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"Es una alternativa a las discotecas": cómo las capeas triunfan en plena crisis taurina
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"Que te gusten los toros es lo de menos"

"Es una alternativa a las discotecas": cómo las capeas triunfan en plena crisis taurina

El vídeo de los colegiales madrileños increpando a sus vecinas ha vuelto a poner en el foco este tipo de fiestas. Unos eventos que crecen como alternativa a las discotecas mezclando casa rural con el 'Grand Prix'

Foto: Una capea universitaria. (Colegio mayor Santillana/Flickr)
Una capea universitaria. (Colegio mayor Santillana/Flickr)

En el vídeo más polémico y comentado del momento, los jóvenes del colegio mayor Elías Ahuja hablan de una fiesta. Pero no se refieren a una fiesta cualquiera, sino a "la capea". Sus palabras han vuelto a poner el foco de la actualidad sobre un plan que vuelve a estar de moda: ir de capea. Una tradición en los colegios mayores, pero que no se queda solo en estos pequeños núcleos.

En plena crisis de la tauromaquia, muchos son los jóvenes, y no tan jóvenes, que apuestan por las capeas como plan alternativo de fin de semana. ¿Por qué? Según sus impulsores, estos eventos en fincas se han convertido en una solución recurrente para los que buscan una fiesta con decenas de invitados, en plena naturaleza y con todo incluido. "Muchas veces, que te gusten los toros es lo de menos", detallan desde una finca ganadera en la sierra de Madrid que prefiere no dar su nombre.

Foto: Una de las últimas corridas en la plaza de toros de Barcelona, apenas con público (Efe)

"Cada grupo viene por un motivo distinto. Hay que dejar claro que las capeas universitarias son diferentes de las que organiza gente que viene de cumpleaños o simples amantes de los toros. Nosotros estamos más centrados en esos grupos más mayores y con conocimiento de la tauromaquia, porque somos una finca tradicional con ganado de lidia. Pero, bueno, también tenemos alguna fiesta universitaria. Y te soy sincera, la gente viene porque es un planazo", comenta la responsable de la finca.

Esta madrileña, que lleva más de una década con el negocio a las afueras de la capital —"esto estaba ya de moda hace 15 años"—, defiende la capea como "alternativa a las discotecas". "Los chicos ya se van a pasar todo el invierno en locales pequeños y cerrados, pues en primavera y otoño se van a fincas como esta. Ya lo hacen como tradición porque gusta mucho". Sobre el tema de los toros, le quita hierro al asunto. "Es algo casi secundario para muchos. Lo que quieren es un espacio grande como el que tenemos y pasar un gran día en el campo. Incluso hay grupos que te dicen que prefieren alquilarlo sin vaquillas, ponen atracciones y todo". Se busca algo más parecido a una casa rural que a un tentadero.

No hay datos que muestren la cantidad de capeas que se celebran al año en nuestro país. Son eventos privados y no entran en las estadísticas de asuntos taurinos que sí documentan comunidades autónomas y el ministerio (unos datos que sí que muestran una caída en el número de festejos). Pero basta dar una pequeña vuelta por la red para ver que hay bastante oferta. Son muchas las webs que anuncian este tipo de fiestas y en zonas como Navarra hay capeas universitarias que ya son una tradición general. Para completar el día suelen ir acompañadas de otros juegos similares a los que se mostraban en programas como 'Humor Amarillo' o el 'Grand Prix', como castillos hinchables, el juego de la soga o yincanas. Además, todos incluyen horas de barra libre de bebida y comida (estilo barbacoa), viaje de ida y vuelta desde la ciudad y música hasta altas horas de la madrugada.

Al ser, en su mayoría, fincas alejadas de los núcleos urbanos, son perfectas para poder alargar la velada y no preocuparse por los vecinos. Así, se ofrecen planes que van desde las ocho de la mañana de un sábado hasta las seis del día siguiente. "Tienes espacio de sobra para estar con tus amigos y no te tienes que preocupar de nada", añaden desde la finca.

Otro punto clave de este interés es el precio. Normalmente, rondan los 40 euros por persona, pero se pueden encontrar incluso por la mitad. Hay páginas que ofrecen estas fiestas desde los 20 euros y están claramente dirigidas al público más joven. El Confidencial ha intentado contactar con varias de las fincas que ofrecen precios bajos para preguntar por sus eventos, pero algunos dicen que ya no los organizan y otros que, de momento, están parados. Sus responsables hablan de que el coronavirus lo cambió todo, pero eso choca con la opinión de otros dueños de fincas, que hablan de la pandemia como un impulso al negocio.

Un negocio demasiado "viral" tras la pandemia

En la Finca Molina, en San Lorenzo de El Escorial, conocen bien la evolución de estas fiestas. Nacieron como una opción más para que los ganaderos sacaran más provecho de sus espacios y tuvieran un ingreso extra. En su caso, vienen del mundo del rejoneo y han visto cómo las capeas han ido, según comentan, teniendo altibajos. En la última década, por ejemplo, vivieron un gran momento al principio de los 2010, después bajaron y ahora han repuntado tras la pandemia. Aunque para un lugar como este, aseguran, el que esto se ponga de moda no es bueno de por sí.

"Nosotros trabajamos con un cliente diferente a los universitarios. Damos otro tipo de experiencia, con un ambiente más exclusivo y centrado en la calidad", comentan desde la finca. Es más, no tienen muy buena opinión de los que optan por tirar precios. Según su experiencia, para poder dar todo lo que se anuncia con precios tan bajos, o son negocios sin licencia, o tienes que recortar al máximo el producto. "Por 20 euros no puedes montar algo así. A no ser que no cumplas normativas o des cosas de malísima calidad". En 2014, una capea ilegal, con 3.600 asistentes, acabó con 1.000 jóvenes abandonados a 62 kilómetros de la capital. El evento estaba organizado por una marca de ropa que intentaba hacerse un hueco entre el público universitario, Mr. Happiness.

Ahora, tras lo ocurrido durante la pandemia, la gente ha vuelto a ver estos sitios como alternativas a la ciudad para juntar a mucha gente al aire libre y con todas las comodidades sin tener que pasar por locales cerrados. "Sí, se ha hecho muy viral tras el coronavirus. La verdad que a la gente le gusta porque estás en un paraje natural, espectacular y con todo a tu alcance. Ya sea para estar con un grupo grande de amigos, con parte de tu empresa o incluso para los negocios, es una solución que se tiene muy en cuenta", añaden. "Hay gente que viene con niños, los deja jugando mientras come y disfruta sin preocuparse de nada. Y cuando termina el día les llevan de vuelta a casa".

En lo que coinciden todos los entrevistados es en que el motivo taurino ahora mismo es lo de menos. Se buscan estas fincas por otros motivos. Además, para la mujer que regenta la otra finca a las afueras de Madrid, estos espacios son un ejemplo de cómo se está transformando la tauromaquia. "Es mentira lo que dicen de que el toro está en declive. Sigue siendo un espectáculo de masas y a la gente le gusta. La cosa es que la sociedad va cambiando, nos hacemos más animalistas y la tauromaquia se adapta a los tiempos. Que la gente siga viniendo a estos sitios es un ejemplo muy claro de que el toro gusta e incluso atrae a gente que antes lo rechazaba".

En el vídeo más polémico y comentado del momento, los jóvenes del colegio mayor Elías Ahuja hablan de una fiesta. Pero no se refieren a una fiesta cualquiera, sino a "la capea". Sus palabras han vuelto a poner el foco de la actualidad sobre un plan que vuelve a estar de moda: ir de capea. Una tradición en los colegios mayores, pero que no se queda solo en estos pequeños núcleos.

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