchez, quien además concluye que su imputación "es una hipótesis que no me planteo"

Sobre los tiempos para la "minicrisis de Gobierno", se apunta a los meses de enero o febrero. Aunque el presidente del Ejecutivo entiende que tanto Maroto como Darias "tienen todavía tarea por delante en el ámbito de proyectos estratégicos que tenemos que adaptar", ha dado a entender que no se demorará hasta el último momento. Esto fue lo que sucedió con el exministro de Sanidad Salvador Illa, quien se mantuvo al frente de esta cartera hasta escasos días de iniciar la campaña electoral como candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat.

Las diferencias entre perfiles como el de Maroto e Illa, sin embargo, empujan a no seguir la misma estrategia. El grado de conocimiento público de la primera es bajo, según el CIS, y muy alejado del que tenía el exministro de Sanidad antes de dar el salto a Cataluña, tras ser la cara del Gobierno en la gestión de la pandemia. La situación demoscópica del PSC tampoco tiene nada que ver con la del PSOE en Madrid. Elementos que, unidos a la escasa proyección pública del Departamento de Transportes, obligan a Maroto a centrarse ya en su candidatura para levantar el vuelo. Es precisamente lo que le demandan el resto de actores del bloque progresista, conscientes de que sin unos buenos resultados de los socialistas, no lograrán sumar para desbancar al popular José Luis Martínez-Almeida de la alcaldía madrileña.

placeholder El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (EFE/Mariscal)
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (EFE/Mariscal)

El mensaje "prospectivo" de la remodelación amplia

La cuota de Unidas Podemos en el Gobierno de coalición no se tocará en esta futura remodelación. Lo que no tienen tan claro los socios es que Sánchez no aproveche para realizar más cambios entre los ministros socialistas para dar un impulso a la legislatura en pleno ciclo electoral. Una renovación que sirva para esprintar en la campaña, trasladando la imagen de que Sánchez está centrado en lanzar la recuperación económica y seguir al frente de la Moncloa con un equipo solvente para consumarla tras las próximas elecciones. De hecho, desde la Moncloa dicen ser conscientes de que las elecciones no se ganan tanto por lo que se ha hecho como por "la visión de futuro para el país". Como suele repetir Sánchez, "lo que hace ganar o perder las elecciones es la prospectiva, el futuro".

Las apelaciones a los brotes verdes ya comienzan a incluirse en el argumentario de la Moncloa y está previsto que sea uno de los principales resortes electorales. La paz social, la reducción de la inflación y la contención del fantasma de la recesión son elementos que se ponen en valor "pese al contexto de extraordinaria complejidad", primero por la pandemia y después por la guerra en Ucrania. De ahí que el mensaje "prospectivo" sea que "si con toda esta complejidad estamos avanzando, imaginemos cómo será cuando el viento sople a nuestro favor". Un mensaje que se complementaría con una remodelación amplia del Gobierno, pero que, a la espera del futuro judicial de Marlaska, se descarta por el momento para proteger al titular de Interior.

El presidente del Gobierno no prevé una remodelación amplia de su Gobierno para encarar el último año de mandato. Tampoco aprovechar esta ventana, por el salto de ministros a candidaturas municipales, para sustituir al cuestionado ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la tragedia en la valla de Melilla ocurrida el pasado mes de junio. Pedro Sánchez ya ha trasladado su intención de limitarse a lo que denomina una "minicrisis de Gobierno". Esto es, obligada por las salidas de las ministras de Industria, Reyes Maroto, y Sanidad, Carolina Darias, para ser candidatas en las elecciones municipales en Madrid y Las Palmas, respectivamente.

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