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Margaryta escapó con su coche de las bombas en Kiev, ahora teme a la DGT
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"Solo pedimos algo más de tiempo"

Margaryta escapó con su coche de las bombas en Kiev, ahora teme a la DGT

Miles de ucranianos llegaron a España en sus propios coches dejando atrás la guerra, pero ahora tienen un problema con la burocracia española. La ley les obliga a cambiar sus matrículas

Foto: Maragaryta Pugachova con sus hijos y su coche. (Imagen cedida)
Maragaryta Pugachova con sus hijos y su coche. (Imagen cedida)
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Margaryta Pugachova salió huyendo de Kiev cuando empezaron a caer las bombas. Lo hizo junto a sus hijos y todo lo que pudieron meter en su coche. Cruzaron el país y decidieron lanzarse en una larga travesía por tierra hasta España. Allí los esperaban, en Tenerife, unos amigos que los acogerían mientras durase el conflicto, y a día de hoy sigue en la isla canaria esperando un desenlace que se alarga. Mientras aguarda el momento de hacer el viaje de vuelta, la refugiada se ha encontrado con un nuevo problema que no esperaba: la burocracia española. El mismo vehículo que les ayudó a escapar de la guerra en Ucrania ahora ha quedado atascado en el papeleo.

Tras alrededor de seis meses viviendo en nuestro país, muchos de los ucranianos que llegaron con sus coches huyendo de las bombas se han empezado a dar de bruces con la realidad burocrática del país en el que se refugian. En el caso de Pugachova, y de los muchos que como ella vinieron a bordo de sus propios vehículos, su problema está en la matrícula de su coche. Si no la cambian y colocan unas placas españolas, se arriesgan a ser multados. "He consultado a varios expertos en la legislación y me dicen que o las autoridades nos ofrecen una salida para nuestra situación, o tendremos que cambiar ya mismo las matrículas de nuestros coches si queremos seguir circulando", comenta la refugiada en conversación con El Confidencial.

Foto: Ucranianos, en la protesta frente a la embajada rusa en Madrid un día después de la invasión. (EFE/Rodrigo Jiménez)

"Yo entiendo que la norma se ha hecho para que las personas que vienen de fuera y se instalan en España tengan un tiempo límite para completar todos sus papeles, pero es que nosotros no queremos instalarnos aquí de forma definitiva. Estamos esperando a poder volver y, en cuanto sea seguro, lo haremos". Lo que pide esta experta en mercados financieros es que se les dé algo más de tiempo para seguir conduciendo sus vehículos con la matrícula ucraniana mientras esperan que la cosa mejore en su tierra. "Nos parece un sinsentido tener que pagar aquí un dinero que a los refugiados nos cuesta conseguir para, en cuanto volvamos a Ucrania, tener que hacer un nuevo trámite y volver a la matrícula de nuestro país", añade.

Más allá del propio formalismo de tráfico, la queja de esta refugiada, que ya ha conseguido reunir más de 35.000 firmas en una campaña en Change.org para que se les ofrezca una solución, pone sobre la mesa un problema que se cierne sobre Europa con la prolongación del conflicto: todas las acciones que se hicieron para poder dar cabida al éxodo ucraniano empiezan a quedarse cortas. Desde las ayudas más básicas hasta papeleos como los del permiso de conducción.

placeholder Colas de coches intentando salir de Ucrania al inicio del conflicto. (Reuters)
Colas de coches intentando salir de Ucrania al inicio del conflicto. (Reuters)

Al ver la crisis humanitaria que se desplegaba, toda Europa abrió los brazos y dio facilidades a los ucranianos para instalarse con plazos estimados, pensando en que la guerra no duraría demasiado, pero a día de hoy toca replantearse la situación. "En otros países, como Alemania y Polonia, han dado un año para que podamos circular con nuestros coches y después de ese tiempo se verá qué se hace. Pedimos una medida similar", comenta Pugachova.

Para solicitar esta excepción, los ucranianos también se apoyan en una de las medidas que sí tomó la DGT pocas semanas después de estallar el conflicto. Una excepción que permite a los desplazados utilizar legalmente sus permisos de conducción en España durante al menos un año desde que consiguen la protección temporal del Estado. Desde El Confidencial nos hemos puesto en contacto con la DGT para saber si están trabajando en una medida similar, pero desde la institución aseguran que ellos no pueden hacer nada al respecto, la normativa es la que es y este tipo de medidas deben tomarse desde Hacienda.

¿Hasta cuándo durará la excepcionalidad?

La obligación de matriculación de vehículos se regula tanto por normativa tributaria (Ley 38/1992, de impuestos especiales) como por normativa de tráfico (Real Decreto Legislativo 6/2015). Es la primera de ellas la que establece que los residentes en España tendrán por lo general 30 días para matricular sus vehículos desde el inicio de su utilización en nuestro país. A este plazo hay que sumarle el tiempo que se coloca como obligatorio para contar como residente a nivel fiscal en España, que está en 183 días.

La segunda de las normas lo que marca es que, "para poner en circulación vehículos a motor, es preciso matricularlos y que lleven las placas de matrícula con los caracteres que se les asigne del modo que se establezca". Además, asegura que "deben ser objeto de matriculación definitiva en España los vehículos cuando se destinen a ser utilizados en el territorio español por personas o entidades que sean residentes en España o que sean titulares de establecimientos situados en España". Las multas por no llevar correctamente las matrículas se mueven desde los 200 euros en los casos leves a más de 6.000 en los más graves.

Por eso, según las fuentes jurídicas consultadas por la refugiada ucraniana, sus compatriotas que llegaron en coche tienen unos 213 días (183+30) para cambiar su matrícula por una española. De no hacerlo pasado ese tiempo, se arriesgarían a ser multados. "Es algo que yo no me puedo permitir, pero necesito el coche para el día a día. Ya sea para llevar a los niños o incluso para hacer la compra, es una herramienta que aquí necesitamos, y no tengo mucho más", comenta.

La gran duda que queda tras el caso es lo que puede llegar a pasar si el conflicto se sigue alargando. Gente como Pugachova tiene sus negocios en Ucrania y no tiene pensado quedarse en tierras españolas de forma permanente, pero, si el conflicto no cesa, todas las excepciones aplicadas a estos refugiados empezarían a caducar teniendo que renovarse sin un horizonte claro a la vista. Se puede entrar en una situación de stand-by indefinido muy difícil de gestionar para familias que vinieron con lo puesto.

Según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, publicados este mismo mes de octubre, en total en España hay 239.637 ciudadanos ucranianos con documentación de residencia en vigor. En febrero, dicho número no llegaba ni a los 100.000. "Lo único que pedimos es que nos permitan estar como hasta ahora algo más de tiempo. Entendemos la legislación española y no queremos dar problemas, pero todo el mundo sabe que nuestra situación es algo excepcional", concluye la refugiada ucraniana.

Margaryta Pugachova salió huyendo de Kiev cuando empezaron a caer las bombas. Lo hizo junto a sus hijos y todo lo que pudieron meter en su coche. Cruzaron el país y decidieron lanzarse en una larga travesía por tierra hasta España. Allí los esperaban, en Tenerife, unos amigos que los acogerían mientras durase el conflicto, y a día de hoy sigue en la isla canaria esperando un desenlace que se alarga. Mientras aguarda el momento de hacer el viaje de vuelta, la refugiada se ha encontrado con un nuevo problema que no esperaba: la burocracia española. El mismo vehículo que les ayudó a escapar de la guerra en Ucrania ahora ha quedado atascado en el papeleo.

Dirección General de Tráfico (DGT) Ucrania
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