El pulso de Podemos para promover a Rosell en el CGPJ pone a prueba al PSOE

Las discretas negociaciones para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) entre socialistas y populares solo han sido alteradas por Unidas Podemos al mostrar su deseo de promover entre los nuevos vocales a Victoria Rosell. La que fue diputada de la formación morada y actual delegada del Gobierno contra la Violencia de Género es una de las candidatas de consenso dentro del espacio morado en el Ejecutivo y así se lo han trasladado a sus socios. Los socialistas muestran dudas y, en cualquier caso, no reuniría los criterios de idoneidad que se están negociando con el PP para los futuros vocales. Pese a ello, su nombre sigue sobre la mesa, cada vez con más insistencia, como ratificar fuentes cercanas a los ministros que representan las diferentes sensibilidades del espacio. Tanto la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, como los ministros de Podemos, IU y los Comuns apuestan por Rosell.

Fuentes de Podemos en el Gobierno son tajantes al avanzar que "vamos a apostar porque Vicky (Rosell) esté en el CGPJ". Estas mismas fuentes concluyen que "no vamos a aceptar vetos ni excusas del PP". El enroque es evidente y la pelota se sitúa principalmente en el tejado de los socialistas. Desde la parte socialista mantienen silencio y los populares ya la han descartado. Frente a las dudas de los socialistas, otra fuente cercana a las negociaciones por parte de los morados explica que "los nombres son los que son", deslizando que mantienen su apuesta.

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Rosell ya fue definida por el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, como la "favorita" de su formación para integrar el máximo órgano de poder de los jueces. El argumentario se replicó desde el grupo y el sector minoritario en el Ejecutivo, destacando el desempeño profesional de Rosell y su victoria contra el 'lawfare', en referencia al caso del exjuez Alba. Unas palabras que la líder del sector de Unidas Podemos en el Gobierno, Yolanda Díaz, no enmendó, aunque evitó entrar en nombres "por un principio de prudencia". Desde la parte socialista mantienen silencio y los populares ya la han descartado.

Lo que sí se da por seguro es que los morados mantendrán su cuota para poder influir en el nombramiento de dos vocales. El órdago con la promoción de Rosell se acompañó de peticiones para cumplir "los acuerdos" entre socialistas y morados sobre su capacidad para promover a dos candidatos, así como a "respetar" a todas las partes.

En la agenda

El nombre de Rosell se mantiene en la agenda y, con ello, se marca terreno en unas negociaciones acotadas a Gobierno y PP. Como miembros del Ejecutivo, aseguran estar informados del desarrollo de estas conversaciones. El ministro de la Presidencia y negociador del Gobierno, Félix Bolaños, es el encargado de mantener esta vía de comunicación con los morados. En Unidas Podemos defienden que ni sus socios ni el PP pueden vetar los nombres que pongan sobre la mesa.

El blindaje otorgado a esta negociación entre el Gobierno y el principal partido de la oposición ha permitido que no interfiriera en los avances para el acuerdo la filtración del nombre de Rosell. Al contrario de lo sucedido en anteriores ocasiones, demostrando que las posibilidades de acuerdo son "reales" como coinciden en señalar ambas partes. De hecho, las negociaciones para la renovación del CGPJ ya encallaron cuando Pablo Casado estaba al frente de Génova y se negó a aceptar los nombres de Victoria Rosell y José Ricardo de Prada. A este último, redactor de la sentencia de la Gürtel, los populares lo han asociado históricamente a la principal causa de la moción de censura que acabó con el mandato de Mariano Rajoy y llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa.

El PP no veta a Podemos

En la "última oportunidad" que se han dado PSOE y PP para renovar el CGPJ no ha surgido, de momento, ningún escollo insalvable. Ambas partes admiten que tendrán que ceder posiciones en pos de un acuerdo y que los contactos siguen por buen camino. Y Rosell ha sido un arma de corto alcance. En las filas de los populares se respiraba tranquilidad pese al órdago que lanzó Unidas Podemos. El PP ya ha rebajado sus exigencias respecto al modo en que se materialice la reforma del sistema de elección de los jueces, pero se niega a dar un paso atrás en sus "requisitos de idoneidad" para acabar con las puertas giratorias entre la política y la Justicia. Y esa condición sí es innegociable.

Feijóo también descarta a Victoria Rosell y a José Ricardo de Prada, los dos nombres por el que se dinamitaron las negociaciones entre PSOE y PP a principios de 2021, cuando Pablo Casado seguía al frente de Génova. Pero el nuevo jefe de la oposición tiene un modo de proceder mucho más quirúrgico que el de su predecesor. Feijóo evita en todo momento hablar de nombres, y tampoco vetará a Unidas Podemos si quiere tener voz indirecta en la negociación. Es decir, Génova no pone el foco en la "procedencia" de los nuevos magistrados, sino en que estos cumplan con los requisitos estipulados en el plan judicial que remitió a la Moncloa el pasado mes de julio.

El tercer punto de la propuesta del PP establece que "no podrán ser nombrados vocales del CGPJ quienes hayan desempeñado cargos vinculados a la política en los cinco años inmediatamente anteriores", lo que dejaría en fuera de juego a Victoria Rosell, un extremo que el PSOE apoya. El documento de los populares también establece que, en el turno de juristas de reconocido prestigio, no cabe "introducir" a "integrantes de la carrera judicial en ejercicio", un requisito que también imposibilitaría la entrada de José Ricardo de Prada.

"Hemos hablado de requisitos, no de personas. Si nos ponemos en el juego de los requisitos, las personas que no cumplan con ellos no pueden formar parte del CGPJ", zanjó Alberto Núñez Feijóo este jueves, cuando compareció ante los medios en Bruselas tras un inusual encuentro con Ursula von der Leyen. El presidente del PP no pudo presentar a Ursula von der Leyen un acuerdo para renovar el CGPJ en España, aunque sí reiteró que todos los esfuerzos están ya encima de la mesa. Pedro Sánchez se desplazó también este jueves a Bruselas con motivo de la celebración del Consejo Europeo, con las negociaciones sobre el Poder Judicial como el gran elefante en la habitación durante toda la jornada.