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Génova 'nacionaliza' la rebelión sanitaria contra Ayuso para evitar un "disgusto" en las urnas
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POLÉMICA EN MADRID

Génova 'nacionaliza' la rebelión sanitaria contra Ayuso para evitar un "disgusto" en las urnas

El PP mueve ficha para convertir la crisis de Madrid en un "problema nacional". Los consejeros sanitarios del partido piden al Gobierno convocar un Consejo Interterritorial para abordar la falta de médicos en toda España

Foto: Reunión de Feijóo con varios barones del PP. (EFE/PP/David Mudarra)
Reunión de Feijóo con varios barones del PP. (EFE/PP/David Mudarra)

Alberto Núñez Feijóo no hizo un hueco en su discurso de este lunes ante el Comité Ejecutivo Nacional para hablar de la crisis sanitaria que azota la Comunidad de Madrid y que ha puesto en entredicho la gestión de Isabel Díaz Ayuso, origen del malestar que el domingo inundó las calles de la capital. Sin embargo, Génova ha desplegado una estrategia para proteger a la dirigente de la campaña que, a juicio de los populares, ha desplegado la izquierda contra el Gobierno autonómico para tratar de pinchar el éxito demoscópico de la mandataria. El PP maniobra para convertir la rebelión sanitaria en un "problema nacional", hasta el punto de sugerir un pacto de Estado impulsado por el Ejecutivo en esta materia para mejorar las condiciones laborales del personal sanitario y reducir la saturación de la atención primaria.

Pese a que la cita de Feijóo con la mayoría de barones del partido se convirtió en un "monográfico sobre sedición", según aseguran algunos de los presentes, fuentes de la dirección del partido recalcan que hay "problemas compartidos" entre comunidades autónomas que deben ser abordados en el ámbito nacional. A su juicio, no es correcto focalizar el problema, dicen, en una única región. En este punto, los populares reiteran su "respeto" a los manifestantes, pero señalan al mismo tiempo que "evidentemente" las protestas han sido "agitadas" por la izquierda para "hacer un uso político de la manifestación", en línea con el discurso que mantiene Isabel Díaz Ayuso.

En el marco de la citada estrategia, Génova citó en la tarde del lunes a los consejeros de Sanidad de las comunidades autónomas gobernadas por los populares. La cita, liderada por la vicesecretaria de Políticas Sociales, Carmen Navarro, tenía como objetivo la búsqueda de "soluciones consensuadas" para paliar "el déficit de especialistas de medicina de familia", no solo en Madrid, insisten, sino también en el resto de España. La reunión sirvió para trazar una hoja de ruta común, al menos de parte de las comunidades del PP, para respaldar a Isabel Díaz Ayuso en su particular batalla.

Los consejeros sanitarios acordaron solicitar al Gobierno la "convocatoria urgente" de un Consejo Interterritorial Extraordinario para ampliar el número de plazas en la próxima convocatoria MIR, una competencia que, recuerdan en Génova, pertenece al Gobierno. El PP insiste en que "es ineludible flexibilizar inmediatamente el sistema de acreditaciones de unidades docentes" para las mencionadas plazas e intenta focalizar en la revisión del sistema MIR parte de la solución de los problemas de la sanidad madrileña. En los últimos años, "un tercio de los admitidos por Sanidad en las listas provisionales no obtiene plaza de médico residente" y, por ejemplo, "para la convocatoria de 2023, hay 12.251 admitidos para un total de 8.503 plazas".

El primer partido de la oposición demanda, asimismo, la creación "con la máxima celeridad" de una nueva especialidad de medicina de urgencia y emergencias, medida que acompaña a media docena de propuestas que Génova hizo públicas en la tarde del lunes, y entre las que incluye incentivar que profesionales jubilados que lo deseen puedan permanecer activos; promover el retorno de médicos que hayan desarrollado su carrera en otros países, o que el Gobierno impulse una normativa que permita la creación de contratos puente de hasta tres años para los MIR que terminen su residencia como paso previo para la obtención de una plaza fija.

Foto: La pancarta con la que arranca la protesta en Madrid. (EFE/Sergio Pérez)

La estrategia que abandera Génova tiene una doble lectura y es el temor que abonan desde algunas baronías territoriales sobre la posibilidad de que la izquierda haya logrado un resquicio desde el que atacar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, encastillada por sus buenas perspectivas electorales. Las fuentes consultadas subrayan que Ayuso no debe confiarse, y advierten de que "o lo reconduce, o le puede dar un disgusto", porque el electorado, incluso en Madrid, "es muy volátil" y aún quedan seis meses para unas elecciones en que la dirigente vuelve a jugarse el tipo.

"Si Ayuso no consigue la absoluta, le pasará factura también a Feijóo", analiza un presidente autonómico del PP, que desliza este argumento como otro de los motivos soterrados que han empujado a Génova a echar un capote a la dirigente regional. "Si ganas Madrid con mayoría absoluta, ganas el partido de ida. A Feijóo solo le faltaría el de vuelta", reitera. La presidenta pelea también por equiparar su fuerza en Madrid con la de Juanma Moreno en Andalucía, y solo le vale con una mayoría absoluta para no quedar desdibujada frente al barón andaluz.

Moderación frente a "ocurrencias"

Pese a que el objetivo, a priori, es compartido, tanto Sol como Génova asumen que existe una confrontación de modelos dentro del partido. Y este lunes volvió a quedar en evidencia. En el marco de la reunión de la ejecutiva del partido, Feijóo instó a los suyos a sustituir el "histrionismo" y las "ocurrencias" por la cordura y la gestión, un discurso que pronunció con Isabel Díaz Ayuso presente. Minutos antes, la mandataria madrileña había denunciado en un coloquio la deriva "totalitaria" de Sánchez, al que ve capaz de instaurar de forma unilateral una "república federal laica de facto" en España. Por si no había quedado claro, Ayuso solicitó la palabra en el turno de ruegos y preguntas tras la intervención del presidente nacional para reiterar su teoría de que "el PSOE quiere destruir España", según fuentes presentes en la cita. La mandataria, una vez más, obvió las recomendaciones del jefe nacional.

Foto: Manifestación por la sanidad pública en Madrid. (EFE/Sergio Pérez)

Génova no esconde esa discordancia, pero la justifica con el argumento de que Feijóo y Ayuso pelean por "electorados distintos" y, en el caso de la presidenta de la Comunidad de Madrid, "debe ganar votos a Vox", motivo por el que los populares atribuyen que suba el pistón contra el Gobierno pese a las instrucciones de Feijóo. El político gallego, sin embargo, cuenta con otra estrategia: más que mirar a Abascal, Feijóo busca captar voto de socialistas desencantados con la política de pactos con Sánchez que reniegan del Gobierno por las cesiones al independentismo.

Alberto Núñez Feijóo no hizo un hueco en su discurso de este lunes ante el Comité Ejecutivo Nacional para hablar de la crisis sanitaria que azota la Comunidad de Madrid y que ha puesto en entredicho la gestión de Isabel Díaz Ayuso, origen del malestar que el domingo inundó las calles de la capital. Sin embargo, Génova ha desplegado una estrategia para proteger a la dirigente de la campaña que, a juicio de los populares, ha desplegado la izquierda contra el Gobierno autonómico para tratar de pinchar el éxito demoscópico de la mandataria. El PP maniobra para convertir la rebelión sanitaria en un "problema nacional", hasta el punto de sugerir un pacto de Estado impulsado por el Ejecutivo en esta materia para mejorar las condiciones laborales del personal sanitario y reducir la saturación de la atención primaria.

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