Vox se lanza a por Murcia: la doble pinza que atenaza a Fernando López Miras

Vox ha situado la Región de Murcia como uno de sus principales objetivos de cara a los próximos comicios autonómicos y municipales. El partido en la comunidad, sin embargo, vive una situación muy particular. La formación actúa con una especie de bicefalia, con los díscolos repudiados por la dirección nacional, por un lado, y los afines a Santiago Abascal y amparados por la cúpula, por otro. Pero a pesar de todo, con las expectativas electorales por las nubes, las dos facciones comparten el mismo objetivo, con Fernando López Miras en la diana, y ya han armado una pinza para condicionar tanto su gestión como el futuro Gobierno que se vaya a formar.

El último barómetro del Centro de Estudios Murcianos de Opinión Pública (CEMOP), el CIS de la región, señaló que el PP necesitará del apoyo de Vox para gobernar en mayo. El partido lo sabe y utiliza esa fuerza para condicionar la toma de decisiones. Dos de los disidentes, los diputados Juan José Liarte y Francisco Carrera, ya supeditaron su apoyo a los próximos presupuestos a que el Gobierno elimine unas becas de Ciencia que solo se dan a mujeres. Y apenas una semana después, el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Murcia, hombre fuerte de Abascal en el territorio, José Ángel Antelo, advirtió a los populares de que no habrá alianza posible tras las elecciones si no derogaban la ley del Mar Menor, aprobada hace dos años y que limita los vertidos agrícolas y ganaderos.

"No vamos a cambiar la ley de protección del Mar Menor", asegura el Gobierno murciano

El PP de López Miras intenta tapar el ruido y defiende que nada de esto será un problema. "Estamos convencidos de que lo importante que es la ley del Mar Menor. No vamos a tumbarla porque lo pida Vox", garantizaron fuentes del Gobierno regional. En el Ejecutivo autonómico evitan concretar qué pasaría si tras las elecciones dependieran finalmente de ellos y la norma siguiera siendo una línea roja. ¿Accederían a modificarla parcialmente, o tratarían de convencer a sus rivales y potenciales aliados? "No estamos en ese escenario, pero este equipo no dejará morir a la laguna", fue su respuesta. Aunque esta misma semana Ecologistas en Acción denunciase que la propia Administración no estaba cumpliendo varios puntos de la ley, como el marco para vías pecuarias o el control de residuos mineros, lo cierto es que Vox quiere acabar con ella por completo. Y pese a que el PP les cierra la puerta, fueron muy claros: "Nadie va a gobernar con los votos de Vox si esa ley no es derogada".

José Ángel Antelo, que fue quien puso límites a los populares, es el presidente del partido en Murcia desde que Abascal cesó al antiguo comité ejecutivo en 2019. Fue justo tras el éxito electoral y Antelo quedó al frente de una nueva gestora. Nada más empezar octubre, fue fotografiado en una cafetería junto al Palacio de San Esteban, la sede del Gobierno, con el presidente López Miras. La imagen corrió como la pólvora, pero lo que se habló no llegó a trascender. Todo esto ocurrió poco antes de que algunos diputados de Vox precipitaran su desaparición como grupo en la Asamblea Regional.

El único parlamentario que sigue siendo fiel a Abascal de los cuatro que el partido obtuvo en la Cámara autonómica, Pascual Salvador —quien fue miembro de la cúpula provincial cesada en 2019— decidió salir para pasarse al Grupo Mixto, que hasta entonces integraban diputados de Podemos y Ciudadanos. Un día después, hizo lo propio otra de sus compañeras, Mabel Campuzano, que además es la única en Vox que ocupa un cargo en el Gobierno de López Miras, donde es consejera de Educación. La marcha de la que hace un año fue, junto con Liarte y Carrera, una de los tres expulsados por la dirección nacional del partido terminó dinamitando el escenario del todo. Las leyes parlamentarias establecen que una formación deba tener ocupados al menos tres escaños para poder optar a una agrupación propia. Y en ese momento, sin Salvador y Campuzano, solo quedaban dos.

Crisis en Vox Murcia

Un año después de las elecciones que dieron la victoria a Vox en la Región de Murcia fue cuando la dirección nacional expulsó del partido a Campuzano, Liarte y Carrera. La decisión se justificó en que habían resuelto unilateralmente despedir a varios empleados de la formación e intentaban hacerse con el control de las cuentas de su grupo, en manos de Madrid. Desde entonces, había tres de cuatro diputados en la Asamblea que ya no eran militantes de Vox. Pascual Salvador conservó su carné en el partido, pues su postura no era la misma que la de sus compañeros. Aun así, los tres díscolos llevaron el caso a los tribunales y no abandonaron su silla en la Asamblea. La justicia terminó dándoles la razón.

Este mismo año, el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Cartagena falló en su favor y obligó al partido a readmitirles entre sus filas. Aunque nada está resuelto, pues la gestora planea recurrir la sentencia. Por otro lado, ni siquiera existe unanimidad entre la tríada disidente. La propia Campuzano tiene otro frente abierto con Liarte y Carrera, de quienes había denunciado injerencias en su trabajo al frente de la Consejería de Educación. "No me he sentido integrada ni por el partido ni por mis compañeros", llegó a expresar la diputada al anunciar su marcha. Una escisión de la escisión. De esta manera, los otros dos perderían el derecho a las subvenciones que la Cámara otorga a los partidos con representación. Al final, aunque el núcleo parlamentario de Vox desapareciera por las diferencias entre sus miembros, todos siguen conviviendo, paradójicamente, dentro del Grupo Mixto.

TE PUEDE INTERESAR

Vox fija Murcia, Castilla-La Mancha y Valencia como objetivos prioritarios para el 28-M

A. B. Ramos

La Región de Murcia es uno de los grandes caladeros de votos para Vox. Es uno de los territorios donde más potencia electoral poseen, y una de sus grandes apuestas para 2023 junto con Castilla-La Mancha, Baleares y la Comunidad Valenciana. Pero es en suelo murciano donde se ven con más opciones de ser primera fuerza. Y no solo resultar necesarios para el PP, sino llegar a superarlos. El partido no quiere repetir el fiasco de Andalucía, donde la candidatura no cumplió sus expectativas y derivó en un enfrentamiento con Macarena Olona. Tras su salida del partido, precisamente, la exdirigente guarda relación con Liarte y Carrera.

Los dos diputados regionales acudieron incluso al llamamiento de Olona para hacer el Camino de Santiago y la acompañaron en algunos tramos. También la arroparon en su llegada a una charla en la Univerdad de Murcia (UMU), a finales de septiembre. Semanas antes había sido el escrache de Granada y la atención estaba puesta en esta nueva conferencia de la antes candidata a la Junta de Andalucía. Así que no pasó desapercibido este nuevo guiño a Olona, que tiende puentes con Liarte y Carrera. De momento, el peso parlamentario de ambos se diluye tras verse forzados a pasar al Grupo Mixto y perder la portavocía que sí tenían en Vox. Pero el interés de la dirección nacional por reforzarse en el territorio deja la puerta abierta a futuras maniobras que puedan dar la vuelta al tablero.