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Feijóo exhibe unidad con el Ibex, pero no recurrirá el impuesto a la banca y las eléctricas
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DEBATE DE ALTA TENSIÓN EN EL CONGRESO

Feijóo exhibe unidad con el Ibex, pero no recurrirá el impuesto a la banca y las eléctricas

PP y Vox descartan por ahora llevar la iniciativa del PSOE y UP al TC, y esperan que el golpe a la proposición llegue desde Europa. Los banqueros creen que acabarán obteniendo la nulidad del tributo

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo (i), y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán (d). (EFE/Miguel Toña)
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo (i), y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán (d). (EFE/Miguel Toña)
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Alberto Núñez Feijóo mantiene el rumbo fijo en su estrategia de oposición frontal al Gobierno. Este martes, el primer partido de la oposición pulsó el botón del no en la admisión a trámite de la proposición de ley para aprobar nuevos impuestos a entidades financieras y a las grandes empresas energéticas. En los últimos días, los populares se habían subido a la ola intervencionista que recorre Europa e, incluso, no cerraron del todo la puerta a la abstención en la tramitación de los nuevos tributos, en parte por las dudas de Bruselas respecto a la fórmula para limitar los precios de la energía. Pero Feijóo exhibió una vez más su alianza con el Ibex y se decantó por rechazar la tramitación de la nueva ley en el Congreso.

El PP censuró con dureza los gravámenes extraordinarios propuestos por el PSOE y Unidas Podemos, aunque de momento no llevará a los tribunales una medida que el popular Mario Garcés calificó en sede parlamentaria de "felonía" y de "irracionalidad fiscal". Tampoco Vox parece convencido de caminar por la vía judicial. Las entidades financieras llevan semanas intentando que Feijóo o Abascal presenten recurso de inconstitucionalidad, algo que les ahorraría años en la batalla legal que se abrirá en 2023 contra el impuesto. Pero fuentes de los dos partidos señalan que esa opción no se ve con buenos ojos, y estaría casi descartada a la espera del diseño final de la ley.

Foto: Bolsa de Madrid. (EFE/Altea Tejido)

Desde uno de estos partidos explican que de votar en contra de la proposición a recurrirla ante el Tribunal Constitucional "media un abismo", y que la vía de los tribunales es costosa en tiempo y medios, por lo que se reserva para cuestiones de "derechos fundamentales", no para un impuesto a grandes empresas. Otras voces parlamentarias de la oposición confirman que la opción de los tribunales no es un escenario que vaya a valorarse, al menos hasta que la propuesta haya superado una tramitación parlamentaria que se prevé ardua por las enmiendas con que amenazan los socios habituales del Gobierno.

Frente a esta estrategia, ambos partidos confían en que el golpe a la proposición de ley llegue de Europa, ya sea a través de la propuesta que va a poner sobre la mesa la Comisión Europea (CE) este martes, que, según denuncian voces autorizadas del PP, podría "hundir" el plan fiscal del Gobierno, o por el dictamen que tiene que dar el Banco Central Europeo (BCE), que en el pasado se ha opuesto frontalmente a este tipo de figuras. En cualquiera de los dos escenarios, "Sánchez tendría que retirar o modificar esa proposición", confían en el PP.

Foto: La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. (Reuters/Johanna Geron)

El acercamiento que, en concreto, Feijóo ha exhibido en los últimos meses con grandes grupos empresariales no será, 'a priori', suficiente para los objetivos de los bancos, y en el sector financiero se cuenta ya con el 'portazo' tanto de PP como de Vox por el clima político de las últimas semanas. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha encargado de ligar en numerosas ocasiones a Feijóo con el Ibex y con determinados "poderes ocultos", lo que deja a los populares menos margen para aliarse con los bancos en un reto como el de un recurso ante el Constitucional.

Sin ir más lejos, este martes Sánchez criticó a destajo la "defensa desesperada" del PP de los "intereses particulares" de las empresas energéticas. "Hoy, por desgracia, han votado en contra de los gravámenes de entidades financieras y energéticas", evidenció durante una entrevista en TVE, en la que el jefe del Ejecutivo defendió a ultranza su proposición de ley. "En crisis energéticas, hay empresas que se benefician más que otras", justificó.

Con la puerta del PP y Vox casi cerrada, a los bancos no les queda más opción que esperar a que dicho informe del supervisor europeo haga cambiar de opinión al Gobierno o sentarse a esperar las primeras liquidaciones de la prestación para llevarla a los tribunales. Los banqueros son optimistas, y confían en que acabarían obteniendo la nulidad del tributo, aunque por este camino tardarían entre seis y ocho años. Así, un informe presentado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE), ‘think tank’ de la CEOE, concluye que la proposición vulnera numerosas leyes españolas y comunitarias y da una larga lista de argumentos a los bancos para acudir a los tribunales.

El rechazo de Feijóo

El Congreso retomó su actividad ordinaria con una sesión de alta tensión entre PSOE y PP. Entre otros puntos, la Cámara debatía la toma en consideración de la proposición de ley para imponer impuestos temporales a grandes empresas que, según los planes del Gobierno, gravará las ventas de las empresas energéticas con un 1,2% y los ingresos de las entidades financieras con un 4,8%. En total, la medida debería aportar a las arcas del Estado unos 7.000 millones de euros en el plazo de dos años.

Sánchez inició con buen pie el curso político y, pese al rechazo de PP, Vox y Ciudadanos, logró la luz verde de sus socios parlamentarios habituales al primer trámite para activar el 'hachazo' fiscal a los empresarios en 2023. ERC, Bildu y el PNV votaron a favor de la toma en consideración, pero advirtieron al jefe del Ejecutivo de que intentarán cambios importantes en el documento original cuando comience el plazo de presentación de enmiendas. Los republicanos, por ejemplo, exigen eliminar el carácter temporal de la medida y alumbrar unos gravámenes perennes para la banca y las eléctricas. Los nacionalistas vascos, por su parte, amenazan con votar en contra si Sánchez no avala que la gestión de los nuevos tributos sea transferida a las haciendas forales.

Foto: El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Marta Pérez)

Para este camino, el PSOE tampoco podrá explorar la vía del PP. La principal línea argumental de los populares para oponerse a las tasas extraordinarias planteadas por el Gobierno pasa por la convicción de que "repercutirán en el bolsillo de los ciudadanos". "No persiguen que no haya pobres, sino que no haya ricos. Son una máquina de creación de pobres", reiteró Mario Garcés durante su turno de intervención en la Cámara Baja, y protagonizó un duro discurso contra Sánchez por "transformar el pensamiento de una economía planificada" en un programa fiscal "donde asoman todos los prejuicios que comparte con el comunismo del siglo XXI".

Otros portavoces populares, incluido el propio Feijóo, volvieron a reiterar que el PP no se moverá de su propuesta de baja fiscalidad, con la deflactación del IRPF como medida estrella, para aliviar el impacto de la inflación y de la escalada de los precios energéticos en los hogares. "Nunca hemos pagado tantos impuestos en España", subrayó este martes el jefe de la oposición, que volvió a instar a Sánchez a "devolver" a los españoles los 22.000 millones de ingresos 'extra' que ha "recaudado" este año.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE/Juanjo Martín) Opinión

Casi desde el principio de su mandato como líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo ha ido estrechando lazos tanto con los grandes del Ibex como con la propia CEOE. El goteo de instantáneas con grandes directivos como Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) o Carlos Torres (BBVA), así como las continuas reuniones del presidente de los populares con asociaciones empresariales a lo largo y ancho del territorio nacional, avala un acercamiento que se considera "normal" en el PP por el "cambio de ciclo político" que ya dan por hecho en el 13 de Génova.

Mientras Sánchez se aferra a su giro a la izquierda para recuperar oxígeno en la recta final de la legislatura, Feijóo parece sentirse cómodo en la estrategia del rechazo frontal a la política económica y energética del Gobierno. El voto en contra que ha abanderado el PP en los últimos decretos de calado social que han llegado a la Cámara Baja cuenta con detractores en las propias filas populares, en las que hay voces que advierten de los riesgos de abonar el ya manido argumento de Sánchez para desgastar a Feijóo por su parecido al 'no a todo' al que se aferró Pablo Casado durante su periplo como jefe de la oposición.

Foto: Íñigo Fernández de Mesa, vicepresidente de la CEOE y presidente del IEE. (EFE/David Fernández)

Pero la percepción de Génova es que, en estos momentos, ninguna estrategia del Gobierno puede erosionar el liderazgo que se ha labrado Feijóo en los últimos meses, henchido por unas encuestas que, al menos hasta ahora, garantizan que moverá la silla de Sánchez en la Moncloa. El líder del PP no ha parado de remitir al Gobierno diversas propuestas para alcanzar pactos de Estado que, a excepción de los compromisos con la OTAN, han quedado en nada. Feijóo explota la vía de la moderación, pero condicionada a que Sánchez se pliegue a sus propuestas y se siente a negociar. Una estrategia que, al menos de momento, no le ha ido del todo mal.

Alberto Núñez Feijóo mantiene el rumbo fijo en su estrategia de oposición frontal al Gobierno. Este martes, el primer partido de la oposición pulsó el botón del no en la admisión a trámite de la proposición de ley para aprobar nuevos impuestos a entidades financieras y a las grandes empresas energéticas. En los últimos días, los populares se habían subido a la ola intervencionista que recorre Europa e, incluso, no cerraron del todo la puerta a la abstención en la tramitación de los nuevos tributos, en parte por las dudas de Bruselas respecto a la fórmula para limitar los precios de la energía. Pero Feijóo exhibió una vez más su alianza con el Ibex y se decantó por rechazar la tramitación de la nueva ley en el Congreso.

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