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"A Yolanda le viene bien que nos matemos": la cruenta guerra entre Podemos e IU
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"Todo se puede ir de las manos"

"A Yolanda le viene bien que nos matemos": la cruenta guerra entre Podemos e IU

El pulso por el poder en la izquierda entre los dos partidos principales, un juego de ajedrez con las candidaturas autonómicas y municipales como pretexto, tendrá consecuencias significativas

Foto: Yolanda Díaz, durante una reunión en el Ministerio de Trabajo. (Getty/Carlos Lujan)
Yolanda Díaz, durante una reunión en el Ministerio de Trabajo. (Getty/Carlos Lujan)
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El acuerdo en Málaga estaba firmado. Seis partidos, incluido Podemos, habíamos alcanzado un consenso sobre la candidatura para las próximas elecciones. Pero desde la dirección de Podemos se frenó el acuerdo y se obligó a su representante a salirse de él". Fuentes de Por Andalucía señalan el caso de Málaga como un punto de inflexión. Las tensiones vividas esta semana en el Parlamento andaluz, donde IU y Más País habían expulsado a Podemos de la Mesa, prolongaban las dificultades para tejer una opción conjunta en las elecciones municipales y autonómicas del año próximo; lo de Málaga es una señal de que las complicaciones van a ser máximas.

Sin embargo, no es un problema andaluz, sino una constante española: los posibles acuerdos entre distintas fuerzas están siendo frenados como parte de una guerra latente entre IU y Podemos. El conflicto está también ligado al movimiento último, las generales, y a la configuración de Sumar, la opción de Yolanda Díaz.

Foto: Yolanda Díaz se reúne con responsables de la Asamblea Ciudadana por el Clima. (EFE/Luca Piergiovanni)

Esta estrategia de tensión creciente proviene, explican fuentes de la dirección de Podemos, de la intención de acumular fuerzas políticas contra ellos: "Planteamos una alianza de las izquierdas para hacer frente a una derecha en auge, y ahora se le ha dado la vuelta a esa idea y lo que se está haciendo es reunir fuerzas pequeñas para restar poder al partido mayor".

El acuerdo roto

La pelea nace, según fuentes de Podemos, de la ruptura de un pacto con IU planteado tras el "el terror y el drama de las elecciones andaluzas". La formación morada y la de Garzón se reunieron para pactar un acuerdo marco. Dado que en muchos territorios ambas fuerzas estaban ya trabajando juntas, el propósito era cerrar las candidaturas pronto, de manera que se evitasen las tensiones internas y se contara con tiempo para preparar las elecciones. "Cuando el acuerdo estaba cerca de cerrarse, estábamos ya en las últimas enmiendas, IU lo paralizó". El cambio de posición se debió a la posibilidad de que Sumar se presentase a las elecciones municipales y autonómicas y que se construyera bajo su paraguas la unidad de las izquierdas.

Nada de eso sucedió, ni ocurrirá, aseguran desde el equipo de Díaz: "A las municipales y las autonómicas ya hemos dicho claramente que no llegamos, lo contrario sería muy soberbio. Habrá seguramente proyectos municipalistas importantes que puedan contar con nuestro apoyo, pero no parece haber mimbres para otra cosa". Sin embargo, la ausencia de Sumar no provocó que la idea se desechase; se sustituyó por lo que dio en llamarse 'frente amplio', una continuación de ese concepto, ya sin el sello de Díaz y liderado por IU, bajo el que se reunirían las diversas izquierdas.

Al actuar de esa manera, el acuerdo bilateral con Podemos se volvía irrealizable. Mientras los de Iglesias pretendían hacer valer la negociación a dos, y a partir de ella incorporar a otros grupos en los territorios que fuera necesario, IU optó por negociar de partida con todos los grupos implicados, con Podemos como uno más. Ese reparto entre varios actores de manera casi igualitaria "provoca que las negociaciones vayan lentas y mal, y que la gente se levante enfadada de la negociación", aseguran desde Podemos. Además, culpan a IU de no comprender que, si bien la organización territorial es importante y tiene un peso, "lo que da más votos no siempre es la estructura; también la comunicación y la capacidad del líder son relevantes a la hora de que la gente apueste por ti".

"Podemos está perdiendo los pulsos"

En esa visión diferente residen las disputas de la izquierda: mientras IU pretende liderar un frente amplio en el que las negociaciones se produzcan entre todos los partidos, Podemos quiere mantener un espacio principal a partir del acuerdo que estaba negociando con IU. En ese sentido, cabe interpretar el nombramiento de sus candidatos para la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid: primero fijan sus posiciones y después negocian las listas con el bloque restante.

La intención de Podemos ha provocado el enfado de sus socios y a la vez rivales, ya que entienden que esa táctica negociadora lleva a posiciones rígidas que perjudican a todo el espectro. Sin embargo, y en Andalucía es palpable, la relación de fuerzas está invirtiéndose: mientras que antes Podemos ocupaba el lugar principal, ahora es el resto de partidos el que percibe a los morados en una situación débil: "Están perdiendo los pulsos, ya no pueden hacer valer la presencia en el gobierno", aseguran fuentes de Por Andalucía, "y apuntan hacia un partido en descomposición. Están trasladando un mensaje victimista, los demás partidos nos maltratan, del mismo modo que Iglesias está culpando a la prensa y a los jueces de que las cosas han ido mal, y eso ya no les funciona".

La esperanza de estos frentes amplios es que si las tensiones aumentan y los acuerdos no llegan, los propios afiliados de Podemos, al constatar que pueden quedarse fuera de las listas, ignoren las directrices de Madrid y pacten en cada territorio con quienes crean más conveniente. Desde Podemos insisten en que esas tácticas son contraproducentes, porque "nuestra militancia no está acostumbrada a que el principal propósito sea disputarse el poder interno, mientras que otras formaciones tienen esa cultura más integrada".

La influencia sobre Díaz

Sin embargo, esta pugna entre Podemos e IU va más allá de una situación coyuntural, porque nadie pierde de vista las elecciones generales. Las autonómicas y municipales tienen peso por sí mismas, pero son también relevantes de cara al premio mayor. Todas las partes son conscientes de que estas luchas internas desgastan enormemente a la izquierda y que, de continuar en ellas, los resultados de las elecciones de mayo de 2023 serán muy negativos, con lo que implica de pérdida de poder territorial y de sensación de páramo de cara a las generales.

"No nos cabe duda de que a Yolanda le viene bien que nos matemos; cuanto más nos hayamos peleado con IU, mejor le vendrá a ella, porque ratificará su tesis de que los partidos no suman, sino que restan", aseguran desde Podemos. La posibilidad de que la ministra de Trabajo emerja tras unas municipales desastrosas como la única opción posible le brindaría una capacidad de decisión mayor de la que tiene. De momento, Díaz se limitará a prestar su sello a aquellas candidaturas que mejor entronquen con su proyecto, y a las que más exitosas perciba.

Foto: Yolanda Díaz, Pablo Iglesias e Ione Belarra. (EFE/Pool/Mariscal)

En ese escenario, IU está posicionándose del lado de Yolanda Díaz e intentando conseguir un espacio como el principal interlocutor territorial de Sumar. La actitud de Podemos es más hostil, aseguran desde IU, ya que "está claramente en una estrategia de fortalecer su marca contra Yolanda. Cuanto más reforzada salga Díaz, menos poder tendrán ellos tras el verano, por eso es tan difícil la unidad en las autonómicas".

Este pulso contiene un doble riesgo. Por una parte, existe la posibilidad de que tanto IU como Podemos salgan dañados si los resultados de las elecciones son negativas, de modo que Díaz opte por minimizar la importancia de ambos. Por otra, también puede ocurrir que la caída de la izquierda sea grande, "que todo se vaya de las manos y que al final todo sea tierra quemada", como señalan desde Podemos, lo que pondría las cosas muy difíciles a todos, Díaz incluida.

El acuerdo en Málaga estaba firmado. Seis partidos, incluido Podemos, habíamos alcanzado un consenso sobre la candidatura para las próximas elecciones. Pero desde la dirección de Podemos se frenó el acuerdo y se obligó a su representante a salirse de él". Fuentes de Por Andalucía señalan el caso de Málaga como un punto de inflexión. Las tensiones vividas esta semana en el Parlamento andaluz, donde IU y Más País habían expulsado a Podemos de la Mesa, prolongaban las dificultades para tejer una opción conjunta en las elecciones municipales y autonómicas del año próximo; lo de Málaga es una señal de que las complicaciones van a ser máximas.

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