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De Netflix a AstraZeneca: la opacidad de las reuniones entre diputados y lobistas
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Transparencia de los diputados

De Netflix a AstraZeneca: la opacidad de las reuniones entre diputados y lobistas

Un Congreso 'en rebeldía' tramitará la ley de los 'lobbies'. Pese a que están obligados a publicar sus reuniones con intereses privados, la mayoría de diputados no lo hace

Foto: Votación en el pleno del Congreso el 3 de noviembre. (EFE/Sergio Pérez)
Votación en el pleno del Congreso el 3 de noviembre. (EFE/Sergio Pérez)
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Una visita a Netflix, una reunión con Toyota y otra con el Observatorio Español del Cannabis Medicinal. Es solo una muestra de la escasa información sobre las reuniones de los miembros del Congreso con grupos de interés que están publicadas en la página web del organismo. La transparencia sigue siendo una de las tareas pendientes en la Cámara Baja, ya que, después de tres años en vigor, tres de cada cinco diputados incumplen el artículo 6 del Código de Conducta que les obliga a publicar sus agendas.

Estas deben incluir todas las reuniones con personas u organizaciones “que se comuniquen de forma directa o indirecta con titulares de cargos públicos o electos o personal a su cargo” con la intención de “modificar o influir” en su actividad legislativa, según el propio acuerdo. Se trata de una definición provisional a la espera de la reforma del reglamento del Congreso para añadir un registro de grupos de interés, que sigue aún en trámite.

Foto: Imagen: Irene de Pablo.
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A día de hoy, solo 155 de los 349 de los diputados en activo (un 44,4%) tienen habilitada algún tipo de agenda en su ficha oficial, según la información publicada en las fichas de cada diputado en la página web del Congreso. Así, la aprobación por parte del Consejo de Ministros del Proyecto de Ley de transparencia y de integridad de las actividades de los grupos de interés trae consigo una paradoja. Será un Congreso en rebeldía el que reciba el texto para continuar con su tramitación: la mayoría de los diputados, que en 2019 se dieron a sí mismos la obligación de hacer públicas sus reuniones con cualquier lobby, incumple su propio Código de Conducta.

Por grupos políticos, en Ciudadanos, PNV y EH Bildu solo tienen a uno de sus miembros que lo haga. En el caso de la formación naranja, que una de sus nueve parlamentarios, María Muñoz, sea la única que publique información sobre sus reuniones y actividades contradice las promesas electorales de los de Arrimadas de publicar las agendas de trabajo de todos los cargos públicos.

Desde Ciudadanos, declaran que su partido "siempre ha sido un ejemplo y una referencia en materia de transparencia". "Mientras otros partidos se escondían detrás del plasma y no admitían preguntas de la prensa, Ciudadanos ha respondido siempre a todos los medios de comunicación, sin vetar a nadie por cuestiones ideológicas", añaden. El grupo indica que sus reuniones con agentes sociales son públicas y que redes sociales como Twitter dan cuenta de ello. Por último, aluden a la "actividad frenética" de sus nueve diputados que, con menos recursos humanos, puede asimilarse a la de los grandes partidos: "Ciudadanos es el grupo que tiene más iniciativas parlamentarias por diputado de todo el Parlamento", concluyen.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), este jueves. (EFE/Pérez)

Sin contar con el grupo mixto, por la variedad de partidos que lo conforman, el siguiente grupo con más incumplimientos sería Vox, donde apenas uno de cada cinco diputados —11 de 52— publican sus actividades, y Unidas Podemos, con solo 10 de sus 33 integrantes con agendas disponibles.

Por su parte, los 13 diputados de Esquerra Republicana, el cien por cien, sí informan de algún tipo de agenda. Por detrás, a gran distancia, están los grupos parlamentarios socialistas, donde la mayoría (57,5%) cumple, y populares, con un cumplimiento del 50%.

En abril de 2021, seis meses después de que se reeditase y ampliase al Senado el acuerdo de publicación de las agendas institucionales de los cargos electos, solo 34 diputados cumplían con el Código de Conducta, según Europa Press. Unas semanas más tarde, la cifra escaló hasta los 106, según datos de Civio. En noviembre de 2022, la cifra se sitúa en 155. En el caso de los senadores, obligados desde 2020, todos cuentan con un apartado de agenda en sus perfiles. Sin embargo, todas estas cifras solo tienen en cuenta a quienes publican cualquier cosa, se ajuste o no a lo que exige la normativa interna. Es decir, sin entrar en la calidad de la información publicada.

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Desconocemos si xxxxx, Tttt y Hehhhjj asistieron a la reunión. (Captura de congreso.es)

Información de poca calidad

Una cosa es informar de la asistencia a un pleno. Y otra es dar cuenta de las reuniones con entidades concretas. Por ejemplo, la agenda de Oskar Matute, el único diputado de EH Bildu que la publica, solo muestra su actividad parlamentaria. A pesar de ser el tercer miembro del Congreso que más eventos tiene registrados —991—, todos son de plenos y comisiones a las que pertenece. Por su parte, la diputada del PNV Josune Gorospe indica encuentros con la Asociación Empresarial del Cannabis Medicinal o la farmacéutica Neuraxpharm, en el marco del desarrollo de la subcomisión para el análisis de la regulación de cannabis de uso medicinal. Ambas fórmulas van en el sueldo. Aunque el objetivo de la publicación de las agendas es la transparencia ante actividades de influencia. Y, de manera interna, así lo entiende el Congreso.

El Confidencial ha descargado más de 70.000 eventos de aquellos miembros de la Cámara Baja que sí publican sus agendas. Pero la inmensa mayoría se limita a plasmar actividades de su agenda parlamentaria, que se vincula de forma automática a su agenda. Así, el esfuerzo por ser más transparentes, en la mayor parte de los casos, queda en meras apariencias.

El gráfico anterior refleja cómo, entre los diputados que sí publican algo de información, la inmensa mayoría solo agenda su asistencia a plenos, comisiones o reuniones internas entre partidos, entre otra actividad parlamentaria. Tan solo un 1,1% de los más de 70.000 eventos analizados corresponde a reuniones específicas con grupos de interés o lobbies. El partido con más proporción de publicidad de estos datos es el PNV, pero esta tasa se debe a la única diputada de ese partido que, de forma proactiva, indica con quién se reúne: la ya mencionada Josune Gorospe. Otro porcentaje algo más amplio corresponde a la publicación de asistencia a eventos institucionales o de representación, como entregas de premios o mesas redondas.

Entre las excepciones a la opacidad destaca el caso de la diputada del Grupo Popular Ana Pastor. La vicepresidenta del Congreso es la que más eventos tiene registrados, pero, además de incluir su actividad parlamentaria o institucional, en su agenda figuran reuniones con la OCU, farmacéuticas como AstraZeneca, Pfizer o con empresas tecnológicas como Xiaomi.

En el mismo nivel de transparencia se encuentra la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet (PSOE), entre cuyos actos está la reunión con la directora general de Relaciones Externas de Mercadona, Elena Tejedor, este mismo miércoles, según su agenda. Se trata, a diferencia de buena parte de sus colegas de partido, de encuentros publicados conforme al Código de Conducta.

Foto: Ilustración: Pablo López Learte.

Otros de los nombres que destacan entre aquellos que sí promocionan sus encuentros con lobbies o grupos de interés son Miguel Ángel Paniagua en el Partido Popular; Maribel García, Luc André Diouf, Ana María Botella y Pau Marí Klose en el Grupo Socialista, y Juan Antonio López de Uralde en Unidas Podemos, todos ellos con 30 o más reuniones detalladas con empresas privadas u organizaciones de la sociedad civil. Entre los diputados de Vox, Pedro Fernández es el que más información adicional a su agenda parlamentaria comunica, aunque los conceptos que indica no permiten identificar a sus interlocutores, ya que limita a repetir fórmulas como “reuniones con colectivos y asociaciones empresariales y sociales en Zaragoza”.

Al final, solo 56 diputados, un 16% de la Cámara, han dado a conocer a través de sus perfiles alguna reunión con lobistas. En la siguiente tabla puede buscar información de los encuentros así clasificados por El Confidencial. ¿Qué diputado visitó Netflix?, ¿quién se ha reunido con Booking? Son algo más de 800 citas en lo que va de legislatura y con datos hasta el 8 de noviembre. Dado que esta parte se ha llevado a cabo de forma semiautomatizada, es posible que encuentre alguna errata o error de clasificación. Puede utilizar la caja de búsqueda para escribir nombres, empresas u organizaciones concretas y consultar qué diputados han mantenido las reuniones.

Tirón de orejas interno

En su primer informe anual, publicado el pasado mes de octubre, la Oficina de Conflictos de Interés de las Cortes Generales ya criticó el escaso cumplimiento de las obligaciones en materia de transparencia y rendición de cuentas. En el documento, respecto a las agendas institucionales, la Dirección de Tecnologías de la Información y Comunicaciones del Congreso distingue entre la agenda parlamentaria y la agenda personal.

De acuerdo con el informe, a 1 de septiembre de 2021, 62 miembros del Congreso publicaron solo su agenda parlamentaria, tres solo la agenda personal, 78 publicaron ambas y 207 no publicaron nada. Es decir, según este documento, al menos 83 diputados añadían más información. En el caso de los senadores, no hubo un dictamen, ya que la infraestructura informática estuvo en marcha el 15 de octubre de 2021. Así las cosas, la calidad de la información ya publicada no termina de ajustarse a lo establecido en el Código de Conducta de ambas Cámaras.

El proyecto de ley aprobado el martes por el Consejo de Ministros gira en torno a las relaciones de los lobbies con la Administración General del Estado y su sector público, aunque será el Congreso quien reciba el texto para su tramitación final. “El registro de los lobbies propuesto contendrá las reuniones que se mantengan con personal público de la AGE, tanto altos cargos como funcionarios”, aseguró María Jesús Montero en rueda de prensa. Se trata de un registro que ya existe en algunas comunidades autónomas, como Cataluña o Madrid, y que ha sido reclamado tanto desde las organizaciones profesionales de lobbies o la propia Comisión Europea. Algo que la ministra de Hacienda, en su intervención del martes, reconoció al afirmar que, “con esta nueva normativa, España cubre una carencia que tenía nuestro ordenamiento a la hora de transparentar las actividades —insisto— legítimas de los grupos de interés”.

Una visita a Netflix, una reunión con Toyota y otra con el Observatorio Español del Cannabis Medicinal. Es solo una muestra de la escasa información sobre las reuniones de los miembros del Congreso con grupos de interés que están publicadas en la página web del organismo. La transparencia sigue siendo una de las tareas pendientes en la Cámara Baja, ya que, después de tres años en vigor, tres de cada cinco diputados incumplen el artículo 6 del Código de Conducta que les obliga a publicar sus agendas.

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