Investigan si la joven que fingió un secuestro ante su madre actuó amenazada con santería
La Guardia Civil cree que la joven de 22 años detenida se creyó las intimidaciones de sus suegros venezolanos sobre los efectos de la brujería contra su familia
La Guardia Civil ha resuelto en apenas 24 horas la denuncia de una madre en Tenerife por el supuesto secuestro de su hija. Resultó ser un engaño urdido por la familia política de la joven. Han sido detenidos su novio, sus suegros y su cuñada, todos ellos de nacionalidad venezolana. La joven también fue arrestada pero los investigadores creen que fue parte del plan y al mismo tiempo víctima de los allegados de su pareja, que la amenazaron con ritos de santería contra su familia.
No en vano, los agentes del Instituto Armado han bautizado este caso como ‘operación Santero’. Fuentes conocedoras de las pesquisas afirman a El Confidencial que la joven, de apenas 22 años edad, temía de verdad los posibles efectos del vudú sobre su madre y otros allegados y que por eso se prestó a colaborar en el engaño. Le decían que el dinero que le reclamaban a su madre [50.000 euros] era para pagar a los muertos. Llegaron a hacer un vídeo en el que la hija, amordazada y aparentemente sangrando, pedía su liberación. Exigían el pago en efectivo, que debía ser entregado en un lugar concreto determinado por los presuntos secuestradores
La sangre era falsa. La habían comprado en una tienda de carnavales, según las mismas fuentes. El primer paso de los investigadores fue estrechar el cerco al entorno más cercano de la chica. Pronto se dieron cuenta de que no estaba secuestrada ni privada de su libertad de movimiento. De hecho, las detenciones tuvieron lugar en un salón recreativo de apuestas y juegos de azar.
Ella y su novio, también veinteañero, llevaban juntos dos años. En ese tiempo, sus suegros habían tenido tiempo de organizar hasta tres extorsiones contra la madre de la chica, ninguna tan extrema como este falso secuestro. Consistían en remitir cartas a la mujer amenazando con graves peligros sobre su hija por una serie de deudas contraídas. Así logró la trama lucrarse con hasta 45.000 euros. La familia de santeros venezolanos no tiene oficio conocido y viven de las ayudas del Estado, precisan las fuentes del caso.
Estos trabajos ya están en poder de la justicia. Todos los detenidos han quedado en libertad a la espera de que avance la investigación, también la hija. La Guardia Civil, en colaboración con la Fiscalía y el Juzgado tendrá que determinar ahora cuál es el papel concreto que jugó cada uno de los investigados.
Una vez analizada la información, se activó el protocolo de secuestro, contando con especialistas de la Unidad Central Operativa (UCO). También se activó un módulo especial de intervención de los antidisturbios del Grupo de Reserva y Seguridad-8, que permaneció en alerta por si fuera necesaria su intervención para la liberación de la secuestrada.
Tras los arrestos, la Guardia Civil encontró los útiles utilizados para la simulación del secuestro, un arma blanca de grandes dimensiones, el pañuelo con el que amordazaron a la joven y un bote de sangre artificial. En el operativo coordinado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de los de Granadilla de Abona y la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Tenerife, ha participado el Equipo de Delitos Contra las Personas y el Equipo Territorial de Policía Judicial las Américas, diferentes unidades de la Compañía de la Guardia Civil de Playa de Las Américas y el Grupo de Secuestros y Grupo de Apoyo Técnico Operativo de la UCO.
La Guardia Civil ha resuelto en apenas 24 horas la denuncia de una madre en Tenerife por el supuesto secuestro de su hija. Resultó ser un engaño urdido por la familia política de la joven. Han sido detenidos su novio, sus suegros y su cuñada, todos ellos de nacionalidad venezolana. La joven también fue arrestada pero los investigadores creen que fue parte del plan y al mismo tiempo víctima de los allegados de su pareja, que la amenazaron con ritos de santería contra su familia.