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Más Madrid quiere ir en solitario a las elecciones para evitar el lastre de Podemos
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Más Madrid quiere ir en solitario a las elecciones para evitar el lastre de Podemos

Los movimientos de ajedrez en la izquierda por liderar la estructura organizativa de Sumar se suceden. Dos territorios, la capital de España y Valencia, son cruciales. La sombra de Yolanda Díaz planea sobre ambos

Foto: Mónica García. (EFE/Víctor Lerena)
Mónica García. (EFE/Víctor Lerena)
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La confrontación por liderar la estructura organizativa en el espacio a la izquierda del PSOE alcanza cotas elevadas. En ese escenario, dos lugares destacan por la repercusión que puedan tener sus resultados en el poder local, por su implicación simbólica y por las consecuencias para la configuración de Sumar en las elecciones generales. El primero de ellos es Madrid, donde las malas relaciones entre Podemos y Más Madrid, llevarán, aseguran fuentes de IU, a que Mónica García concurra a las elecciones sin los de Belarra. Dado que son la formación dominante de la izquierda en la capital, y que creen que la confluencia con los morados sería un lastre, porque les restaría voto en lugar de añadirlo, la formación presentará su candidatura en solitario.

Con IU las relaciones son mejores, y las negociaciones para que figuren en las listas de García están abiertas. Sin embargo, también hay fricciones, ya que existe la intención de que la candidatura de Más Madrid no se construya como una confluencia, sino mediante la inclusión en las listas de miembros de IU a título independiente. Eso, aseguran fuentes desde Izquierda Unida, "sería un gran problema para la organización". Si ese fuera el escenario, quizá "sería mejor un buen acuerdo con Podemos que uno malo con Más Madrid". Se da por hecho, por tanto, que la formación de Mónica García y Podemos acudirán por separado, mientras IU trata de situarse con los primeros en unas condiciones que están por definir.

Foto: Ione Belarra y Alberto Garzón. (EFE/Javier Lizón)

El segundo territorio importante es Valencia, aunque por motivos distintos. Las encuestas dan una corta ventaja a la suma de las izquierdas, que para traducirse en una relación favorable de fuerzas que permitiera gobernar precisaría que Podemos contase con representación. Los morados tienen opciones de entrar, porque han ganado impulso y porque pueden recoger algo de voto del desgaste de Compromís.

De fondo, en ambas comunidades, y aquí reside también la tensión, planea la sombra de Yolanda Díaz. No se debe olvidar que los aparatos centrales de los partidos tienen en mente el premio mayor, las generales, y no tanto las elecciones de mayo, en las que dan por descontado un resultado poco satisfactorio como bloque. Lo que está en juego, por tanto, va más allá de las municipales. Y, en ese sentido, el papel que jugará la ministra de Trabajo en dos territorios cruciales está bajo el foco de IU y de Podemos: ¿se sumará a la campaña de Más Madrid e ignorará a los morados?

La campaña a la que apoye Díaz en las municipales, o a la que ignore, serán gestos muy relevadores respecto del futuro de Sumar

Si lo hace así, aseguran fuentes de Podemos, correrá el riesgo de que, en las generales, Yolanda Díaz le imponga la lista. Igual ocurre en Valencia: ¿Apoyará a Compromís, su teórico socio, y evitará a Podemos justo cuando estos necesitan un impulso que puede ser crucial en la suerte de las elecciones? La campaña a la que apoye Díaz, o a la que ignore, serán gestos muy relevadores respecto del futuro de Sumar.

Si Díaz se pone del lado de Más Madrid y de Compromís, lo que implicaría persistir en la opción que trató de desarrollar Errejón ("un plan que no ha funcionado", señalan desde IU), supondría tensionar aún más la situación con Podemos y pondría las cosas muy difíciles a la hora de negociar con los de Belarra de cara a las generales. En Madrid y Valencia, y desde el punto de vista de los distintos partidos de la izquierda, se está jugando tanto el poder local como el futuro de Sumar.

Izquierda Unida y Podemos

Esta semana, tanto Izquierda Unida como Podemos han rebajado la tensión al llegar a un acuerdo con el que se dan tiempo para construir candidaturas comunes, pero el mar de fondo continúa siendo el mismo. IU, con su opción de Frente Amplio y su idea de construir un paraguas común en el que todos los grupos negocien entre ellos las listas para las municipales y las autonómicas, se enfrenta a los de Ione Belarra, que esperan alcanzar un pacto a dos.

Nada hace pensar hoy que esos acuerdos vayan a llegar. Las circunstancias obligarían a ello, porque la opción contraria es una fragmentación electoralmente peligrosa, pero las divergencias entre organizaciones, ligadas a su necesidad de subsistencia, son lo suficientemente grandes como para complicar mucho cualquier alianza. El siguiente capítulo de esta pelea tendrá lugar la semana próxima en Andalucía, donde deberán consensuar la estructura del grupo parlamentario y el reparto de las subvenciones.

Fuentes de IU dan por descontado que Podemos concurrirá a las municipales y autonómicas por separado. Habrá acuerdos puntuales en territorios, como Navarra, pero no será la pauta común. Los morados insisten en que han pedido a los territorios "que haya acuerdos justos, ni más ni menos que lo que corresponde a cada organización política, pero lo cierto es que ya hay lugares como Málaga donde han anunciado una confluencia IU-Más País excluyendo a Podemos". Es decir, ambas partes insisten en que la separación se va a producir, aunque cada una responsabiliza a la contraria. Estas tensiones son propias de cualquier negociación, pero han llegado a un extremo complicado de reconducir.

La confrontación por liderar la estructura organizativa en el espacio a la izquierda del PSOE alcanza cotas elevadas. En ese escenario, dos lugares destacan por la repercusión que puedan tener sus resultados en el poder local, por su implicación simbólica y por las consecuencias para la configuración de Sumar en las elecciones generales. El primero de ellos es Madrid, donde las malas relaciones entre Podemos y Más Madrid, llevarán, aseguran fuentes de IU, a que Mónica García concurra a las elecciones sin los de Belarra. Dado que son la formación dominante de la izquierda en la capital, y que creen que la confluencia con los morados sería un lastre, porque les restaría voto en lugar de añadirlo, la formación presentará su candidatura en solitario.

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