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El difícil equilibrio de Sánchez: de "aliado" del Ibex a exigir más impuestos a las empresas
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El difícil equilibrio de Sánchez: de "aliado" del Ibex a exigir más impuestos a las empresas

El presidente del Gobierno hace malabares discursivos en dos actos distintos en una misma tarde. El impuesto a la banca y a las energéticas fue el elefante en la habitación ante el BBVA, pero sí lo evocó ante los militantes

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Ismael Herrero)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Ismael Herrero)
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Septiembre llegó con la promesa del PSOE de presentar a un Pedro Sánchez libre de las ataduras del traje institucional, más cercano a la calle y preparado para pelear por darle la vuelta a las encuestas —menos la del CIS, que hoy ha vuelto a situarle a la cabeza—. A las puertas de agosto, el presidente del Gobierno había alumbrado un giro discursivo en el que endurecía su tono con las empresas, cargando directamente contra Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) o Ana Patricia Botín (Banco Santander). Este jueves, su cita ante el BBVA, dos días después de arrancar la tramitación del impuesto a la banca y las energéticas en el Congreso, le sirvió para presentarse como "aliado" de las grandes corporaciones en su camino hacia la transición ecológica, para destacar el papel "neurálgico" y "central" que tiene el sector financiero en estas transformaciones "a través de las inversiones sostenibles". En la misma tarde dijo una cosa y casi la contraria.

En dos actos separados por solo un par de horas, Sánchez fue capaz de combinar todos y cada uno de estos atuendos discursivos. Al filo de las cinco de la tarde, en Madrid, el presidente del Gobierno aludió en media docena de ocasiones al presidente del BBVA, Carlos Torres, que le escuchaba junto a otras 500 personas, en su mayoría empresarios y grandes clientes del banco. También alabó algunos de sus progresos en su camino hacia la transición ecológica. Un par de horas después, tenía previsto un segundo acto, en Toledo (en este caso, de partido), en el que el impuesto a la banca y a las energéticas dejó de ser el elefante en la habitación, para que el líder socialista lo rescatase con sus palabras.

Foto: Pedro Sánchez, en la inauguración de la segunda edición del Foro de Sostenibilidad del BBVA. (EFE/Sergio Pérez)

"No tengo nada contra las grandes empresas energéticas o financieras. Me siento orgulloso de que tengamos empresas líderes en España y en el mundo, en el sector financiero y en las empresas energéticas, pero que no se olviden de una cosa: el éxito de esas empresas es gracias al sacrificio de los españoles y españolas. Y, en este momento de dificultades, les pedimos que arrimen el hombro sobre los beneficios extraordinarios que están ingresando, como consecuencia de la guerra y la política monetaria que está endureciendo los tipos de interés", mitineó Sánchez, entre aplausos.

Era el mismo Sánchez que, a poco más de 75 kilómetros, celebraba que el BBVA situara el cumplimiento de la agenda 2030 en el centro de sus "prioridades", el mismo que había omitido el nuevo impuesto en su conferencia. Y el mismo que, ante ese auditorio, pedía a las empresas que actuasen como "inversores responsables y pacientes", "no coartados por la maximización de beneficios". "Solo el 14% de las compañías cotizadas españolas tiene planes para alcanzar emisiones cero en 2050", apostillaba.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Era, además, el mismo presidente del Gobierno que en los dos septiembres anteriores inauguró el curso ante las empresas que cotizan en bolsa, y que este año decidió cambiarlos por una puesta en escena más cercana, rodeado de ciudadanos seleccionados por su equipo, a las puertas de la Moncloa. 'Gobernamos contigo' y 'El Gobierno de la gente' son, respectivamente, los nuevos eslóganes aprobados por la Moncloa y por Ferraz este curso, antesala de las elecciones municipales, autonómicas y generales de 2023.

Al esfuerzo añadido por hacer pedagogía sobre sus políticas, también los nuevos impuestos, o por pisar la calle en tres decenas de actos hasta diciembre para acercarse a la ciudadanía, el jefe del Ejecutivo ha añadido la voluntad de señalar al PP como el aliado incondicional de las empresas, apoyado en su giro sobre estos nuevos gravámenes, forzado por las nuevas posiciones marcadas por la Comisión Europea.

Foto: Pedro Sánche y Alberto Núñez Feijóo durante su debate en el Senado. (EFE/Juanjo Martín)

"En la derecha europea hay una anomalía ibérica, porque si hay un partido obediente a las grandes eléctricas es el Partido Popular de España". En Madrid, Sánchez trataba de convencer a las empresas de que redoblasen esfuerzos por favorecer la transición ecológica, o daba la "enhorabuena" al BBVA por su trabajo en lo que toca a la agenda 2030.

En Toledo, señalaba al PP como un partido domesticado por las grandes energéticas, a las que reclamaba que arrimasen el hombro, y repetía que la prioridad del Gobierno era estar con la clase media trabajadora, frente a los designios de las élites económicas. En solo dos horas.

Septiembre llegó con la promesa del PSOE de presentar a un Pedro Sánchez libre de las ataduras del traje institucional, más cercano a la calle y preparado para pelear por darle la vuelta a las encuestas —menos la del CIS, que hoy ha vuelto a situarle a la cabeza—. A las puertas de agosto, el presidente del Gobierno había alumbrado un giro discursivo en el que endurecía su tono con las empresas, cargando directamente contra Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) o Ana Patricia Botín (Banco Santander). Este jueves, su cita ante el BBVA, dos días después de arrancar la tramitación del impuesto a la banca y las energéticas en el Congreso, le sirvió para presentarse como "aliado" de las grandes corporaciones en su camino hacia la transición ecológica, para destacar el papel "neurálgico" y "central" que tiene el sector financiero en estas transformaciones "a través de las inversiones sostenibles". En la misma tarde dijo una cosa y casi la contraria.

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