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¿Por qué Oviedo y Mieres se disputan la Escuela de Minas si ya no hay casi alumnos?
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Los alumnos no llegan a 200

¿Por qué Oviedo y Mieres se disputan la Escuela de Minas si ya no hay casi alumnos?

La capital quiere quedarse la histórica Escuela, pero la Universidad apuesta por trasladar los estudios. Las instalaciones son pieza clave en un juego de operaciones urbanísticas

Foto: Un minero pasa por la única mina donde se sigue extrayendo carbón, en Mieres. (EFE/Eloy Alonso)
Un minero pasa por la única mina donde se sigue extrayendo carbón, en Mieres. (EFE/Eloy Alonso)

Hay quien dice que la minería no tiene futuro. Que los límites al carbón terminarán con la profesión, y que en España son cada vez menos los que se interesan por ella. En la Escuela Politécnica de Madrid, por ejemplo, los estudiantes de esta ingeniería descendieron casi un 40% en seis años. Pero en estos momentos hay dos ciudades asturianas que 'pelean' por albergar la histórica Escuela de Minas de Oviedo. Y allí tampoco es que abunden los alumnos: son 107, entre el grado y el máster especializado. Hay otros dos cursos, de tecnología de los materiales y prevención de riesgos laborales, que añaden algunos más. En total, unos 160. Aunque no parecen suficientes.

placeholder La Sala de Juntas de la Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales de Oviedo. (Foto: página web del centro)
La Sala de Juntas de la Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales de Oviedo. (Foto: página web del centro)

La Universidad decidió trasladar la enseñanza a Mieres, a pocos kilómetros. Allí pasaría a integrarse en la Escuela Politécnica de la localidad, en convivencia con otros estudios técnicos. Con este planteamiento, las enseñanzas continuarán impartiéndose, pero la Escuela de Minas dejaría de existir. El objetivo es cerrar el cambio antes del próximo curso. Pero los estudios llevan más de medio siglo impartiéndose en Oviedo, así que no ha sentado nada bien a la gerencia de la escuela. No se trata de un malestar interno u oculto, sino que es más que palpable y nadie lo esconde. En los últimos meses, el director de la Escuela, Francisco Javier Iglesias, y el nuevo rector universitario, Ignacio Villaverde, se han erigido en protagonistas de la contienda. El primero acusa al responsable académico de llegar hasta el final con una decisión, la del traslado a Mieres, que ya sonó otras veces sin que nadie diera el paso.

Una reordenación urbanística

Es la quinta vez que se plantea algo así. Pero nunca antes llegó a estar sobre el papel. Hasta ahora. La Universidad de Oviedo asume que tiene un problema de espacio, o más bien de distribución. En realidad, toda la ciudad replantea este año su ordenación urbanística más allá del mundo universitario. El Campus de Mieres, al que se quiere integrar la Escuela de Minas, tiene actualmente 430 estudiantes para siete ofertas académicas, cinco de grado y dos de máster. Y bastante espacio disponible. El último plan del rectorado es el siguiente: con el traslado de los alumnos de minería se optimizarían algo más las instalaciones. El problema seguiría sin estar solucionado del todo, pero sí creen que supondría un primer paso.

Todo forma parte de una concatenación de planes. Con este cambio, los 15.000 metros cuadrados de la Escuela de Minas –cifra que el director rebaja en 2.500 m²– quedarían libres. Y no por mucho tiempo, pues ya hay nuevas ideas sobre la mesa. En un principio se contempló que el centro pasara a ser sede de titulaciones científicas, pero lo más probable es que termine albergando a futuros docentes. Según datos de la Universidad de Oviedo, el ratio de estudiantes por aula en la Escuela de Minas es de 13,4. En cambio, es de 62 en la Facultad de Ciencias y de 77 en la de Formación del Profesorado, bastantes más. Los estudios de educación se imparten ahora en el Campus de Llamaquique, que de quedar libres resolverían otro problema a la Administración: estas últimas instalaciones podrían convertirse en sede judicial y abandonar el catastrófico Palacio de Justicia, un edifico que lleva años saturado y tiene problemas de filtraciones. En definitiva, la ciudad ultima un 'cambio de cromos', un baile en el que el traslado de Minas es clave.

placeholder Claustro de la antigua universidad de Oviedo. (EFE/Eloy Alonso)
Claustro de la antigua universidad de Oviedo. (EFE/Eloy Alonso)

Para el director del centro, todo forma parte de "una maniobra política que impulsa el Gobierno regional". Esa es una de sus conclusiones, como explicó a El Confidencial. Básicamente, porque el 'efecto dominó' que produce el traslado de los estudios a Mieres en la organización de edificios públicos también afecta a instituciones autonómicas. En el Principado de Asturias quitan hierro al asunto y delegan la decisión final en la Universidad, mientras intentan alejarse de la polémica. En cambio, el alcalde de Oviedo, Alfredo Cantineli, se rebeló en múltiples ocasiones contra la polémica decisión. Tanto él como Francisco Javier Iglesias abogan por mantener la escuela en la capital. No solo por ser su ubicación histórica, sino por cómo creen que el traslado puede afectar a la ciudad, por un lado, y al prestigio de la enseñanza, por el otro.

"Si nos vamos a Mieres, desaparecemos como escuela. Y si eso ocurre, el prestigio se diluye", defendió Iglesias. El director defendió que el centro está "ligado a Oviedo", y arremetió también contra los tiempos en los que quieren efectuarse los cambios, a los que ellos mismos ya presentaron alegaciones –"no se puede hacer todo esto en un año"– y también contra la pérdida de recursos. Con el paso a Mieres, prescindirían de los laboratorios especializados del edificio actual, que se habilitaron en su día al ser un centro casi exclusivamente enfocado a la minería. Pero la apuesta del rectorado es bien distinta.

"La EIMEM lleva años en caída. La oferta es más débil y hay menos matriculaciones"

"Tenemos un problema de espacio, pero no afecta igual a todos los campus", corroboró el vicerrector de Gestión Académica de la Universidad de Oviedo, José Miguel Arias. "La falta de espacio no puede ser razón para lastrar el crecimiento en disciplinas o áreas cuya demanda está creciendo día a día", añadió, asegurando que este es el caso de la Facultad de Formación del Profesorado, con instalaciones más saturadas. En cambio, cree que el prestigio de la Escuela de Minas "se lo han dado sus docentes, sus investigadores y sus alumnos", y que "ninguna de estas cuestiones está relacionada con el edificio en el que se imparten esos estudios".

Además, resaltó que "los estudios de minería de la EIMEM llevan años en caída progresiva, con una oferta académica más débil y un descenso en las matriculaciones". Y la gran apuesta, la esperanza para revertirlo, es el Campus de Mieres. Quieren convertirlo en una especie de 'hub' que aglomere todas las disciplinas sobre recursos naturales que se imparten en Asturias. También la minería, que quiere interconectar con otras especialidades. De hecho, este mismo argumento también aparece en el famoso plan estratégico que la Universidad publicó hace un año, y que inició toda esta polémica: "Se corre el riesgo de convertir el campus en un 'cajón de sastre' que termine por acoger actividades residuales, inconexas y faltas de articulación interna".

Foto: Un yacimiento de tierras raras en China. (Shutterstock) Opinión

El futuro de la minería (más allá del carbón)

Sea en Mieres o en Oviedo, hay otro debate mucho más amplio tras el traslado de la Escuela. En un momento en el que Europa está en plena descarbonización, ¿qué futuro le espera a la minería? En general, la crisis climática pone en tela de juicio el acceso a combustibles fósiles y endurece las políticas para controlarlos. Una de las razones es el impacto de su extracción a gran escala, que erosiona y daña el terreno. Pero la principal es otra: la contaminación.

placeholder Manifestación en Oviedo de trabajadores de subcontratas mineras. (EFE/José Luis Cereijido)
Manifestación en Oviedo de trabajadores de subcontratas mineras. (EFE/José Luis Cereijido)

"La minería no es solo el carbón. Y hay otros recursos en auge, como el oro o el metal", indicó el decano del Consejo Superior de Ingenieros de Minas, Ángel Cámara. El último informe de Estadísticas Mineras en España (2020) ya habla en su introducción de la necesidad de mirar hacia otros minerales, los que sean "esenciales para la electrificación, el desarrollo de energías renovables y las tecnologías ecoeficientes", como el litio y el wolframio. Coincide en que el carbón fue clave para la minería asturiana, pero apunta a que la región está ahora mismo "reorientándose hacia otros caminos" y "explorando otras fuentes de extracción".

Hay quien dice que la minería no tiene futuro. Que los límites al carbón terminarán con la profesión, y que en España son cada vez menos los que se interesan por ella. En la Escuela Politécnica de Madrid, por ejemplo, los estudiantes de esta ingeniería descendieron casi un 40% en seis años. Pero en estos momentos hay dos ciudades asturianas que 'pelean' por albergar la histórica Escuela de Minas de Oviedo. Y allí tampoco es que abunden los alumnos: son 107, entre el grado y el máster especializado. Hay otros dos cursos, de tecnología de los materiales y prevención de riesgos laborales, que añaden algunos más. En total, unos 160. Aunque no parecen suficientes.

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