El PP apoyará la tasa sobre las eléctricas si el Gobierno deja fuera el impuesto a la banca

El Partido Popular apoyará la proposición de ley del Gobierno con la que prevé limitar las ganancias de las empresas energéticas siempre y cuando deje fuera el impuesto a la banca, incluido en el mismo documento. Tras varios giros discursivos y después de votar en contra de la admisión a trámite de la norma hace dos días, el PP tiende la mano a la Moncloa para negociar y pactar los nuevos gravámenes, siempre y cuando "rectifique" y adapte su plan a la figura tributaria propuesta por Bruselas.

El anuncio de Ursula von der Leyen sobre el plan que prepara la Comisión Europea para gravar los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas comunitarias llegó solo un día después de que Sánchez lograse la luz verde del Congreso a una proposición de ley que pretende, precisamente, poner coto a los ingresos de las eléctricas y de la banca, aunque con figuras impositivas distintas a las que plantea la Unión Europea, que por el momento no contempla ninguna acción sobre las entidades financieras. Con todo, el Gobierno vendió el pronunciamiento de Bruselas como un espaldarazo a su gestión, y se congratuló por haber marcado el camino a Europa a la hora de gravar a las compañías energéticas.

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El documento original firmado por los grupos de PSOE y Unidas Podemos propone un impuesto temporal sobre los ingresos por ventas de las energéticas con un tipo del 1,2%, porcentaje que sube hasta el 4,8% en el caso del margen de los intereses y comisiones que cobran los grandes bancos. La Comisión Europea, por su parte, propone una "tasa" con la que poder limitar exclusivamente los beneficios extraordinarios de las compañías energéticas, sin tocar la facturación. Aunque el PSOE defiende que, "en esencia", su plan y el de Bruselas es el mismo, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha reconocido este jueves que adaptará su propuesta impositiva para adaptarla a los parámetros de la Unión Europea.

Para los populares, sin embargo, esta afirmación implica una "rectificación" por parte del Gobierno, e insisten en que el posicionamiento de Alberto Núñez Feijóo "es exactamente el mismo" que el planteado por Von der Leyen: una "tasa" que ponga coto al diferencial del incremento extraordinario de las energéticas que se han enriquecido con motivo de la emergencia internacional, y repercutir esa recaudación de forma directa en la factura que pagan los consumidores. Si Sánchez modifica su proposición de ley, insisten en Génova, el PP votará a favor de la misma en el momento de su convalidación.

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El PP cambia así su férreo posicionamiento sobre 'impuestos cero' para adaptarlo a la hoja de ruta de la Unión Europea por el contexto de emergencia internacional, pero se mantiene firme en su negativa de ampliar esos gravámenes a las entidades financieras. En la dirección nacional insisten en que Feijóo no apoyará el "impuesto ideológico" que Sánchez quiere dirigir al Ibex porque, entre otras cuestiones, no está amparado por Europa. Si quiere el apoyo del PP, insisten en Génova, el Gobierno deberá 'sacar' de la proposición de ley el hachazo a la banca, o bien presentarlo en una iniciativa separada de la tasa a las energéticas.

Desde que Ursula von der Leyen anunció su plan de recaudación, PSOE y PP iniciaron una batalla por el relato en la que el Gobierno ha llevado la batuta. El Ejecutivo se lanzó desde el primer momento a explotar las contradicciones de Génova respecto a su apoyo a la propuesta impositiva de Sánchez, y afea a Feijóo que haya dado marcha atrás solo cuando se ha visto "acorralado". "Ha cambiado de posición porque su partido en Europa defiende las cosas que él votó en contra en España", reiteraba la titular de Hacienda este jueves.

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El pasado martes, el Congreso dio luz verde a la proposición de ley para gravar los ingresos de la banca y de las energéticas, un trámite en el que el PP se posicionó en contra. Génova justifica que el documento del Gobierno, tal y como está planteado originalmente, es una "barbaridad" en términos jurídicos y económicos y pidió desde el principio a Sánchez que esperase a conocer la posición de Bruselas. En realidad, es la misma posición que abanderó el PNV, con la diferencia de que los nacionalistas vascos sí votaron a favor del trámite con la esperanza de modificar el texto en el plazo de presentación de enmiendas.

Génova espera ahora un nuevo documento por parte de la Moncloa en el que no solo desaparezca el impuesto a la banca, sino que también estipule que la tasa sobre las energéticas tendrá un carácter "finalista", es decir, que lo recaudado se traducirá de forma directa en un ahorro de la factura de los consumidores. Queda por conocer si el Gobierno aceptará las condiciones del PP o seguirá adelante con su iniciativa, a sabiendas de que socios como ERC o Bildu también ponen condiciones a su sí en el Congreso y exigen eliminar el carácter temporal de los dos nuevos impuestos. "La pelota está en el tejado de Sánchez", insisten en Génova.