ERC negociará con el PSOE quitar la malversación solo a la sedición, pero no "a corruptelas"

ERC empieza a despejar incógnitas sobre la reforma del delito de malversación que quiere registrar, aprovechando la iniciativa de suprimir la sedición en el Código Penal formulada por el Gobierno, ya en el Congreso de los Diputados. Mientras los grupos que sustentan al Ejecutivo tratan de apurar los plazos para aprobar la proposición de ley de reforma de varios delitos en pocas semanas, el portavoz de los republicanos, Gabriel Rufián, afirmó este martes que la reforma del Código Penal, en lo que toca a la malversación, debe ser "quirúrgica", y no puede servir para amparar ninguna "corruptela".

En una rueda de prensa desde el Congreso de los Diputados, Rufián ha reconocido que esta reforma puede ser polémica, y por ello abogaba por medir con cuidado las posibles enmiendas que delimiten estos cambios: "Se trata de que no se utilice el Código Penal como un castigo ideológico. No somos sospechosos de querer blanquear ninguna corruptela", afirmaba.

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La idea es modificar las penas para que no se castigue por igual a quienes se lucren de este delito y a quienes no obtengan beneficio al cometerlo. Es un planteamiento compartido por Unidas Podemos, que ha dejado la puerta abierta a secundar la enmienda que presente ERC para esta reforma, pero también a presentar su propia propuesta. ERC, por el momento, no aclara su hoja de ruta, pero sí deja ver que, si pacta esta reforma con los grupos que sustentan al Gobierno, en lugar de registrar por separado su propia enmienda, tendrá más opciones de éxito.

Es, en cualquier caso, un terreno complicado, con muchos matices, y con cierta división entre los aliados parlamentarios. Sin ir más lejos, el diputado Joan Baldoví, de Compromís, mostraba su rechazo esta misma mañana a reformar el delito de malversación. La posición del Gobierno o de ERC, hoy, es que este tipo debe volver a una situación parecida a su redacción anterior, previa a la reforma del Ejecutivo de Mariano Rajoy, en 2015.

Quiebra en UP

Mientras tanto, después de que Podemos dejase ver sus recelos hacia la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, acusándola de dirigir una negociación mantenida a sus espaldas, el discurso del grupo parlamentario volvía a quebrarse hoy. Si el presidente de Unidas Podemos, Jaume Asens (los comunes), ha pilotado esta reforma, y ha señalado la posición de Unidas Podemos a favor de reformar el delito de malversación, hoy el portavoz parlamentario marcaba otra dirección.

Pablo Echenique, en rueda de prensa desde el Congreso, afirmó que el grupo aún no ha mantenido el necesario debate en profundidad para fijar posición, hasta el punto de asegurar que las palabras de Asens reflejaban su opinión personal como "jurista de reconocido prestigio". Enrique Santiago, líder del PCE (Izquierda Unida), sí se había alineado con las tesis de Asens.

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Entre los morados, además, llevan días advirtiendo de que toca estudiar a fondo esta reforma, porque temen que puedan afectar al derecho a la protesta. "Todavía no hay una decisión tomada", advirtió Echenique. En otros escenarios, la dirección de grupo ha aceptado que hubiera división entre sus integrantes (con la ley contra el proxenetismo, con la OTAN), pero no es habitual que el portavoz parlamentario contradiga al presidente de su grupo.

"No vamos a ser cómplices"

Rufián tomaba la palabra poco después de que lo hiciera Miriam Nogueras, portavoz de Junts per Catalunya, la formación que gobernaba con ERC en la Generalitat hasta hace escasas semanas, y que hoy está en guerra abierta contra los republicanos. Siempre han defendido la inutilidad de la mesa de diálogo, fundamental para llegar a este acuerdo, y hoy Nogueras ha afirmado que su grupo estudia presentar una enmienda a la totalidad ante esta proposición de ley sobre la sedición.

Hay dirigentes independentistas de su partido que se beneficiarían de esta modificación, pero Nogueras incidía en que ERC está colaborando con el PSOE para facilitar la extradición de Carles Puigdemont.

Dentro y fuera de cámara, la lectura que hacen los republicanos de los efectos de este cambio legal es radicalmente contraria, pero Nogueras elevaba el tono de su oposición a la reforma, afirmando que no serán "cómplices" de estos movimientos. Y, como hicieran fuerzas como Más País, en Junts alertan de los riesgos que la reforma entraña para el derecho a la protesta.