Feijóo descarta a Rosell para el CGPJ por incumplir sus requisitos de despolitización

El deseo de Unidas Podemos de incluir en la nueva cúpula judicial a Victoria Rosell no pasa los filtros del PP. Este jueves, Alberto Núñez Feijóo ha descartado, sin mencionarla directamente, toda posibilidad de incluir a la actual delegada del Gobierno contra la Violencia de Género en la lista de nombres que tiene pendiente de negociar con el Gobierno para la renovación del CGPJ, a cuya negociación aún le quedan flecos por cerrar. "Hemos hablado de requisitos, no de personas. Si nos ponemos de acuerdo en los requisitos, las personas que no los cumplan no pueden formar parte del Consejo", ha subrayado el líder del PP.

Feijóo se desplazó ayer a Bruselas para reunirse con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y participar en la cumbre del PPE previa a la celebración del Consejo Europeo. El desbloqueo del Poder Judicial en España se ha convertido en el elefante en la habitación, y el líder popular no ha podido esquivar las preguntas sobre unas conversaciones que arrancaron hace ya 11 días. Escoltado por Esteban González Pons, el hombre fuerte de Feijóo en Bruselas e interlocutor del PP con el Gobierno para la renovación del órgano de gobierno de los jueces, el jefe de la oposición ha aclarado que no le preocupan tanto los nombres del nuevo Consejo como que sean perfiles que cumplen sus "requisitos" de "despolitización".

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Génova recuerda que las condiciones recogidas en la propuesta que envió a la Moncloa el pasado mes de julio para la elaboración de la nueva lista de vocales son innegociables. El punto tres del mencionado documento recoge que "no podrán ser nombrados vocales del CGPJ quienes hayan desempeñado cargos vinculados a la política en los cinco años inmediatamente anteriores", lo que dejaría en fuera de juego a Victoria Rosell. "No hemos hablado de personas concretas, pero cualquier nombre que se negocie debe cumplir con los requisitos. Si no los cumple, no podrá formar parte del Consejo", remachó Feijóo, en declaraciones a los medios de comunicación.

Fuentes de la dirección consultadas por El Confidencial confirman, además, que el PP no vetará la intervención de Unidas Podemos en la elaboración de las listas de la nueva cúpula judicial y no cuestionan, al menos de momento, que el PSOE quiera ceder dos asientos a los morados en el CGPJ. Más que la procedencia de los jueces, aseguran, al PP le preocupa que no se vulneren "los criterios de idoneidad" para avanzar en el camino de la despolitización y de la independencia judicial.

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Según ha señalado el propio Feijóo, PSOE y PP no han llegado, aún, al punto de negociar los nombres. Fuentes comunitarias han subrayado una y otra vez que es “urgente” renovar el CGPJ, y el viaje de Didier Reynders, comisario de Justicia, en el que el belga se atribuyó un rol de “mediador”, no gustó demasiado en Bruselas pese a la insistencia del líder del PP por vincular su postura con la que defiende Reynders.

En el entorno del líder popular reiteran que aún queda algún fleco por cerrar en el documento de requisitos antes de pasar a la elaboración de las listas. Los populares han rebajado su condición de que Sánchez se comprometiese por escrito a registrar una reforma legal en la Cámara Baja para modificar el sistema de elección del CGPJ y que los jueces "tengan un peso determinante", y solicitará únicamente que se exija a la nueva cúpula un informe "no vinculante" que siente las bases para la reforma del sistema. Pero la aprobación de los "requisitos para despolitizar los próximos miembros del Consejo y del Tribunal Constitucional" no es negociable para el PP.

Según ha podido saber El Confidencial, el PP ha apretado en la recta final de la negociación y exige repartir al 50% la composición del CGPJ, en compensación por el plan del Ejecutivo de que el TC quede en manos del magistrado progresista Cándido Conde-Pumpido. De hacerse con 10 vocales del nuevo Consejo, los populares no cierran la puerta a ceder uno sus asientos al PNV, que tradicionalmente ha contado con un hueco en la cúpula judicial.

Feijóo exhibe unidad con Von der Leyen

En la tarde del miércoles, Feijóo mantuvo una larga y poco común reunión con la presidenta de la Comisión Europea en la que discutieron sobre energía, la guerra en Ucrania y la situación económica de la Unión Europea. “Le he trasladado el respaldo a todas las medidas: las políticas, económicas, humanitarias, de defensa y de reconstrucción de Ucrania”, ha explicado el popular en la cumbre de líderes del Partido Popular Europeo (PPE) que se ha celebrado antes de la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea.

Esa reunión del Consejo Europeo estará prácticamente monopolizada por la cuestión de la crisis energética y cómo hacer frente a ella. Feijóo ha criticado la actuación del Gobierno y ha defendido la agenda de propuestas del Partido Popular en materia energética, lamentando que España sea la “colista” en la recuperación del nivel de PIB previo a la pandemia. “Pedimos un apoyo a aquellas empresas que la energía es un factor determinante para sus costes y su viabilidad”, ha explicado Feijóo. “Lamentablemente, la política energética en España ha abandonado al sector industrial español”, ha añadido.

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El líder popular, que busca realzar su perfil europeo con visitas habituales en Bruselas, ha criticado también que España no participe en el proyecto del escudo antimisiles que ha propuesto Alemania y al que se han sumado otros 13 países de la Alianza Atlántica además de Finlandia. El caso italiano demuestra el papel central que juega el Partido Popular Europeo a la hora de aumentar o disminuir la presión internacional a la hora de llegar a acuerdos con formaciones más a la derecha. Las encuestas en España apuntan a un escenario en el que, si Feijóo quiere gobernar, deberá contar con el apoyo de Vox, y en ese marco es en el que el líder popular está viajando de forma habitual a la capital comunitaria, como ya lo hacía también Pablo Casado, aunque apostando por un discurso más centrado en los asuntos europeos y buscando menos el apoyo del PPE para cuestiones internas.

La reunión con Von der Leyen es también reflejo de esa estrategia europea. No es muy común que la presidenta reciba en el Berlaymont, sede de la Comisión Europea, a un líder de la oposición. Y el Ejecutivo comunitario siempre trata los temas españoles con mucha cautela, sabiendo que hay cierta tendencia a utilizar a Bruselas en la batalla nacional. El encuentro se produjo también gracias a que el equipo de la presidenta ha confiado en que Feijóo no iba a usar el contenido del encuentro para el debate político español. De hecho, el presidente popular, más allá de la agenda europea, ha rechazado hacer comentarios sobre cualquier otra conversación con la alemana.